Boletín UNAM-DGCS-810
EL CORREDOR BIOLOGICO MESOAMERICANO
CONSERVARÁ LA BIODIVERSIDAD, NO BUSCA DESARROLLAR EL SURESTE
·
El proyecto
tendrá un costo de 14.84 millones de dólares y será financiado por el Global
Environmental Facility
·
Jorge Soberón
dijo que la conservación de la biodiversidad no se puede alcanzar sin la
participación de los habitantes de la región
·
Margarita
Velázquez, del CRIM, opinó que la sustentabilidad debe concebirse como proceso
de rehabilitación del daño ambiental, pero también social
El Corredor Biológico
Mesoamericano en México, proyecto de la Comisión Nacional para el Conocimiento
y Uso de la Biodiversidad (Conabio), pretende conservar la variedad de la vida,
incluidos los ecosistemas terrestres y acuáticos, los complejos ecológicos de
que forman parte, la diversidad entre las especies y la que existe dentro de
cada una de ellas. No se trata de un programa de desarrollo para el sureste del
país.
Así lo aseguró el secretario
ejecutivo de la Conabio, Jorge Soberón Mainero, al participar en las Jornadas
Académicas del Posgrado. Diálogo entre campos disciplinarios, efectuadas en
esta ocasión en el auditorio Carlos Graef de la Facultad de Ciencias.
En el acto, el funcionario
aclaró que el Corredor es un proyecto por construirse con un fin biológico: la
conservación de la biodiversidad, meta que no se puede alcanzar sin la
participación de los habitantes de la región.
El Corredor,
aclaró, quiere hacer conservación tomando en cuenta factores sociales, de forma
tal que sean los grupos de las entidades involucradas quienes participen
directamente. Su éxito o fracaso se medirá en el deterioro de todos los
componentes de la diversidad y porque sea sustentable en todos sus ejes, uno de
ellos el social.
El proyecto se llevará a cabo
con financiamiento del GEF (Global Environmental Facility) por 14.84 millones
de dólares, los cuales se repartirán en siete años de trabajo, entre más de 120
comunidades y entre las actividades a realizar.
En opinión del doctor Soberón
Mainero este proyecto debe incidir, sobre todo, en una mejoría y un cambio de
las decisiones que se toman en la región involucrada.
Recordó que hace tres años el
Banco Mundial, y los programas de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y
para el Desarrollo, agencias “implementadoras” del GEF, promovieron la
presentación de proyectos de conservación.
De esa manera se estableció la
existencia de dos corredores biológicos
mesoamericanos: el centroamericano para los países del área, con un apoyo
económico equivalente a 15 millones de dólares, y el de México, con 14.8.
Hace dos años se inició la
fase preparatoria del proyecto en la cual hubo talleres y procesos de consulta
donde participaron organizaciones no gubernamentales locales, productores,
gobierno y académicos. El resultado de estos talleres es el diseño previo del
corredor. “En la actualidad estamos tratando de echarlo a andar”, aseveró.
La investigadora del Centro
Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM), Margarita Velázquez
Gutiérrez, mencionó que la sustentabilidad se ha pensado desde el aspecto
económico y ecológico, como meta del proceso de desarrollo para rehabilitar,
conservar y preservar la naturaleza.
Se ha puesto
énfasis en entender y analizar cuál es el conjunto de relaciones sociales y
culturales que están entretejidas en la producción de esos cambios ambientales
y a partir de los cuales también es posible alcanzar la preservación de los
recursos naturales. Es decir, se ha dado mayor atención a los medios para
alcanzar la sustentabilidad, y menor a contestar preguntas como quién usa los
recursos y por qué son utilizados de una u otra manera.
“Si seguimos pensando en
la sustentabilidad como una meta del desarrollo que significa progreso y
crecimiento económico, no llegaremos a ningún lado; necesitamos entenderla como
un conjunto de estrategias interconectadas que necesitan ser construidas en los
niveles micro, meso y macro, con el objeto de poner en marcha procesos de
transformación económicos y sociales sustentables”.
Debe ser concebida, agregó,
como un conjunto de procesos capaces de rehabilitar el daño ambiental,
conservar y preservar, y a la par, revertir el deterioro social que existe en
muchas de las comunidades.
La investigadora propuso trabajar
en el aspecto social del proyecto con base en cuatro temas: la participación
social, los derechos de propiedad, las instituciones comunitarias municipales y
estatales en las que se toman decisiones; y el contexto de la economía macro en
la cual el corredor quiere ser exitoso.
Gustavo Ramírez, director del Corredor Biológico
Mesoamericano en México, explicó que la idea del programa es construir un
esquema más amplio, incluyente y participativo, donde los diferentes actores de
la sociedad, las comunidades, el gobierno y la iniciativa privada cooperen en
la construcción de un bien: la conservación de la biodiversidad.
El objetivo es la conservación
y el uso sustentable de la biodiversidad en cinco corredores biológicos en el
sureste de México a través de la integración de criterios de conservación en
programas gubernamentales y en las prácticas locales de planeación y
desarrollo.
Los gobiernos, las
instituciones académicas y las organizaciones no gubernamentales están
rebasadas, por ello, la única forma posible de atacar el problema es un esquema
colectivo.
El corredor es una franja
entre áreas naturales protegidas. Es un instrumento de conservación y manejo de
recursos naturales mediante proyectos de desarrollo sustentable en las áreas
focales e integración de criterios de conservación.
El proyecto se efectuará en
dos fases en los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo y Yucatán, e
involucrará a los gobiernos federal, estatal y municipal, a organizaciones no
gubernamentales y sociales, además de la iniciativa privada e instituciones
académicas.
-o0o-
FOTO 1
El Corredor Biológico Mesoamericano es un proyecto de conservación
natural y no un plan de desarrollo, aclaró en la UNAM Jorge Soberón Mainero,
secretario ejecutivo de la Conabio.
FOTO 2
Arturo Argeta,
Jorge Soberón y Gustavo Ramírez, durante su participación en las Jornadas
Académicas del Posgrado, en la Facultad de Ciencias de la UNAM.