Boletín UNAM-DGCS-694
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EN EL SINDICALISMO UNIVERSITARIO LAS CUESTIONES
ACADÉMICAS DEBEN ESTAR AL MARGEN DE LA CONTRATACIÓN COLECTIVA
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Así lo afirmó José Dávalos, de la FD, durante la clausura del diplomado Relaciones laborales en las universidades e instituciones de educación
superior, autónomas por ley
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Los sindicatos deben centrar sus energías en el mejoramiento de las
condiciones de trabajo de sus agremiados, señaló
El sindicalismo
universitario debe centrar sus energías en el mejoramiento de las condiciones
de trabajo de sus agremiados, ésa es su función natural y legítima, pero con respeto,
en todo momento, de las cuestiones académicas, afirmó José Dávalos Morales,
profesor emérito de la Facultad de Derecho (FD).
En ese sentido,
subrayó, los esfuerzos por la excelencia académica de las universidades deben
mantenerse al margen del “estira y afloja” de una contratación colectiva.
En el marco de la
clausura del diplomado Relaciones
laborales en las universidades e instituciones de educación superior, autónomas
por ley, organizado por la FD, Dávalos dijo que los aspectos académicos deberán
resolverlos las comunidades académicas de cada universidad.
Si se llegaran a incluir en el contrato colectivo,
advirtió, las cláusulas correspondientes serán nulas por estar en franca
contradicción con el texto y el espíritu de nuestra Constitución.
Por ello, consideró,
los sindicatos universitarios no deben distraerse en asuntos que no les
competan, tales como cuestiones relacionadas con la academia y la política.
Los sindicatos,
señaló, deben participar en la política, pero entendida como la promoción del
bienestar de sus agremiados. Su función no es militar en un partido, porque esa
actividad hace que pierdan su misión específica.
En nuestro país,
agregó, la combinación de la política con la vida sindical ha resultado
desastrosa, dijo y se preguntó: “¿Cuántas veces, esta relación ha terminado en
la corrupción; en sindicatos cuyos miembros pertenecen a un partido político;
oscuros acuerdos en los cuales el apoyo electoral se ampara y se paga con
puestos públicos, de lo cual los menos beneficiados son los trabajadores?”
Los agremiados,
sostuvo, necesitan verdaderos representantes y en ese contexto, a la vida
sindical le hace falta nutrirse de representatividad y democracia.
“Sin estos elementos,
los sindicatos se convierten en simples caricaturas manipulables o en
instrumento de intereses extrauniversitarios”, sostuvo.
En el auditorio Dr. Antonio
Martínez Báez, del posgrado de la FD, Dávalos Morales indicó que la
solución a este problema la tienen en sus manos los trabajadores universitarios,
quienes “deben comprender que nadie hará lo que ellos no quieran hacer por
ellos mismos”.
Dijo que en ningún
caso los contratos colectivos deben contener la cláusula de ingreso o de
preferencia sindical, ni la de separación para el personal académico.
Sería catastrófico,
sostuvo, que los profesores e investigadores fueran de manera necesaria
militantes de un partido político determinado, de un credo religioso específico
o amigos de los líderes sindicales.
Por eso, reiteró, los
aspectos académicos no forman parte de las relaciones laborales, “jamás las
cuestiones académicas deben estar en la mesa de la negociación laboral y
corresponde solamente a las universidades e instituciones autónomas, por ley,
regular esas cuestiones”.
Las relaciones
laborales en las universidades son el andamiaje que da apoyo a la vida
académica, la cual es la esencia de las universidades, puntualizó.
A la Universidad,
refirió, nada de lo humano le es ajeno. Esa es su esencia, su quehacer
cotidiano y esto influye de manera directa la forma en que se desarrollan las
relaciones laborales entre la institución y sus trabajadores.
Así, concluyó, aunque
ha habido y hay problemas entre las autoridades y sus trabajadores, ya existen
formas para resolverlos dentro de la razón y a la luz de la ley y de los
estatutos laborales que los trabajadores saben defender y las autoridades han
de respetar.
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Los
sindicatos deben centrarse en mejorar las condiciones de trabajo de sus
agremiados, señaló José Dávalos, de la Facultad de Derecho