15:00 hrs. Agosto 15 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-783

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EL MACHISMO, UNA RESPONSABILIDAD  SOCIAL: CAROLINA GRAJALES

 

·        Al participar en el seminario Perspectiva de Género, la académica de la ENTS dijo que las mujeres han sido educadas en una sociedad reproductora de valores machistas

·        Es mediante la educación formal y no formal como se reproduce y transmite, de una generación a otra, la concepción de género

 

Hasta hoy, hay quienes todavía piensan que el machismo es culpa de las mujeres, con lo cual se pretende deslindar la responsabilidad social, afirmó Carolina Grajales Valdespino, de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).

 

Sin embargo, es un hecho que generación tras generación las mujeres hemos sido educadas en una sociedad que reproduce los valores machistas, afirmó.

 

Al participar en el seminario Perspectiva de género, organizado por el Centro de Estudios de la Mujer de la ENTS, la académica dijo: “si aceptamos que el género es histórico y no natural, entonces se trata de algo aprendido. El instinto materno no existe, nos lo enseñan desde que nacemos”.

 

Así, mientras a las mujeres se les educa y condiciona para jugar un rol pasivo, de atención a los demás, de dependencia económica y emocional, de sumisión, seducción y utilización del afecto para interrelacionarse, a los hombres se les ha condicionado y educado en un papel activo de busca de metas, independencia, autoridad, capacidad de decidir, conquistar y reprimir sus expresiones de afecto, ternura, miedo, dolor, etcétera, señaló.

Esa construcción social, puntualizó, es la que indica la manera de ser, pensar y comportarse de una mujer y un hombre en su interacción con la sociedad.

 

Entonces, refirió, es a través de la educación formal y no formal, recibida en la familia, la escuela, las religiones, los medios masivos de comunicación, como se reproduce y transmite, de una generación a otra, esa concepción de género.

 

La coordinadora de Promoción de Servicios de Salud y Educación Popular AC agregó: “la sexualidad que se nos enseña, más bien está enfocada a la genitalidad; por ello, en una sociedad como la nuestra se cree que debe realizarse de manera privada, a escondidas, incluso ha llegado a verse como algo vergonzoso, cargado de culpabilidad”.

 

Así, el comportamiento sexualmente aceptado para los hombres y las mujeres, condiciona en gran medida las visiones femeninas y masculinas del mundo, mencionó.

 

A las mujeres, abundó, se les ha educado para ser buenas madres, esposas y amas de casa. “Su cuerpo, es un cuerpo social entrenado para otros, algo que le ha sido expropiado”.

 

En ese contexto, manifestó, la sexualidad no reproductiva se ha mantenido en el silencio y un tanto olvidada. Por ejemplo, el siglo XX estuvo marcado por el rechazo social hacia prácticas como la prostitución, la homosexualidad o el aborto, porque éstas dejaron ver relaciones cuyo único fin era el placer y por lo tanto fueron consideradas antinaturales y pecadoras.

 

Estas posiciones, destacó, tienen sus orígenes en la influencia judeo-cristiana, donde la única sexualidad aceptada es la que se da en el marco del matrimonio, cuyo fin es tener hijos e hijas.

 

El conocimiento de nuestra sexualidad apenas empieza, por ello, para ambos géneros esta práctica debe incluir sentimientos, sentidos, pensamientos y acciones.

 

La sexualidad, concluyó, debe expresase en múltiples formas y actitudes, con todo nuestro cuerpo y no sólo ser vista como algo privativo de una parte de nuestro cuerpo.

 

 

 

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Responsabilizar a la mujer por el machismo es pretender deslindar la responsabilidad social dijo Carolina Grajales Valdespino, académica de la UNAM.

 

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La educación que ofrece la sociedad a la mujeres reproduce los valores machistas aseguró la catedrática de la UNAM Carolina Grajales Valdespino.

 

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Carolina Grajales Valdespino, profesora de la UNAM, al participar en el seminario “Perspectiva de Género” en la Escuela Nacional de Trabajo Social.