18:00 hrs. Junio 8 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-577

 

COLOMBIA, EN RIESGO DE CONVERTIRSE EN OTRO VIETNAM AL APLICARSE EL PLAN PARA LA PAZ

 

·        Gustavo de Greiff, del Colmex, comentó que el Plan Colombia “es más de lo mismo”, pero con un peligroso añadido: la intervención militar de Estados Unidos

·        Los colombianos viven una situación de desmoralización nacional, afirmó Camilo González, presidente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), de Colombia

 

El Plan Colombia para la Paz, en el ámbito de la lucha contra el narcotráfico. “no es sino más de lo mismo, pero con un aditamento  muy peligroso: la intervención estadounidense a través de asesores militares y el suministro de armamento, que pone en riesgo de convertir a esa nación sudamericana en otro Vietnam, aseguró Gustavo de Greiff Restrepo, investigador asociado de El Colegio de México

 

El académico colombiano, invitado por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM, comentó que desde 1994 expresó el temor de que Colombia se convierta en un segundo Vietnam. “No quiero ser profeta de desastres pero por este camino vamos derecho a otro Vietnam”, advirtió.

 

“Qué terrible equivocación, dijo, cuando el problema se puede resolver con la regulación de la producción y el comercio de drogas para destruirles el negocio a los narcotraficantes y a los corruptos, así como educando al pueblo colombiano acerca del peligro del consumo de drogas y para evitar su consumo”, afirmó De Greiff.

Recordó que en Vietnam del Sur, como ahora en Colombia, todo empezó con la idea del peligro que representaba el Vietcom a la seguridad nacional y la necesidad de suministrar armamento moderno al gobierno, además de instructores militares para el correcto y eficiente manejo del nuevo equipo, con la prohibición de que los instructores intervinieran o participaran en operativos.

 

“Más tarde se dijo que era mejor dejarlos participar para hacer más efectiva la instrucción. Ello condujo a que murieran en combate algunos estadunidenses”, recordó De Greiff Restrepo al participar en la conferencia Consecuencias del Plan Colombia para la Paz, organizado por el CEIICH de la UNAM.

 

Apuntó que, esa etapa que culminó “con las trágicas escenas de los helicópteros saliendo del tejado de la embajada americana en Saigón repleto de miembros y familiares de clase dirigente de Vietnam, quienes permitieron que otro país diera la pelea por ellos, ha comenzado en Colombia bajo las previsiones del Plan Colombia”.

 

Ya han llegado instructores americanos en el manejo del armamento, se ha dicho que tienen prohibiciones,  “pero mucho me temo que la dinámica de las cosas haga que tarde o temprano se les permita actuar en ellas como observadoras y más tarde, cuando se presente algún accidente, como actores”.

 

A la vista de lo anterior, finalizó De Greiff Restrepo,  por qué o para qué insistir en una política fracasada, como la que contempla el Plan Colombia para la Paz. El fin de cualquier mandato para combatir el narcotráfico debe ser la disminución de su consumo y de los males que su uso y abuso causan, así como la disminución de los daños que se asocian con este problema.

 

A su vez Camilo González, presidente del instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz), de Colombia,  comentó que pese al fracaso de la primera fase de aplicación del Plan Colombia, se encuentra en proceso un replanteamiento estratégico relacionado con la política de seguridad nacional de Estados Unidos para el conjunto de la región andina y el continente, así como una estrategia de guerra para la solución del conflicto interno de Colombia.

 

 “Por lo tanto, añadió el especialista sudamericano, con la administración Bush entramos en un proceso de replanteamientos que se confrontan con el fracaso de la primera fase del plan y un camino de rectificaciones profundas que podrían conducir en Colombia al incremento de estrategias militares”.

 

La fase uno del Plan contribuye al escalamiento de la confrontación, genera expectativas de más guerra y menos inversión, militariza la política de paz, contamina y golpea al campesino y no a las mafias, destacó Camilo González.

 

Hoy, añadió, Colombia enfrenta un inminente colapso social, y no solo una crisis de estado. “La perspectiva ante ello,  es la búsqueda de la solución política negociada y un compromiso de nación”

 

Apuntó que por tratarse de una instrumento que fusiona las luchas antidrogas estadunidese y la antinsurgente colombiana, “es una estrategia de guerra prolongada de baja intensidad en función de esa seguridad de Estados Unidos”.

 

Aseveró que se trata de un plan incoherente cuya verdadera racionalidad no es una política antidrogas sino la acción de operaciones militares de Estados Unidos en Colombia como parte de éste.

 

Ante esa perspectiva señaló que Colombia vivirá, por lo menos en las dos próximas décadas un conflicto agudo de guerra. Se viven ya, añadió, situaciones críticas de confrontación armada, procesos de urbanización de la guerrilla, ajuste autoritario del Estado, y se produce un fortalecimiento de todos los aparatos armados.

 

El proceso político negociado de pacificación en Colombia avanza muy lentamente, mientras que el escalamiento de la guerra se incrementa. Ello hace que los colombianos vivan una situación de desmoralización nacional, finalizó Camilo González.

 

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