14:00 hrs. Julio 20 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-706

 

 

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Pies de foto al final del boletín

BENÉFICO, QUE LOS NIÑOS ASISTAN  A CURSOS DE VERANO

 

·        Les fomentan la socialización y conocen ambientes distintos a los cotidianos

·        Sin embargo, no debe abarcar todo el periodo vacacional porque también necesitan tiempo de descanso

·        Abordaron el tema María Eugenia Martínez Compeán y Patricia Moreno Wonchee, de la Facultad de Psicología de la UNAM

 

Es recomendable que los niños tomen cursos de verano, porque les fomenta la socialización la cual es parte importante del desarrollo cognitivo y psicomotriz coincidieron en señalar María Eugenia Martínez Compeán y Patricia Moreno Wonchee, de la Facultad de Psicología (FP).

 

Martínez Compeán, jefa del Departamento de Psicología Educativa, precisó que, sin embargo, “hay que saber elegir a dónde se lleva a los infantes, ofrecerles diferentes opciones y escuchar a los hijos”.

 

Cada verano, recalcó, hay mayor oferta de este tipo de cursos y por eso a veces se dificulta hacer una buen elección en donde no se aburran, aprendan, participen y convivan. “No obstante, el peor sería escoger una extensión de la escuela”.

 

Consideró que esas actividades se pueden entender desde dos puntos de vista: por un lado está la necesidad de los padres de familia que no tienen vacaciones en esos periodos y requieren alternativas para entretener a sus hijos en lugares seguros, y por otra parte de debe tener en cuenta que su estancia debe ser útil para los niños, sin que signifique continuidad de los programas educativos.

 

“Deben ser espacios donde desarrollen otras habilidades, ya sean lúdicas o complementarias al curriculum escolar, por ejemplo artísticas, deportivas, musicales, de sensibilización fotográfica o de apreciación de cine. Actualmente se ha diversificando mucho la función de los cursos de verano”, subrayó.

 

Algo que no debe ocurrir, recalcó, es ocupar todo el periodo vacacional con cursos de verano, porque los infantes también necesitan descanso y espacio para ellos. “No deben pasar de una escuela a otra escuela, aunque sean recreativas. Ellos tienen el derecho a decidir, y para ello hay que presentarles opciones. Es recomendable negociar la decisión final”.

 

A su vez, Patricia Moreno Wonchee expresó que cuando los niños se quedan en casa y sus padres siguen trabajando, su opción es ver televisión la mayor parte del día y por lo regular reciben educación de mala calidad a través de los programas que se trasmiten.

 

Los niños, acotó, necesitan espacios para moverse con libertad y descansar, requieren de tiempo para convivir en familia y en su entorno.

 

Añadió que muchos cursos de verano incluyen visitas guiadas a museos u otros lugares de interés, en los cuales aprenden y conocen otros aspectos que tal vez sus padres nos les enseñarán, además de que les permiten entrar en contacto con más gente y enfrentar diversas situaciones.

 

En la Universidad Nacional, concluyó, los cursos de verano que se imparten ofrecen una amplia gama de opciones en el Museo Universitario UNIVERSUM, el MUCA y Pumitas, entre otros.

 

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Pies de foto

 

 

 

Patricia Moreno Wonchee y María Eugenia Martínez Compeán, de la Facultad de Psicología, recomendaron que los niños asistan a cursos de verano porque fomentan la socialización

 

 

 

La socialización es parte importante del desarrollo cognitivo y psicomotriz en los infantes, por lo cual deben ofrecerles cursos de verano coincidieron en señalar Patricia Moreno Wonchee y María Eugenia Martínez Compeán, de la Facultad de Psicología,