Boletín UNAM-DGCS-556
PICADURAS DE ALACRÁN, PRIMER LUGAR EN ACCIDENTES CAUSADOS POR ANIMALES VENENOSOS
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Le siguen las mordeduras de serpiente: Jorge
Tay Zavala, jefe del Laboratorio de Parasitología de la Facultad de Medicina
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La severidad de los accidentes se determina
por la conjunción de diversos factores, como la edad y estado físico del
afectado
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Los pacientes nunca deben valerse de
consejas populares ni remedios caseros; hay que acudir al médico y aplicar
antisuero
En México, el
primer lugar de accidentes causados por animales venosos lo ocupan las
picaduras de alacrán, seguidas por las mordeduras de serpientes, aseguró el
doctor Jorge Tay Zavala, jefe del Laboratorio de Parasitología del Departamento
de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina.
El investigador dijo que la Secretaría de Salud reporta que en 1996
hubo 59 mil 558 personas picadas por alacrán; en 1997, 27 mil, y en 1998, 42
mil. Sólo en tres años, 129 mil personas fueron inoculadas y de éstas, cerca de
500 fallecieron.
El segundo lugar lo ocupan las mordeduras de serpientes venenosas:
cascabel, cantiles y coralillos. Las estadísticas, refirió, “no son del todo
confiables” pues los accidentes generalmente no se reportan. Sin embargo, el
IMSS, a partir de 1994 inició el registro de morbilidad. De 1994 a 1998 se
registraron 2,620 personas con mordeduras y se reportaron 23 defunciones.
En menor medida se presentan picaduras de arañas (viuda negra o capulina, patona o violinista); abejas africanas, serpientes venenosas del mar,
avispas, hormigas, azotadores, cien y mil pies, los cuales producen intoxicaciones, e incluso la muerte,
en algunos casos.
El doctor Tay
Zavala explicó que las serpientes se distribuyen en todo el territorio
nacional, en tanto que los alacranes altamente tóxicos –9 especies– se
localizan principalmente en los estados de Durango, Sonora, Sinaloa, Nayarit,
Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y otros colindantes con las costas del
Pacífico.
Al hablar de la severidad de los accidentes por picadura o mordedura de
cualquier animal venenoso, dijo que está determinada por la conjunción de una
serie de factores, entre los cuales se encuentra la edad del animal y de la
persona que es mordida.
Por ejemplo, no es lo mismo ser atacado por una serpiente pequeña que
por una adulta, cuyas glándulas venenosas están perfectamente desarrolladas.
Otro factor que influye es el sitio de la picadura o mordedura y la
cantidad de veneno que el animal deposita. No tiene la misma gravedad un “arañazo”
con los colmillos que su inserción profunda. El estado físico es muy
importante: una persona con alguna enfermedad cardiaca o hepática, es más
afectada que otra sana. Además, niños y ancianos sufren mayores consecuencias.
Además, intervienen otro tipo de factores, como la época del año. La
actividad de las serpientes es mayor durante la temporada de lluvias y calor,
que en la de frío, cuando hibernan en sus madrigueras.
Con la mordedura de serpiente se presentan signos locales como la
huella de la herida de los colmillos superiores, inyectores del veneno; hay
edema local alrededor de la huella, dolor intenso y aparición de flictenas o
pequeñas bolsas de tejido necrótico (sangre morada).
También hay signos sistémicos como nauseas, vómitos, taquicardia,
hipotensión, sangrado, convulsiones, coma y
muerte; en ese orden se presentan los síntomas y signos de la acción de
los venenos de las serpientes.
El cuadro clínico es diferente cuando ataca un alacrán: si el
envenenamiento es ligero el paciente puede quedar asintomático, es decir, no
presentar síntomas, o bien, con un dolor local en el sitio de la picadura.
Puede haber eritema (inflamación superficial de la piel) y parestesia (o
sensación anormal) en el área del piquete.
Si la persona tiene un envenenamiento moderado, sufre síntomas locales
como ardor nasal, sensación de tener cuerpo algo atorado en la laringe,
dificultad para respirar, irritabilidad, taquicardia, fiebre e hipotermia.
Cuando se pasa al estado más grave, puede haber paro respiratorio, falla
cardiaca o edema pulmonar.
La mayor parte de las personas que fallecen por picaduras o mordeduras
lo hacen dentro de las primeras tres o cuatro horas después del accidente. Por
ello, entre más pronto se aplique el tratamiento al paciente, mayores posibilidades
habrá de recuperación.
El tratamiento, añadió, depende del cuadro clínico. Si una persona es
picada por un alacrán y no desarrolla ningún síntoma, debe ser observada por el
médico y en el mejor de los casos no requerirá de la aplicación del antisuero.
Pero si la persona comienza a desarrollar síntomas y signos severos por
la picadura o mordedura, deberá ser tratado. En México se usa el antídoto o inmunoglobulina antialacrán
(comercialmente, Alacramin), el cual utiliza el factor f(ab’), elemento
neutralizante del veneno, exento de los efectos secundarios de los sueros de
antaño. Es el mismo caso para las mordeduras de serpiente.
Tay Zavala, quien colabora en su laboratorio con el doctor Luis Gerardo
Díaz y el biólogo Luis Castillo, dijo que por ningún motivo los afectados deben
valerse de consejas populares ni remedios caseros, como tomar tequila o ponerse
pólvora en el sitio de la picadura. “A un intoxicado por picadura de alacrán,
no le vale ni comer a los propios animales como dicen. Hay que aplicar el
antisuero”, recomendó.
Su aplicación debe ser valorada por un médico; empero, en el caso de
excursionistas o personas que viven en zonas con abundancia de alacranes o
serpientes, es conveniente tener a la mano el antídoto.
Medidas preventivas en caso de picadura de alacrán, animal de hábitos
nocturnos: no mover piedras, colocar hileras de azulejos en las paredes
exteriores de las casas, para que resbalen y no entren; usar insecticidas
residuales también podría ahuyentarlos.
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México ocupa el
primer lugar en accidentes causados por picaduras de alacrán, señaló el doctor
universitario Jorge Tay Zavala