Boletín UNAM-DGCS-603
DESEABLE,
FEMINIZAR EL ESPACIO PÚBLICO Y MASCULINIZAR EL ESPACIO PRIVADO
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Es la mejor alternativa ante la incertidumbre del papel que
hoy en día juega cada sexo, tanto en lo social como en lo privado
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Para que se logre tendría que
darse un cambio cultural muy importante: Gloria Careaga, secretaria académica
del Programa Universitario de Estudios de Género de la UNAM
Hombres y mujeres encontraríamos más
certidumbre respecto del papel que jugamos en la sociedad actual a partir de la
feminización del espacio público y la masculinización del espacio privado,
destacó Gloria Careaga, secretaria académica del Programa Universitario de
Estudios de Género de la UNAM.
Impulsar dicha perspectiva implica un cambio
cultural muy grande. Quizá un paso en ese sentido podría ser que las horas de
escuela se adecuen con la vida productiva del país, para que tanto los hombres
como las mujeres puedan asistir por sus hijos al término de las clases.
La participación de las mujeres en todos los
ámbitos de la vida social ha traído una “revolución” en diferentes espacios
sociales, la cual aún no se comprende del todo. Por ello, “hombres y mujeres
vivimos una situación contradictoria en relación con las responsabilidades
sociales que cada uno tiene”.
Hoy en día, aunque parece que tenemos
derechos y circunstancias iguales en los mismos espacios, no es así. A nivel
ideológico, unos y otras, seguimos manejándonos de forma conservadora, Incluso
hay gente que puede hablar de manera progresista, pero sus actos son
tradicionales, como que no hay congruencia entre lo dicho y lo hecho”.
Destacó que no todas las mujeres que trabajan tienen un interés de crecer en lo personal, sino que lo hacen porque necesitan colaborar con el sostenimiento de la casa. Sin embargo, aquéllas que participan en el ámbito laboral transforman su perspectiva de vida: adquieren seguridad y se genera en ellas un crecimiento. Y los hombres no han enfrentado la situación planteada. No tienen la necesidad de salir a buscar oportunidades. Su posición de contar con los privilegios y las condiciones indispensables está dada por el propio sistema.
En lo laboral, a los hombres esa situación
les provoca inseguridad. De hecho, a la gran mayoría les es difícil aceptar una
jefa y les cuesta trabajo convivir con las mujeres que no son de su familia en
lo cotidiano sin entrar en un proceso de seducción.
Lo anterior genera problemas en el desarrollo
del trabajo y en términos de la seguridad de las mujeres, porque
permanentemente reciben comentarios humillantes o son víctimas de hostigamiento
sexual.
Las mujeres enfrentamos la dificultad de ser
reconocidas igual que los hombres, con los mismos derechos y posibilidades.
“Esto es algo que ellos buscan mantener todavía, que ellas tengan que probar su
eficiencia, capacidad y desenvoltura para poderse desempeñar”.
En el ámbito familiar, el proceso de
crecimiento de las mujeres hace que los hombres sientan que han perdido el
control al interior de sus casas. “La tradición dice que los hombres son la
autoridad en casa, los responsables de la manutención y de la protección de la
familia. Sin embargo, nada de lo anterior es cierto con las mujeres
trabajando”.
El problema es que a los hombres
prácticamente no se les ha enseñado a reflexionar sobre sí mismos. Esto hace
que no tengan las herramientas para entender lo que les pasa y tengan miedo de
ser relegados y dominados. “Los hombres más progresistas aceptan más cosas que
tienen que ver con estos cambios, pero esto no significa que no les cueste
trabajo”, aseveró Careaga.
En algunos países de Europa los hombres han manifestado su deseo de participar en forma más clara y abierta en la crianza de los hijos, y “este puede ser un camino a través del cual pueden ingresar a la vida cotidiana, privada”.
Y se ha establecido que los padres tengan
licencia de paternidad para cuidar al bebé en sus primeros meses de vida y que
no sea al mismo tiempo que la esposa, sino cuando ella regrese al trabajo. Así,
recalcó, los esfuerzos realizados en este momento para comprender qué les pasa
a los hombres y a las mujeres, tiene muchas perspectivas. No obstante, exige
hacerse muchas preguntas.
Ahora tenemos los elementos suficientes para
hacer cuestionamientos que nos orienten de mejor manera hacia este cambio.
Antes no teníamos el suficiente desarrollo teórico para entender esta
situación.
Hombres y mujeres– somos parte de una
estructura social, la cual nos afecta a unos y otros. Por eso tenemos que ser
cuidadosos y no dar recomendaciones como recetas para soluciones fáciles y
rápidas. Más bien, tiene que ser un cambio que abarque las diferentes esferas
de la sociedad, concluyó la maestra Careaga.
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FOTO 1
Es deseable la feminización del espacio público y la
masculinización del espacio privado, afirmó Gloria Careaga del Programa
Universitario de Estudios de Género de la UNAM.
FOTO 2
Gloria Careaga, del Programa Universitario de Estudios de Género de
la UNAM, aseguró que la participación de la mujer en todos los ámbitos de la
vida trajo una revolución en diferentes espacios sociales.