Boletín UNAM-DGCS-658
PROYECTA EL GOBIERNO EDIFICAR ESTE AÑO 7.5 VIVIENDAS POR CADA SEIS HABITANTES
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De continuar la tendencia de crecimiento,
para el año 2030 los 128 millones de mexicanos demandarán 45 millones de hogares,
Miguel Hernández.
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A 700 mil asciende en México el déficit de
vivienda, aseguró el director general de Política y Fomento a la Vivienda de la
Sedesol
El año pasado en México se edificaron,
por cada mil habitantes, seis viviendas; el reto ahora es llegar a 7.5 hacia
finales de la presente administración informó el director general de Política y
Fomento a la Vivienda de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), Miguel
Hernández, al participar el foro Universidad
y Vivienda, en la Facultad de Arquitectura.
No obstante, dijo, el déficit de 700 mil
viviendas no es el principal problema, lo “es el rezago que tenemos en la
vivienda ya existente, de aquellas que carecen de drenaje, agua y tienen piso
de tierra”. No significa que no sea importante esa realidad, pero necesitamos
primero atender los hogares ya existentes, aseguró.
“Lo realmente importante en
este caso es la necesidad habitacional actual porque estamos hablando de 700
mil o más, y si seguimos con las tendencias de crecimiento de formación de los
hogares, para el año 2030 vamos a ser 128 millones de mexicanos en 45 millones
de hogares. Si destinamos como gobierno a que cada familia posea una vivienda,
por lo menos tendremos que generar 23 millones de viviendas en los próximos 30
años”, indicó el funcionario.
Una de las líneas estratégicas
de la actual política del gobierno para lograr este compromiso es fortalecer el
financiamiento público y privado, entendido como oferta y demanda mediante el
desarrollo de un mercado de hipotecas sanas de mediano y largo plazo.
No hay estado ni gobierno que
soporte por sí mismo los gastos que representan una edificación habitacional;
es a través de este tipo de recursos como se pueden lograr, a largo plazo,
estas metas.
Los préstamos para vivienda se
manejan a través de salarios y un
precio referencial, toda vez que, por el vaivén financiero, se tuvieron que
utilizar los salarios para marcar una referencia y utilizar los montos mínimos
de los prestamos en lugar de hablar de pesos devaluados o no, concluyó Miguel
Hernández.
Por su parte, Enrique Ortiz
Flores, catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que
las políticas habitacionales vigentes en el mundo se desarrollan en contextos
sociales, económicos y políticos muy diferentes; pero en general su propósito
es hacer efectivo el derecho humano a una vivienda.
Facilitar la operación del
mercado de vivienda, proveerla como un servicio público destinado
principalmente a los sectores de bajo ingreso y apoyar las iniciativas sociales
autogestivas, son tres formas de intervención que parten de una
conceptualización diferente de la vivienda y del papel que ésta debe cumplir en
las estrategias de desarrollo social, económico y territorial de un país.
La vivienda en el primer caso,
dijo Ortiz Flores, se concibe como producto económico escaso, como mercancía y
componente estratégico macroeconómico. En el segundo, como satisfactor social y
elemento fundamental de la planeación económica y territorial. En el tercero
como bien de uso y factor clave de las estrategias de desarrollo social y
fortalecimiento de la economía popular.
La diferencia fundamental entre cada una
de estas políticas reside en el sujeto originador, integrador y ejecutor de los
procesos de producción de vivienda; es decir, en quien realiza la función de
promotor o productor de desarrollos habitacionales, aquél que conjunta y
coordina todos los factores, actores e insumos que intervienen en las fases de
construcción y distribución de la vivienda, concluyó.
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