16:00 hrs. Junio 1° del 2001


Boletín UNAM-DGCS-550

 

Diego Valadés

Antonio de la Peña

LIMITADA PARTICIPACIÓN DEL SECTOR PRIVADO EN CIENCIA Y TECNOLOGÍA: DIEGO VALADÉS

 

·        El interés empresarial en esta materia “extremadamente escaso”, coinciden investigadores de la UNAM

·        Anuncian el Seminario internacional sobre investigación y desarrollo en la reforma fiscal, del 5 al 7 de junio

 

La limitada participación del sector privado en ciencia y tecnología se debe a la falta de instrumentos fiscales que estimulen la participación de las empresas, afirmó Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM.

 

A su vez, Antonio de la Peña, director del Instituto de Matemáticas recordó que en México el capital privado invierte en ciencia y tecnología solamente un 15% del total y el restante 85% proviene del gobierno.

 

Ambos investigadores universitarios coincidieron que en México el interés empresarial en esta materia es “extremadamente escaso”. De las 4 mil patentes presentadas durante 1998, sólo 200 fueron propuestas hechas por mexicanos; es decir, el 95% de las patentes fueron concedidas a extranjeros, indicó Peña Díaz.

 

Afirmó que las industrias mexicanas no han estado interesadas en producir innovaciones porque tienen una mentalidad inmediatista. “Quieren tener resultados y efectos económicos inmediatos, no piensan en desarrollar una infraestructura de ciencia básica aplicada que más adelante se refleje en innovaciones tecnológicas. Hay que encontrar mecanismos para que el gobierno colabore con las empresas para que esto sea posible”, indicó.

 

En conferencia de prensa donde se anunció el Seminario internacional sobre investigación y desarrollo en la reforma fiscal, del 5 al 7 de junio, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias, el Instituto de Matemáticas y el IIJ de la UNAM, De la Peña dijo que la reforma fiscal busca tener una captación de recursos y nivelar el déficit interno, “pero creemos que esta es una manera muy mediatista de pensar las cosas”.

 

Una reforma fiscal, dijo, puede pensarse, en un sentido más amplio, como un mecanismo general para impulsar un proyecto de nación. En ese sentido, en la reforma fiscal deberían aparecer algunos elementos que lleven a un apoyo importante a la ciencia y la tecnología.

 

Luego de afirmar que ciencia y tecnología son palanca de desarrollo para el país, el funcionario universitario recordó que en los países desarrollados existen mecanismos de exenciones fiscales y préstamos a recursos que se invierten para colaboraciones entre industria y universidades.

 

En México prácticamente no existe relación entre las industrias y las universidades. Es un binomio interesante puesto que en las éstas se desarrolla la ciencia básica. “Las industrias necesitan ciencia aplicada, pero no hay nadie que tienda el puente, al menos en México, entre las universidades y esa ciencia básica que se produce y la ciencia aplicada que requieren las industrias”, indicó.

 

Esperamos que el gobierno continúe apoyando la ciencia y la tecnología y que suba la inversión, pero tenemos que conseguir que el capital privado participe de una manera mucho más importante en inversión, desarrollo, investigación en ciencia y tecnología, dijo.

 

Es necesaria esa colaboración y una manera de promoverla es que el gobierno ofrezca excenciones fiscales a las empresas, dijo y agregó: “La obligación ante una reforma fiscal en México será pensar de qué manera se puede ser creativo y encontrar mecanismos que impulsen la ciencia y la tecnología y con ello a la economía y el bienestar social de México”.

 

En su momento, Diego Valadés aseguró que tenemos ante nosotros una perspectiva de una nueva colonia. “El nuevo colonialismo reside en la expansión no de carácter territorial, sino de la utilización de los conocimientos generados en las metrópolis científicas y tecnológicas del mundo, y las colonias serán aquellas naciones donde la capacidad creativa en el orden científico y tecnológico sea de menos escala”.

 

El riesgo que corre México, concluyó, es precisamente el de convertirse en una colonia que en este caso permanecería así no por dos o tres siglos, sino por un periodo indeterminado e impredecible.

 

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Pie de Foto

 

Antonio de la Peña, director del Instituto de Matemáticas, acompañado de Diego Valadés, director del Instituto de Investigaciones Jurídicas.