20:00 hrs. Junio 7 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-573

 

 

EL GOBIERNO FINANCIARÁ PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO TECNOLÓGICO: JAIME PARADA

 

·        Se otorgarán incentivos fiscales al desarrollo tecnológico de las empresas, afirmó el titular del Conacyt

·        Trabajo conjunto con Nacional Financiera, el Banco de Comercio Exterior y la Secretaría de Economía

 

 

El director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Jaime Parada Avila aseguró que el gobierno mexicano integra y diseña un fondo que apoye financieramente todos los proyectos de investigación y desarrollo tecnológico de las empresas, desde su etapa precomercial hasta la comercial e industrial.

 

Conjuntamente con Nacional Financiera, el Banco de Comercio Exterior y la Secretaría de Economía, se otorgarán, dijo, incentivos fiscales al desarrollo tecnológico de las empresas. “Esto significa otorgar el 20 por ciento del gasto anual, en el caso de las empresas grandes, como crédito fiscal, y 35 por ciento a las pequeñas y medianas empresas del gasto que realicen en investigación y desarrollo para su modernización”.

 

Con la unión de todas estas dependencias otorgaremos de manera unificada apoyos integrales al desarrollo tecnológico de las empresas, explicó Parada Avila luego de asegurar que esta iniciativa de ley se encuentra en manos del Congreso, y ya ha sido suficientemente consensada y analizada.

 

Al participar en el Seminario Internacional sobre Investigación y Desarrollo en la Reforma Fiscal, Jaime Parada destacó las líneas de acción que en esta materia tiene como reto el Conacyt, junto con la suma de voluntades de todo el sistema de ciencia y tecnología.

 

No obstante, el funcionario federal aseguró que “todos estos propósitos serán posibles en la medida en que la Reforma Fiscal proporcione más recursos al gobierno” y, de esta manera, contar con empresas competitivas y con altas tasas de crecimiento.

 

La comprensión del gobierno federal acerca de que las inversiones en tecnología en las empresas son de alto riesgo, obliga a crear un esquema de fomento con el fin de dejar a nuestras empresas en una posición competitiva, indicó Jaime Parada.

 

Al referirse al reto que tiene la comunidad académica universitaria, el director del Conacyt precisó que éste es precisamente la formación de recursos humanos y de cuadros de alto nivel. “Sobre el particular quiero insistir, tal como lo señala la Ley de Fomento a la Ciencia y la Tecnología, que una obligación primaria de apoyar la investigación científica en México tiene que ver con la formación de recursos humanos de alto nivel”.

 

Solamente con docentes de excelencia tendremos mejores profesionistas e investigadores. “Esto plantea un reto enorme en la transformación de la vida de nuestras instituciones de educación superior”, subrayó. Jaime Parada aseguró también que la ciencia básica se continuará apoyando. “Tenemos que cuidar mucho nuestros grupos de investigación que se han procreado con muchos esfuerzos.

 

Por su parte el coordinador general de Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, Pablo Rudomín, aseguró que el carácter dependiente del sistema productivo mexicano se refleja en la escasa demanda del conocimiento científico, técnico y tecnológico.

 

La modernización del aparato productivo nacional se ha basado en la importación de tecnologías con la consecuente inhibición de la creatividad e innovación nacional, puntualizó Pablo Rudomín.

 

Guillermo Soberón destacó el estímulo fiscal al sector privado para que éste participe en el impulso de mecanismos que permitan a la ciencia y la tecnología participar en la proyección de políticas para la solución de los problemas nacionales en el ámbito de la salud.

 

“En México, por muchos años, hubo un gran proteccionismo, se prefirió importar tecnología, estamos en la etapa de corregir el rumbo y aplicar muchas cosas en ese sentido”, apuntó.

 

También pueden movilizarse recursos hacia el sector privado aprovechando la filantropía. Es decir, explicó Soberón, los recursos económicos derivados de particulares pueden aplicarse en la solución de diferentes problemas sociales, es aquí, añadió, donde las organizaciones civiles ocupan un papel importante.

 

En la actualidad el trabajo de las ONG’s encuentra un terreno propicio de intervención debido a los cambios acontecen en el país, “fundamentalmente pasamos de la situación de un estado benefactor a un estado promotor; del desarrollo económico a entender que debe haber a la par de éste un desarrollo social”. Por ello, dijo, es necesario invertir en desarrollo porque ello implica inversión en capital humano y éste es la base del crecimiento nacional.

 

Resulta difícil para el Estado resolver todas los problemas, necesita de la participación de la sociedad en general. “El estado es grande para los asuntos pequeños, pero resulta pequeño para las cuestiones grandes, esto hace que se abra un espacio grande a la acción de las ONG’s”, finalizó.

 

En tanto, Fernando Pérez Royo, eurodiputado del Parlamento Europeo comentó que  el viejo continente vive las mismas debilidades estructurales de la década de los años 80, en materia de investigación en comparación con países como Japón y Estados Unidos.

 

Sin embargo, precisó, la Unión Europea es un conjunto desde el punto de vista económico y político, pero se trata de un grupo de 15 países con cierta unión políticas pero con realidades diversas entre sí.

 

 

 

Pérez Royo apuntó que en 1999 la Unión Europea invirtió en el desarrollo del conocimiento científico 1.9 del Producto Interno Bruto (PIB), 70 mil millones de euros,  cifra menor a la de Estados Unidos y Japón.

 

Señaló que en el ámbito industrial, Europa tiene ventajas sobre Estados Unidos y Japón, “en cambio en sectores como la electrónica y, sobre todo, en la biotecnología la inversión es superior en la Unión Americana.

 

Destacó también que en la Oficina Europea de Patentes con sede en Alicante, España, un 36 por ciento de las patentes que se registran son de origen europeo, pero otro porcentaje similar es de innovaciones estadounidense, situación que es preocupante y exige un esfuerzo por parte de la comunidad científica de aquella región.

 

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