6:00 hrs. Junio 2 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-551

 

ENTRE OCHO Y NUEVE MIL MILLONES DE DÓLARES ANUALES ENVÍAN LOS MIGRANTES A MÉXICO

 

·        Son importante fuente de divisas para el país: Alejandro Chanona, del Centro de Relaciones Internacionales de Ciencias Políticas de la UNAM

·        Fundamentales para el ingreso y nutrición de miles de familias mexicanas, indicó

 

Los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos envían al país una remesa de entre ocho mil y nueve mil millones de dólares anuales, lo que la sitúa como una de las principales fuentes de ingreso, afirmó Alejandro Chanona, profesor investigador del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

Los aportes de divisas de los indocumentados a México son fundamentales para el ingreso y nutrición de miles de familias. Muchas poblaciones marginadas sobreviven con estos recursos sin los cuales la situación sería más grave todavía, indicó el especialista en política exterior y regionalismos comparados.

 

A pesar de que en ocasiones no se les reconoce, estos flujos son importantes para efecto de las cuentas públicas nacionales. No obstante, en los próximos años el gobierno mexicano deberá diseñar estrategias que permitan el arraigo de los connacionales a su tierra natal y generar esquemas de repatriación para regresar a buscar trabajo en su país de origen.

La discriminación racial, opinó Alejandro Chanona, no desaparecerá con un acuerdo binacional, pero el gobierno mexicano tiene la obligación de defender los derechos humanos de los connacionales por medio de sus representaciones diplomáticas y consulados.

 

Sin embargo, el investigador reconoció que mientras prevalezca en Estados Unidos la incertidumbre del déficit fiscal y la desaceleración económica, se advertirá siempre en el inmigrante mexicano a “un chivo expiatorio” para justificar el endurecimiento de las leyes migratorias.

 

Durante las décadas de los 70 y 80, precisó, los gobiernos locales y estatales de Estados Unidos entraron en un déficit fiscal que hizo onerosa la carga para financiar los servicios educativos y de salud de los inmigrantes, lo que generó un movimiento neonacionalista principalmente entre los republicanos.

 

Lo anterior, dijo, no justifica ni debe dejar satisfecho a México. Un movimiento neonacionalista o por diferencias económicas no puede orillar a los mexicanos a sufrir y a morir. Lo sucedido en Arizona es sólo la punta del aisberg del problema estructural que hay entre México y Estados Unidos, aseguró Alejandro Chanona.

 

El autor de Europa en transformación (UNAM-Plaza y Valdés) insistió en que el gobierno mexicano no debe permitir que en los cruces más comunes la patrulla fronteriza opere de forma militar o policiaca. Tal control ha provocado que el migrante busque las veredas más ocultas y los pasos más peligrosos, exponiéndose a morir como las 14 personas que la semana pasada fueron encontradas en el desierto de Arizona.

 

Actualmente, 10 mil miembros de la patrulla fronteriza son los que vigilan los tres mil 200 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos. “Es impresionante y creo que el pronóstico es que se duplicará el número de efectivos en los próximos cinco o diez años”, indicó el investigador.

 

Evitar en el futuro lo que sucedió en Arizona representaría desmantelar el sistema jurídico en contra de los emigrantes mexicanos no solamente en la parte policiaca, sino de derechos federales y seguridad social, toda vez que la Ley de Inmigración de 1996 logró, entre otras cosas, privarlos de su derecho de audiencia y su deportación automática.

En esta ley, la de 1996, prevalece el enfoque policial, criminalístico y de control físico y no el ataque a los orígenes de esta migración, indicó Alejandro Chanona.

 

Habrá que observar si la reunión en San Antonio, Texas, el próximo 6 y 8 de junio entre autoridades de política interna y externa de ambos países, servirá sólo para discutir medidas específicas y evitar que en el futuro ocurran tragedias como las del desierto de Arizona, o se revisarán las leyes antinmigratorias norteamericanas para promover en el futuro flujos migratorios ordenados.

 

En el anuncio del Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, el presidente Vicente Fox planteó como el segundo gran objetivo la protección de los mexicanos en el exterior. Este es un reto a la imaginación y a la negociación política porque “el gobierno deberá fortalecer nuestra capacidad para proteger y defender los derechos de todos los mexicanos en el extranjero”, concluyó.

 

 

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Alejandro Chanona, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, dijo en entrevista que los aportes de divisas de los indocumentados son fundamentales para el ingreso nacional