6:00 hrs. Agosto 28 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-830

 

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PERSISTE LA SEGREGACIÓN DE LA MUJER PESE AL INCREMENTO DE OPORTUNIDADES LABORALES

 

·        María de Jesús López Amador, del IIEc de la UNAM, apuntó que la discriminación hacia este sector de la población se hace patente en una alta explotación en la industria maquiladora

·        Participó en el Seminario Perspectiva de Género organizado por la ENTS

 

Las mujeres aún son objeto de segregación en el mercado laboral pese a que el fenómeno de globalización o integración mundial condujo al incremento significativo de oportunidades para ellas en este ámbito aseveró María de Jesús López Amador, académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

 

El impacto de la globalización en el ámbito femenino se manifiesta en una mayor contribución de éstas a la generación de la riqueza mundial, sin embargo la discriminación de que son objeto es patente: una alta explotación en la industria maquiladora y la segregación en las áreas productivas de punta.

 

Las mujeres, enfatizó López Amador, se incorporan de manera  desigual al “tren globalizador”, y si bien asumen mayores responsabilidades, éstas no sólo cumplen dobles, sino hasta triples jornadas laborales, añadió la economista universitaria.

 

Una de las principales componentes de la segregación laboral es la diferencia de percepciones salariales entre unas y otros a pesar de desenvolverse en ocupaciones similares, añadió María de Jesús López. A escala mundial las mujeres siguen ganando en promedio sólo entre el 50 y 80 por ciento de las percepciones salariales de los hombres, apuntó.

 

Históricamente –añadió- las mujeres se desempeñan en actividades de rango inferior a la jerarquía ocupacional de los hombres. Éstas, abundó, acceden en desigualdad de condiciones a los puestos de trabajo. Además, dijo, en lo que corresponde a la valoración profesional, las mujeres reciben salarios más bajos que los hombres para puestos similares.

 

El sector femenil tiene mayor presencia en los sectores de servicios o producción de alimentos, no así en aquellos sectores industriales de transporte o de servicios modernos, exclusivos para los varones. Es decir, “los sectores de punta, los de alta tecnología, son espacios masculinos y los menos calificados son femeninos”.

 

En América Latina, indicó, la participación de las mujeres en el sector económico se ha incrementado, no obstante dicha aún es baja en comparación con los países desarrollados. Es decir mientras que en la región alcanza el 40%, en Canadá y Estados Unidos es de 50%, y en la Unión Europea es del 70%.

 

En el Seminario Perspectiva de Género, organizado por la Escuela Nacional de Trabajo Social, López Amador mencionó que la protección social para las mujeres es menor a la de los hombres. Ello implica que todas aquellas políticas de Estado para proteger a la sociedad se han desmantelado y las mujeres se han visto mayormente afectadas.

 

“Han desaparecido guarderías, cocinas públicas, lecherías, etcétera, toda una serie de aspectos que permitían a las mujeres no traducir ese esfuerzo en sus escenarios privado y público”.

 

La seguridad social se ha visto desmantelada y son esas mujeres, las que no tienen seguro social ni una ley laboral que las proteja las más afectadas no sólo por el desempleo sino por la carencia de seguridad social.

 

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Continúa la segregación femenina: María de Jesús López, académica del Instituto de Investigaciones Económicas

 

María de Jesús López, del Instituto de Investigaciones Económicas, durante su participación en el seminario Perspectiva de Género

 

Pese a la globalización y al incremento de oportunidades para las mujeres, el género femenino sigue marginado afirmó María de Jesús López, del IIEc