REGRESIVA E INCONVENIENTE LA REFORMA TRIBUTARIA
PROPUESTA POR EL GOBIERNO FEDERAL
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La Reforma pretende quitar a los pobres para
dar a los ricos, afirmó José Luis Calva, del Instituto de Investigaciones
Económicas
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Incrementar ingresos tributarios en
condiciones de equidad y sin perjudicar a las mayorías, indicó
La reforma tributaria que propone el gobierno de Vicente Fox es de
carácter regresiva e inconveniente para el país porque incrementa impuestos al
80% de pobres que hay en México, mientras reduce la tasa máxima de impuestos
sobre la renta, afirmó el economista José Luis Calva.
Lo anterior, explicó el académico del Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc) de la UNAM, configura una suerte de reforma tributaria estilo
Robin Hood, pero al revés: quitar a los pobres para dar a los ricos.
Es necesario incrementar considerablemente los ingresos tributarios en
condiciones de equidad y sin perjuicio de las mayorías. “Tan sólo gravando
dividendos se podría tener una recaudación tributaria de 240 mil millones de
pesos, contra 120 a 130 mil que se espera recaudar con la reforma tributaria
que propone Fox”, señaló.
En
conferencia de prensa, José Luis Calva explicó que las cuentas externas de
México han colocado a la economía nacional en la “antesala de la franja de alto
riego”. Es paradójico cuidar que el déficit fiscal no rebase el 0.65% o el 3.5%
del PIB, pero se descuida no sólo el crecimiento económico, sino también el
déficit de cuenta corriente, no obstante que el desequilibrio externo ha sido
el origen invariable de todas las crisis financieras que hemos padecido.
En la Casa de las Humanidades, en donde se anunció la realización, del
21 al 25 de mayo, del XVII Seminario de
Economía Mexicana 2001, el analista universitario afirmó que la economía
del país “ha acumulado un pésimo desempeño en las últimas décadas”.
Mientras
en los 50 años anteriores a la instrumentación del modelo neoliberal –aplicado
en los tres últimos sexenios y en lo que va de éste– hubo un incremento del
ingreso nacional por persona superior al 3% anual y la industria manufacturera
creció 22.7 veces, en los 18 años de neoliberalismo no ha habido crecimiento.
Durante este periodo, agregó, el PIB por persona creció tan sólo una
tasa media anual de 0.28%, lo cual da un incremento acumulado de apenas 5.1%.
Es decir, “tenemos dos décadas pérdidas para el desarrollo”, subrayó José Luis
Calva.
Comentó
que los salarios mínimos con el modelo anterior se incrementaron en 97% en su
poder de compra, mientras que en los primeros 18 años de instrumentación del
modelo neoliberal perdieron el 70.1% de su poder adquisitivo: casi todo lo que
se había ganado en la época precedente, refirió.
Recordó que, según estimaciones de organismos internacionales, más de
20 millones de mexicanos pasaron a la pobreza y según los análisis e
investigadores más finos, tenemos más de 30 millones de mexicanos que se
incorporaron a las filas de la pobreza en este lapso.
México no cuenta con una política industrial integral e inteligente que
le permita detectar las oportunidades de inversión, las ventajas competitivas
reales y, sobre todo, captar los movimientos que se dan en el comercio
internacional para poder elevar el nivel de agregación de valor con insumos
mexicanos.
La falta de esta política integral industrial pone al país en riesgo,
porque la participación en los mercados internacionales de mercancías,
capitales o tecnología, no reemplaza la necesidad de una estrategia de
industrialización, coincidieron Jorge Basave y José Luis Calva.
Por
su parte, el también investigador del IIEc Jorge Basave Kunhardt aseguró que no
existe una coordinación entre el sector empresarial y el científico, lo que
puede llevar a que con la desaceleración de la economía norteamericana entremos
nuevamente en un ciclo de devaluación del peso para volver nuestros productos
competitivos.
Es con base en esta estrategia de industrialización como se evitaría la
subordinación de la esfera financiera, aunque “frecuentemente se nos olvida que
parte de la inserción de un país en desarrollo al primer mundo implica tener
una inversión en ciencia y tecnología de primer mundo”, indicó José Luis Calva.
Los países que han tenido éxito no se han insertado con estrategias
neoliberales, sino con estrategias de industrialización. La apertura comercial
unilateral provocó una destrucción de cadenas productivas que le van a costar
mucho restaurar a México y sólo podrá hacerlo mediante una estrategia de
industrialización, concluyó Jorge Basave.
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