6:00 hrs. Julio 21 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-709

 

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LA MUJER Y EL NIÑO, PRINCIPALES  VÍCTIMAS DE VIOLENCIA FAMILIAR

 

·        Adriana Carmona López, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, señaló que el 89.9% de los casos denunciados son de agravios contra mujeres

·        Para erradicar este problema se deben impulsar políticas públicas integrales, precisó

 

El 89.9% de los casos denunciados de violencia familiar son relacionados con agravios a mujeres, debido a que dentro de ese núcleo se ejerce el abuso de poder por parte del varón, sobre todo por el esposo. Sin embargo, el fenómeno se vuelve una espiral porque, como consecuencia, la madre agrede a los hijos y éstos al padre cuando es adulto mayor, aseguró la académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS) de la UNAM, Adriana Carmona López.

 

A pesar de que siempre ha existido violencia familiar, explicó, fue hasta los años 90 cuando en México se empezó a tratar el tema, tanto por la legislación como por las políticas públicas. Recalcó que a pesar de que los esfuerzos deben ser constantes, amplios e integrales, todavía no se dan.

 

En entrevista, resaltó que se deben impulsar políticas públicas integrales mediante diferentes servicios, sobre todo psicológicos, de trabajo social y legales para erradicar la violencia familiar. Sin embargo, afirmó, no habrá justicia mientras no se generen ni respeten medidas de protección y asistencia adecuadas y se aplique la ley.

Informó que de acuerdo con cifras del Consejo de Asistencia y Prevención de Violencia Familiar (CAVI), agencias especializadas de menores y delitos sexuales, así como de las Unidades de Atención a Violencia Familiar, las mujeres son las más agredidas. El Servicio Médico Forense (Semefo) reportó que el 90% de mujeres mueren como consecuencia de la violencia.

 

Le siguen los niños y los adultos mayores. Estos últimos son golpeados por sus hijos de más de 40 años: el 5% de los agredidos son mujeres y el 13% hombres. Ello refleja, precisó la investigadora, la raíz cultural: "la madre es sagrada" y se le agrede menos, mientras al padre se le ataca con mayor facilidad cuando se vuelve vulnerable y deja de tener el poder.

 

Adriana Carmona subrayó que los menores son los que viven más el drama de la violencia familiar por estar indefensos y en manos de su agresor. La única defensa, en el caso de presentarse la denuncia, es la sanción penal.

 

La especialista en violencia familiar mencionó que de acuerdo con cifras de Niñotel -línea telefónica a través de la cual se denuncia el maltrato infantil y su tipo y que clasifica quién reporta la llamada- el mayor registro es la agresión física, por golpes.

 

Así, se reportaron 103 llamadas de maltrato a niños de 0 a 4 años de edad; 86, de infantes de 5 a 9 años; 77 telefonemas, de menores de 10 a 14, y 177 llamadas, de adolescentes de 15 a 19 años. Es decir, la mayor agresión la sufren los más pequeños y los mayores.

 

Carmona López comentó que se debe romper el mito de que a la mujer le gusta que la golpeen, pues entre los principales obstáculos se encuentran la formación de roles estereotipados como la obediencia, la sumisión y la abnegación. El hombre, por su parte, es el agresor, proveedor y protector de la familia.

 

El 90% de hechos de violencia contra la mujer tiene que ver con su pareja: esposo, concubino, amante, o ex; las edades entre las que empiezan a tener la relación afectiva son entre 18 y 45 años. En la mayoría de los casos se trata de personas que fueron golpeadas por sus padres, hermanos o madres. El maltrato se da en cualquier estrato social, pero las que tienen recursos económicos no denuncian y asisten a instituciones de salud privadas.

Aclaró que también existen situaciones donde la mujer maltrata a su pareja. El 5% de los casos recibidos en las Unidades de Atención a Violencia Familiar son de este tipo. Las esposas golpean a sus maridos con el sartén, los encierran en una habitación o abusan sexualmente de ellos. Pero la peor agresión es la psicológica mediante amenazas, o el silencio.

 

De acuerdo con distintas investigaciones, sostuvo la especialista, los niños que sufren de violencia familiar, cuando son adultos se convierten en hombres golpeadores y mujeres maltratadas. Esto es: la situación se vuelve costumbre.

 

El mayor número de mujeres víctimas de violencia familiar tienen como ocupación principal el hogar. De acuerdo con información recabada en las Unidades, el 19% de los casos recibidos estudiaron primaria completa y el 8%, incompleta; otro 8% nivel medio superior completo y 6% incompleto; 13% cursaron el grado técnico completo y 4% incompleto; el 24% secundaria completa y 7% incompleta; 6% licenciatura completa y 2% incompleta, y 3% no tuvo instrucción.

 

La catedrática de la ENTS planteó que la ley contempla dos tipos de maltrato: uso de la fuerza por parte de un miembro de la familia o persona con la que convive y la agresión física, sexual o emocional, que se desarrolla dentro o fuera del domicilio.

 

La agresión física y sexual por lo general es consecuencia de la celopatía, es decir, de los celos excesivos de la pareja lo que lo puede llevar a cometer graves acciones de violencia. Entre el 80 y 90% de los casos son por esta causa.

 

La especialista en derecho procesal penal expuso que en el encuentro para prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia hacia la mujer, conocido como la Convención de Belén de Pará, realizada en Brasil, se estableció la obligación del Estado de prevenir este fenómeno, el cual se desarrolla en los ámbitos privado y público.

 

En un intento por acatar el ordenamiento internacional, agregó, México elaboró la Ley de Asistencia y Prevención para la Atención de la Violencia Familiar, pero omite referirse en forma específica a la mujer y amplía la cobertura a todas las personas.

 

Al mismo tiempo, abundó, se empiezan a crear tipos penales específicos para atender este problema. Es a partir de 1997 cuando se realiza la modificación al Código Civil del Distrito Federal, donde se establece como causal de divorcio la violencia familiar y se crea el delito de violencia como tal.

 

Además de la del Distrito Federal, dio a conocer que sólo en 16 entidades federativas se cuenta con una legislación en materia de violencia familiar. Entre ellos sobresalen Querétaro, Guerrero, Morelos y Jalisco. En éste último era la Iglesia la que se oponía con la excusa de que tratar el tema era terminar con la integridad de los hogares.

 

La encargada de las Unidades, informó que en más del 80% de los casos recibidos se resolvieron por convenio, mientras el 20% fueron situaciones salvables.

 

Pero, no siempre se tiene la oportunidad de intervención para lograr resultados óptimos. También hay casos donde la situación de violencia es tan alta que ya no tiene solución, indicó.

 

Debido a que este problema tiene dimensiones de todos los niveles, consideró que el reto es generar leyes que permitan a la autoridad competente intervenir según el índice de violencia detectado, además de políticas públicas que complementen esta medida.

 

Comentó que aun cuando ya existen Unidades en las 16 delegaciones políticas, es necesario fortalecerlas para lograr que sean eficientes.

 

 

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El 89.9% de los casos denunciados de violencia familiar lo realizan mujeres, pues dentro de ese núcleo hay abuso de poder por parte del varón, aseguró Adriana Carmona López, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM

 

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Adriana Carmona López, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, señaló que como consecuencia de la violencia familiar que sufre la mujer, ésta agrede a sus hijos y éstos al padre cuando es adulto mayor