6:00 hrs. Julio 25 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-721

 

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COLABORA LA UNAM CON EL INSTITUTO MEXICANO DEL PETRÓLEO EN EL DESARROLLO DE NUEVOS CATALIZADORES

 

·        El objetivo, aprovechar las reservas de crudo pesado que posee el país: Jorge Ramírez Solís, de la Facultad de Química

·        La Universidad Nacional ayuda en la generación de combustibles más limpios

 

La Unidad de Investigación en Catálisis (UNICAT) de la Facultad de Química de la UNAM, colabora con el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), en el desarrollo de nuevos catalizadores que permitan aprovechar las reservas de crudo que posee México.

 

El jefe de la UNICAT,  Jorge Ramírez Solís, señaló que la mayor parte de las reservas petroleras del país son de crudo pesado, es decir, tienen altas concentraciones de contaminantes -compuestos de azufre y nitrógeno, además de metales pesados-, que necesitan ser eliminadas, no sólo para permitir la producción de gasolinas y diesel competitivos, sino para cumplir con la normatividad ambiental.

 

Recordó que la restricción de las concentraciones de azufre en los combustibles es cada vez más estricta. En 1995 era de 500 partes por millón; para el 2005 será tan sólo de 50 partes por millón. El reto para países como México, que deben procesar su crudo pesado, consiste en eficientar los procesos de refinación del petróleo mediante el desarrollo de catalizadores más activos, entre otras acciones.

 

En uno de los mejores laboratorios de catálisis del país, comparable e incluso superior a muchos a escala internacional, el doctor Ramírez Solís dirige un grupo multidisciplinario dedicado a proponer soluciones a problemas de interés nacional, como el mejoramiento de los sistemas catalíticos.

 

Debido a la baja calidad de sus reservas de petróleo, México debe impulsar el desarrollo de nuevas tecnologías. De no ser así, tendrá que vender a bajo costo su gasolina para que en el extranjero la procesen y la regresen limpia. "Eso no es aceptable. Por ello, colaboramos en proyectos prioritarios del IMP para la reducción de azufre en las gasolinas y diesel, y en la transformación de crudos pesados en ligeros".

 

Aclaró que se estableció una sinergia entre el conocimiento fundamental que los universitarios pueden aportar  y el desarrollo tecnológico que ese Instituto posee para escalar las nuevas formulaciones a nivel de planta piloto e industrial.

 

Dijo que el problema del azufre en los combustibles es grave desde el punto de vista ambiental. Se trata de limpiar el hidrocarburo que ya se usa, porque los óxidos de azufre en la humedad del ambiente se convierten en ácido sulfúrico o lluvia ácida, cuyas consecuencias son el daño o destrucción de bosques, entre otras.

 

El especialista dejó en claro que en la actualidad Petróleos Mexicanos Pemex) cumple con las restricciones ambientales impuestas, lo que significa que la cantidad de azufre de los combustibles está dentro de la normatividad dictada, aunque en unos años se volverá más estricta. Por ello, "esa es nuestra labor desde la Universidad Nacional: ayudar a generar combustibles más limpios".

 

Para obtener combustibles de alta calidad, opinó el especialista, se requerirá de una mezcla de catalizadores: dedicados a la eliminación del azufre, útiles en la hidrogenación y eficaces en la eliminación de metales pesados.

 

En la UNICAT, informó, surgió una nueva propuesta: catalizadores modificados con titania, los cuales resultaron "interesantes y eficientes". El óxido de titanio, al ser un semiconductor, permite el contacto eléctrico de partículas de fase activa que se encuentran en sitios diferentes de la superficie.

Además de esta ventaja, promueve las reacciones químicas, optimiza la densidad electrónica en el sistema catalítico y facilita la generación de sitios activos en la superficie, o sea, mejora el comportamiento de los catalizadores.

 

Estos instrumentos con titanio, estudiados por primera vez en la década de los 80 por Ramírez Solís, tienen la posibilidad de aplicación en el procesamiento de crudos pesados. "Somos uno de los pocos grupos que no sólo conoce estos sistemas, sino que continuamos su análisis con éxito".

 

Las aportaciones de los universitarios también se dan en otros rubros. Para disminuir la contaminación, refirió el académico, se tomaron acciones como la instalación de mofles catalíticos en los autos, aunque son "envenenados" de forma parcial por los compuestos de azufre de la gasolina.

 

De ahí, la necesidad de eliminar esos compuestos de los combustibles,  para que los mofles cumplan en forma óptima su función. Las condiciones de combustión mejorarán en términos generales y los compuestos aromáticos -presentes en la gasolina- mal quemados y precursores de cáncer, disminuirán.

 

Jorge Ramírez explicó que el aprovechamiento del crudo pesado no es fácil, se caracteriza por el gran tamaño de sus moléculas y por su alto punto de ebullición. Su aprovechamiento implica romper esas moléculas y eliminar la cantidad de contaminantes que contienen, además de los metales pesados.

 

La meta, resaltó, es aprovechar el petróleo de mediana o mala calidad, mediante su transformación, en un recurso capaz de ser procesado por todas las refinerías, hecho que en la actualidad no ocurre, pero ya se estudia en el IMP.

 

Para que la UNICAT colabore con mayor efectividad en el estudio de todos estos problemas requiere de mayores recursos, tanto para espacios como para nuevo equipamiento, finalizó.

 

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Jorge Ramírez Solís, jefe de la Unidad de Investigación en Catálisis de la Facultad de Química dijo que ahí se desarrollan nuevos catalizadores para aprovechar las reservas de crudo.

 

 

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Es labor de la UNAM ayudar a generar combustibles más limpios, afirmó Jorge Ramírez Solís, jefe de la Unidad de Investigación en Catálisis de la Facultad de Química.