21:00 hrs. Agosto 16 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-791

 

 

INSUFICIENTE EL ANÁLISIS REALIZADO SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL Y EL NACIONAL

 

·        Sergio García Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, indicó lo anterior

·        Emitió su opinión en la Mesa Redonda México y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos

·        Organizaron el evento la Facultad de Derecho de la UNAM y la Comisión Nacional de Derechos Humanos

 

El Derecho Constitucional mexicano “no ha alcanzado todavía la madurez que requiere el análisis de las relaciones entre derecho internacional y derecho nacional, cualquiera que deba ser la solución. De hecho, últimamente “no nos hemos planteado en serio y a fondo este tema”, afirmó Sergio García Ramírez, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.

 

Al participar en la Mesa Redonda México y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, organizado por la Facultad de Derecho (FD) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), destacó que uno de los grandes temas jurídicos de nuestro tiempo es la relación entre derecho nacional y el derecho internacional, por lo cual existe la necesidad de revisar cuidadosamente las conexiones entre uno y otro orden jurídico.

 

En el Auditorio Eduardo García Máynez de la FD, precisó además, que “si va a haber –y las tenemos enfrente– sentencias de carácter internacional emitidas por tribunales de esas características que afecten al Estado mexicano, debe reconocerse la situación mencionada para proveer las vías adecuadas para recibir esas sentencias”.

 

Añadió, por otra parte, que no todos los países de América forman parte de la Convención Interamericana de Derechos Humanos, en el sentido de que no la han suscrito o ratificado, tales como Estados Unidos, Canadá y algunos países caribeños, lo que significa un vacío “que no deja de herir al sistema interamericano”.

 

En el caso de México, subrayó, dio un gran paso adelante al aceptar hace unos años la competencia contenciosa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, es decir, “reconocer la posibilidad de ser demandado ante aquélla por violación de derechos humanos”.

 

Jorge Ulises Carmona Tinoco, director para los Casos Individuales en Materia de Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, en su oportunidad, destacó que en el ámbito internacional, nuestro país ha tenido una participación constante, activa y decidida a favor de los derechos fundamentales, la cual se manifiesta en tres direcciones complementarias.

 

La primera de esas direcciones, es la adopción de compromisos internacionales, a través de la ratificación de tratados y el establecimiento de criterios judiciales a favor de tales derechos; en segundo lugar, en la colaboración con los órganos de supervisión del sistema interamericano, o sea, los procedimientos y mecanismos ante la Comisión y la Corte Interamericana, y, finalmente, en la promoción de la participación de destacados juristas mexicanos en la integración de órganos internacionales de esa naturaleza.

 

El también profesor de posgrado de la FD de la UNAM, señaló que, hasta ahora, existen cuatro mecanismos para supervisar el cumplimiento internacional de las obligaciones de los Estados en materia de derechos humanos.

 

Dichos mecanismos son: la presentación de informes periódicos, la visita al territorio de las propias naciones, con el fin de criticar in situ esta situación; la posibilidad de tramitar peticiones en casos específicos ante órganos facultados para emitir recomendaciones  dirigidas a los países, y, por último, el establecimiento de verdaderos procesos internacionales con base en casos concretos ante órganos jurisdiccionales internacionales.

 

Por su parte, Ulises Canchola Gutiérrez, director general de Asuntos Internacionales de la Secretaría Ejecutiva de la CNDH, precisó que el reto principal que enfrentan las instituciones nacionales protectoras y promotoras de derechos humanos en el ámbito internacional es consolidar su participación en los mecanismos y en los procesos de promoción y protección de los derechos humanos, los cuales son muy variados, ver cuáles es la función y cómo puede ser mejor la función que realizan.

 

Identificó dos objetivos para tratar de superar este reto. En primer lugar, las instituciones nacionales deben procurar identificar y encontrar en el exterior más y mejores herramientas para realizar de forma más eficiente la labor que desempeñan a nivel nacional.

 

“No se vale –por así decirlo- que una institución vaya a un foro internacional a denunciar solamente al gobierno de su país, es decir, debe buscar también en el ámbito internacional una herramienta que le sirva para ser más fuerte en el ámbito nacional”.

 

Por último, resaltó Canchola Gutiérrez, el segundo objetivo es contribuir, precisamente, al fortalecimiento de los mecanismos internacionales existentes.

 

 

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