13:00 hrs. mayo 14 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-487

 

 

EXCLUYENTES LOS DERECHOS CULTURALES: IDALIA GARCÍA

 

·        Los mexicanos no conocen sus leyes ni exigen sus derechos ante las instituciones, señaló la investigadora de la UNAM

·        Falta de voluntad, ausencia de infraestructura, carencia de recursos humanos y financieros, principales obstáculos para el disfrute de los bienes

 

 

En los últimos tiempos, el derecho cultural se ha convertido en un motivo de exclusión, pues no todos los ciudadanos pueden acceder a él, señaló María Idalia García Aguilar, del Centro Universitario de Investigaciones Bibliotecológicas (CUIB), al tiempo de resaltar la ignorancia de los ciudadanos en cuanto a las leyes del ramo.

 

Durante su conferencia “Acceso y disfrute al patrimonio documental como un derecho cultural: libros antiguos y documentos históricos”, la investigadora universitaria comentó que el derecho a la educación –plataforma idónea para el disfrute de la cultura– tiene que ser analizado pues en México existe un gran rezago.

 

Comentó que revisar el derecho al desarrollo cultural significa también analizar las condiciones de nuestro país y la manera de potencializarlo.

 

La investigadora dijo que no sólo hay problemas de voluntad, sino también de garantías políticas de continuidad, de una infraestructura bien diseñada, y de recursos humanos y financieros bien sustentados.

 

Destacó, además, que estos patrimonios culturales los cuidamos y conservamos para heredarlos, no para usarlos y gastarlos. “Esta permanencia en el futuro es una preocupación constante en todo lo que tenga que ver con objetos patrimoniales, por lo que debemos tomar decisiones fáciles o soluciones prácticas que, en un momento dado, nos resulten idóneas a futuro”.

 

García Aguilar comentó que hay dos niveles de los derechos culturales: primero, informar a través de un documento –llámese Ley o declaratoria-, y otro, con carácter informal, que se involucra directamente con la aplicación y el ejercicio.

 

“Se habla del derecho a la cultura pero no de la necesaria condición de financiamiento. Además, no existe conocimiento en la sociedad, no forman parte de nuestras prácticas cotidianas. La mayor parte de los mexicanos no suelen leer ni consultar las leyes. No es una práctica común”, abundó.

 

Destacó además que en términos generales, la sociedad mexicana no conoce cuáles son los derechos que tiene y, en consecuencia, no puede ejercerlos. Si no los conoce, tampoco puede demandar el cumplimiento a las instituciones o al Estado en su conjunto.

 

Éstos derechos no derivan de la naturaleza humana, sino que las condiciones deben de ser creadas, para lo cual debe haber infraestructura, recursos y, sobre todo, voluntad política para garantizar el disfrute del patrimonio, dijo.

 

Apuntó que la cultura es un problema que habla de identidad y de posición social: “nos entiende semejantes de un lugar y un tiempo real”, dijo y advirtió: “Si nuestro país se presenta en diversos foros para hablar de otros bienes que no sean los arqueológicos, como son los libros antiguos y documentos históricos, no está capacitado para dar información”.

 

Comentó que estos documentos son un patrimonio social relegado, porque es parte de la cultura que heredamos, sin embargo, son lamentables sus condiciones actuales.

 

Finalmente, García Aguilar reconoció que es imposible legislar sobre derecho cultural general, aunado a que no existe una demanda por parte de la sociedad.

 

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