Boletín UNAM-DGCS-766
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EN MEXICO SE REGISTRAN POCOS CASOS DE MALARIA
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La enfermedad no se puede erradicar,
pero son aislados los fallecimientos por esa causa: Filiberto Malagón
Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Malariología de la Facultad de Medicina de
la UNAM
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Señaló que afecta a hombres y
mujeres por igual, aunque son más vulnerables los niños menores de cinco años
A pesar de que en el país se registran pocos
casos de malaria y la mayoría de éstos son del tipo menos virulento, se puede
considerar como potencialmente afectable entre el 50 y el 58% por ciento del
territorio nacional, sobre todo la zona costera, situada hasta mil 500 metros a
nivel del mar.
El jefe del Laboratorio de Malariología de la
Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Filiberto Malagón Gutiérrez, informó
también que aun cuando no es posible erradicarlo son aislados los
fallecimientos como consecuencia de este padecimiento.
La infección, destacó, ataca a mujeres y
hombres por igual, pero los más vulnerables son los niños de seis meses de
nacidos a cinco años de edad y las mujeres embarazadas. Precisó que de manera
oficial en México se reportan entre seis mil y 10 mil casos anuales.
El especialista en parasitología médica
advirtió que uno de los principales problemas es que la naturaleza no produce
ningún tipo de resistencia o inmunidad de carácter estéril a esta enfermedad.
Subrayó que el brote se da por lo regular
durante el verano y el otoño, esto es, después de la temporada de lluvias,
época en que aumenta la cantidad de mosquitos transmisores.
En el ámbito internacional, reveló, la malaria
está distribuida en 100 países de las regiones tropicales del planeta. Al año,
se registran entre 200 millones y 300 millones de casos, y mueren entre dos millones
y tres millones de personas. Sin embargo, el 90% de los fallecimientos ocurren
en África y el 10% en el resto de las naciones con posibilidad de transmisión.
Por estar considerada como la enfermedad
parasitaria más importante del mundo, es prioritaria en las zonas endémicas,
independientemente del número de muertes. Las personas que padecen de malaria
sufren estragos importantes porque queda afectada su salud al existir la
posibilidad de que resurja el cuadro clínico en cualquier momento e, incluso,
puede convertirse en crónica.
El investigador especificó que el parásito se
adapta en forma gradual y lenta al organismo de manera que después de varios
años lo retiene aunque no esté infectado.
El especialista explicó que la malaria se
transmite de una persona a otra, a través del mosquito del género Anopheles. De
las 600 especies existentes y que pueden propiciar el contagio de la infección,
en México sólo hay cuatro con estas características: albimnus,
pseudopunctipennis, aztecus y quadrimaculatus.
La distribución de la malaria en México es de
acuerdo con la especie del mosquito que se trate porque mientras unas se dan en
áreas restringidas otras en todo el país.
Así, el mosquito Anopheles pseudopunctipennis
tiene una amplia distribución. Se halla en perímetros con una altura aproximada
de mil 500 metros sobre el nivel del mar, y es la especie que más transmite la
malaria en el país.
La albimnus se ubica en las zonas que están a
250 y 300 metros sobre el nivel del mar; la aztecus en el altiplano mexicano,
por eso en los años 40 se generó un brote en el Distrito Federal, y la
quadrimaculatus se distribuye en el norte del continente, motivo por el cual
llega a Tamaulipas procedente de Nueva York.
Malagón Gutiérrez expuso que las lluvias y huracanes provocan los brotes epidémicos, como fue el caso de Oaxaca donde hace unos años se reportaron más de 10 mil casos de malaria de un momento a otro. Esto significa, que el aumento de enfermos de este padecimiento depende de las condiciones climáticas del año.
La malaria, abundó, es un padecimiento
típicamente febril, inicia con calosfríos, fiebre y sudoración profusa; además,
puede presentar vómito, diárrea, náuseas y dolores de cabeza. Al desarrollarse
presenta cuadros agudos y paroxismos.
Por los síntomas, indicó, la malaria se
confunde en principio con otras enfermedades como las gastrointestinales o
respiratorias. En muchas ocasiones, incluso, se toma como tifoidea.
Pero, dijo, es una infección submicroscópica
porque puede tener un número tan reducido de parásitos que no se alcanzan a
observar en el microscopio durante la revisión de la sangre.
Filiberto Malagón apuntó que hay cuatro tipos
de parásitos Plasmodium que provocan la malaria: falciparum, vivax, malariae y
ovale. Este último sólo se encuentran en África y Filipinas.
La malaria por falciparum, manifestó, es la
especie más agresiva de parásitos, predomina en África y provoca la mayor
cantidad de muertes. En América y México existe, pero en los últimos años se ha
reducido en forma importante.
En nuestro país, añadió, el mayor número de
casos registrados es por malaria causada por el parásito vivax, el cual también
domina toda América y es menos virulento. La enfermedad provocada por el
malariae se presenta donde está la falciparum, pero su producción es incierta.
En México en raras ocasiones se detectan personas con este tipo de
padecimientos.
El académico comentó que el tratamiento más
común que se aplica para combatir la malaria es tomar cloroquina y alimequina.
Pero, el primero de estos medicamentos ya no da resultado para las personas que
tienen malaria por falciparum porque la cepa aprendió a resistir.
El problema, dijo, es que no existen medicinas con características tan importantes que permitan combatir los cuadros maláricos. La más reciente es la ortemicinina, la cual tiene resultados ventajosos en el tratamiento de la malaria.
Filiberto Malagón señaló que en las
Investigaciones en el Laboratorio de Malariología está en fase experimental la
hipótesis de que la malaria se contagia a través de la boca, por lo que puede
persistir en la naturaleza sin necesidad de que haya mosquitos.
Detalló que la persona huésped puede ser
contagiada de malaria al tragar la carne cruda o mal cocida de un animal
infectado. Esto abre la posibilidad de que la enfermedad entre en las cadenas
alimentarias y, de acuerdo con la intensidad en el tipo de transmisión, las
medidas de control del mosquito nunca serían exitosas porque la enfermedad
estaría en el ambiente.
De comprobarse esta teoría, advirtió, aunque se
llegara a erradicar el mosquito el mecanismo de ingesta de animales infectados
continuará en la naturaleza.
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FOTO 1
El jefe del Laboratorio de Malariología de la Facultad de Medicina (FM)
de la UNAM, Filiberto Malagón Gutiérrez, informó que entre el 50 y 58% del
territorio nacional es considerado potencialmente malárico.
FOTO 2
Filiberto Malagón Gutiérrez, jefe del Laboratorio de Malariología de la
Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, señaló que aun cuando no es posible
erradicar la malaria en México, los fallecimientos son aislados.