6:00 hrs. Agosto 19 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-798

 

EL CERTIFICADO DE INGRAVIDEZ, UNA FORMA DE DISCRIMINACIÓN: FLERIDA GUZMÁN

 

·        Al participar en el seminario “Perspectiva de género”, la académica de la ENEP Aragón destacó que en México esta práctica no es nueva

·        Dijo que en la actualidad las mujeres representan 34% de la población económicamente activa del país

 

Pedir a la mujer certificado de ingravidez para obtener empleo es algo que va en contra de la ley y es, al mismo tiempo, una forma de discriminación, afirmó Flerida Guzmán Gallangos, de la ENEP Acatlán.

 

Al dictar la conferencia Género y segregación laboral, la economista destacó que esta práctica no es nueva, ya que se aplica en muchas empresas desde hace varios años.

 

Incluso, indicó, hay algunas donde además de pedir este certificado, hacen firmar a las mujeres una carta donde se comprometen a no embarazarse durante el periodo por el cual son contratadas o de lo contrario esa sería una causa de despido.

 

En el marco del seminario Perspectiva de género, realizado en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, la académica destacó que muchas veces esta situación es vista como algo normal en nuestra sociedad.

 

“Se piensa que si una mujer está embarazada no trabaja bien, le da sueño y por lo tanto su rendimiento no es el mismo; por lo tanto, también se cree que no se es una empleada lo suficientemente capaz de desempeñarse en su área de trabajo”, dijo.

 

Ante esta situación, en el Foro Nacional de Justicia, organizado por el Instituto Nacional de la Mujer, se planteó la necesidad de crear una legislación que proteja a las mujeres de la discriminación a la cual están expuestas dentro del mercado laboral.

 

En este sentido, apuntó, se debe empezar por permitir el acceso a hombres  y mujeres  en todo tipo de actividades, de manera que se pueda establecer la equidad de género en cualquier trabajo.

 

El Estado, a través de la Secretaría del Trabajo, debería establecer normas, reglamentos y sanciones bajo los cuales puedan regirse las empresas.

 

Para ello, abundó Guzmán Gallangos, tendría que haber un cuerpo jurídico especialista en derecho laboral, pero con una perspectiva de género. Con ello, la mujer ya contaría con espacios para denunciar los casos de discriminación y llevaría su queja ante un tribunal donde se le dé seguimiento a sus demandas.

 

De hecho, mencionó, la no denuncia de las mujeres y no contar con espacios para hacerlo, propicia que no se capte esta problemática en números reales.

 

Sin embargo, refirió, se sabe que la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo ha crecido en las últimas décadas. “En 1960 el 19 por ciento de la población económicamente activa eran mujeres, hoy en día representan el 34 por ciento”.

 

Aún así, aseveró, todavía se discrimina a la mujer que tiene capacitación, experiencia laboral y una preparación profesional, lo cual origina un importante desperdicio de recursos humanos, porque no se aprovecha todo el potencial de estas personas.

 

Así, concluyó, a pesar de que las mexicanas cada vez nos preparamos más, desgraciadamente esto no se plasma en mejores puestos, jornadas de trabajo y salarios.

 

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PIES DE FOTO

 

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Flerida Guzmán, de la ENEP Aragón, afirmó que solicitar a la mujer certificado de no gravidez al solicitar empleo, es una discriminación y  un acto que va contra la ley.

 

 

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Necesaria una legislación que proteja a las mujeres de la discriminación a la cual están expuestas dentro del mercado laboral, señaló Flerida Guzmán, de la ENEP Aragón.