15:00 hrs. Julio 11 de 2001


Boletín UNAM-DGCS-680

FOTO 1

FOTO 2

FOTO 3

 

 

LA UNAM RINDIÓ HOMENAJE A MARIO DE LA CUEVA EN EL CENTENARIO DE SU NATALICIO

 

·        El rector Juan Ramón de la Fuente y cinco ex rectores encabezaron la ceremonia en el auditorio de la Coordinación de Humanidades

·        De la Cueva representa una energía moral para los universitarios, afirmó Jorge Carpizo

·        Su trayectoria en la institución, paradigma útil al proceso de reforma que llevará adelante la Universidad Nacional, añadió

 

Con motivo del centenario del natalicio del jurista Mario de la Cueva y de la Rosa, el rector Juan Ramón de la Fuente y cinco ex rectores encabezaron la ceremonia conmemorativa a la cual asistieron también familiares del ex rector, autoridades de la Junta de Gobierno y el Patronato de la UNAM, así como consejeros universitarios.

 

El orador único, Jorge Carpizo Mcgregor, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas, afirmó que la personalidad del jurista representa una noción ética y una energía moral para los universitarios. Mario de la Cueva, sostuvo el investigador universitario, es un paradigma y una idea que se actualiza siempre.

 

En los diversos cargos que ocupó en la Universidad Nacional, indicó, buscó encauzarla como institución de excelencia académica al servicio de un país en el cual las ideas de justicia social y democracia fueran una realidad.

 

Al hablar en la Coordinación de Humanidades ante Juan Ramón de la Fuente y los ex rectores Pablo González Casanova, Octavio Rivero Serrano, Guillermo Soberón Acevedo y José Sarukhán Kermez, Carpizo Mcgregor explicó que para Mario de la Cueva la UNAM debía preservar lo mejor del humanismo, ser activa, libre, académicamente rigurosa y mantenerse en renovación continua.

 

La constante actualización de la Universidad Nacional, dijo, ha sido un ejercicio constante de la autonomía y el gran protagonista de la reforma que emprenderá la institución son y tienen que ser todos los universitarios, fundamentalmente el personal académico.

 

En este sentido, subrayó, los universitarios queremos que en la próxima reforma universitaria se logren muchos pasos hacia adelante. En la UNAM el diálogo ha permitido alcanzar acuerdos para superar problemas y recrear una institución que por muchos motivos es objeto de admiración, puntualizó.

 

En el proceso que habrá de llevar adelante la institución, precisó, el paradigma de Mario de la Cueva sirve de mucho para anteponer los intereses de la Universidad Nacional por encima de los personales y preservar su calidad académica de excelencia al servicio del país.

 

De la Cueva, añadió Carpizo Mcgregor, fue un defensor infatigable de la autonomía universitaria como tronco y raíz, estrechamente ligada con el alto nivel académico y la proyección social, así como de la libertad de cátedra e investigación, como fundamentos de toda su actividad, y de la prerrogativa para establecer sus planes y programas de estudio, así como de autogobernarse.

 

Le tocaron librar muchas batallas en ese sentido, mismas que hoy forman parte del patrimonio espiritual de los universitarios y que han preservado a la institución en sus múltiples avatares, explicó.

 

El deslinde con respecto a la política y el combate a la mediocridad académica, agregó, son principios esenciales a la UNAM como entidad pública que forma parte de lo mejor del país, permite la movilidad social y forma a sus estudiantes con vocación de servicio en beneficio de la comunidad.

 

Al desempeñarse como rector de la Universidad Nacional en la década de los 40, señaló, algunos de sus logros más importantes fueron el fortalecimiento de la labor editorial de la institución, en particular la dirigida a los estudiantes, así como la fundación del Instituto de Derecho Comparado, el cual actualmente se denomina Instituto de Investigaciones Jurídicas.

 

Mario de la Cueva, continuó, también se opuso ante el entonces presidente Manuel Avila Camacho a la creación de una asociación de universidades mexicanas que estuviera presidida por el secretario de Educación Pública y no por un rector.

 

La pasión que Mario de la Cueva sentía por su Universidad Nacional lo llevó a sufrir los embates y problemas que la aquejaron. Luchó por una institución fuerte, que preparara al estudiante en su futura profesión y le ofreciera la posibilidad de formarse una visión social, para que egresaran de la UNAM los hombres que transformaran a México, lo fortalecieran democráticamente y lo hicieran una nación más justa.

 

Carpizo Mcgregor destacó que la figura del jurista universitario se encuentra íntimamente ligada a uno de los mejores momentos de la historia mexicana del siglo XX, ya que tuvo a su cargo la redacción del anteproyecto de sentencia de amparo que, al afectar los intereses de empresas petroleras, motivó la negativa de éstas a cumplirla y ello, añadió, derivó en el decreto expropiatorio de ese hidrocarburo.

 

Asimismo, resaltó, su obra sobre derecho del trabajo lo colocó como el tratadista más importante en la materia, quien influyó en la teoría, la legislación y la jurisprudencia en el ámbito laboral mexicano.

 

Sus ideas y su pluma redactaron varias reformas constitucionales en materia de derecho del trabajo, como la vigencia de la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas y la creación de un mejor sistema para la fijación de los salarios mínimos, comentó.

 

Jorge Carpizo expresó que en la obra de Mario de la Cueva como investigador, catedrático, juez y legislador existe la preocupación constante por la justicia social. Luchó contra la espantosa desigualdad social y sus ideas al respecto continúan vigentes, manifestó.

 

En la ceremonia Juan Ramón de la Fuente canceló el sello postal con la imagen de Mario de la Cueva con motivo de los 100 años de su nacimiento y entregó a la señora Magdalena De la Cueva, familiar del ex rector, la medalla conmemorativa por el centenario del natalicio del jurista.

 

De la Fuente también entregó la medalla a los cinco ex rectores Pablo González Casanova, Octavio Rivero Serrano, Guillermo Soberón Acevedo, Jorge Carpizo Macgregor y José Sarukhán Kermez.

 

 

o0o –

 

PIE DE FOTO UNO

José Sarukhán Kermez, Octavio Rivero Serrano, Pablo González Casanova, Juan Ramón de la Fuente, Guillermo Soberón Acevedo y Jorge Carpizo Mcgregor.

 

PIE DE FOTO DOS

Magdalena de la Cueva, familiar de Don Mario de la Cueva, recibe de manos del Rector la medalla conmemorativa del centenario del natalicio de Don Mario de la Cueva.

 

PIE DE FOTO TRES

El rector Juan Ramón de la Fuente y cinco ex rectores encabezaron la ceremonia conmemorativa del natalicio del nacimiento de Don Mario de la Cueva y de la Rosa