15:00 hrs. mayo 17 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-499

 

SE TRANSFORMARÁ LA ESTRUCTURA DE LA FAMILIA MEXICANA EN ESTE SIGLO: TERESITA DE BARBIERI

 

 

·        En entrevista, la integrante del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, aseveró que en la actualidad se aprecia más autonomía en la mujer

·        Salen al mercado laboral todos los miembros de la familia capaces de generar ingresos, sostuvo

·        La mujer ya se reconoce como sujeto de derechos inalienables

 

Cambiará la estructura de la familia mexicana en este siglo, debido al movimiento de reivindicación de los derechos de las mujeres, afirmó Teresita de Barbieri, del Instituto de Investigaciones Sociales.

 

En entrevista, la socióloga señaló que en la actualidad se aprecia más autonomía por parte de la mujer, porque ésta ya se reconoce como sujeto de derechos inalienables y, por lo tanto, su papel en las unidades domésticas ha cambiado.

 

Antes –explicó- el hombre, como jefe de hogar, tenía la connotación de alguien que mandaba, aportaba los mayores ingresos al hogar y tomaba las decisiones. Hoy, esto es un tanto ficticio porque cada vez son más integrantes de la familia los que aportan ingresos y no necesariamente es el varón mayor quien lo hace.

 

La especialista en relaciones de género agregó: “en la actualidad salen al mercado laboral aquellos miembros de la familia capaces de generar ingresos”.

 

Ahora, puntualizó, las mujeres se mantienen más tiempo en el campo de trabajo, ya no son las jóvenes que antes trabajaban y al casarse dejaban de hacerlo para dedicarse al hogar.

 

En ocasiones, reconoció, al ser madres dejan sus empleos, pero por lo general se reincorporan al trabajo cuando los hijos dejan de ser demandantes. Sin embargo, todavía recae en ellas el trabajo doméstico, porque si bien es cierto tienen en promedio jornadas de trabajo más reducidas, al final de la semana laboran entre 10 y 12 horas más que los hombres.

 

Hay hogares donde los varones adultos no están presentes y por lo tanto la responsabilidad recae en una mujer, enfatizó la investigadora. Esto se explica por la migración de los hombres a Estados Unidos, el abandono de hogar o porque muchas veces las mujeres no quieren cargar con un hombre que las maltrata y aporta poco para el sustento.

 

Por ello, abundó, algunas especialistas en el tema afirman que las modalidades de familias no nucleares (extendidas o ampliadas) han crecido en los últimos 15 años, periodo en el cual hubo por lo menos dos factores importantes que influyeron en los cambios demográficos: la caída de la fecundidad y la situación económica del país.

 

Al disminuir la cantidad de hijos y cambiar el modelo económico, los hogares se empequeñecieron y se tuvo que buscar la sobrevivencia de los integrantes de la familia, dijo De Barbieri.

 

Los cambios en la economía, aseveró, han significado una caída del salario real y el aumento del número de personas que trabajan por familia, por lo menos una persona más por hogar, “y si las posibilidades económicas de la gente no mejoran, más integrantes de la familia tendrán que trabajar fuera”.

 

 

Además, sugirió, se debe tomar en cuenta la situación actual de la vivienda para saber si es posible acoger más personas en un hogar o no, ya que hasta ahora la mayoría de las familias han funcionado sobre la base de una gran solidaridad: la de los lazos de parentesco.

 

Sin embargo, concluyó, en ciertos sectores se está llegando al límite de la solidaridad y esto se hace más evidente con los ancianos, quienes no tienen ingresos y aunque a veces cuentan con un patrimonio, son consideradas como personas que demandan mucho y aportan poco.

 

 

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Pie de foto 1

 

Reinvindicar los derechos de las mujeres cambiará la estructura de la familia mexicana en este siglo, afirmó Teresita de Barbieri, del Instituto de Investigaciones Sociales.

 

Pie de foto 2

 

Teresita de Barbieri, del Instituto de Investigaciones Sociales, sostuvo que las mujeres de hoy ya no son las que antes trabajaban y al casarse dejaban de hacerlo