Boletín UNAM-DGCS-471
*Pies de Fotografías al final del Boletin
A pesar de que nuestro país ha firmado tratados en el ámbito
internacional que se refieren al mejoramiento y reconocimiento de los derechos
de las mujeres, “en todas nuestras leyes hay cuestiones que discriminan,
marginan o limitan” su ejercicio, afirmó Patricia Olamendi Torres, consultora
del Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM).
En el Aula Magna de la
Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Iztacala, agregó que un
ejemplo de lo anterior es que, a pesar del señalamiento del Artículo 4° de la
Constitución referente a la igualdad de hombres y mujeres, “no lo somos, ni en
derecho ni ejercicio”.
La realidad, señaló, “es que hay derechos que aún en nuestro país no
terminan de ser reconocidos, como los sexuales y reproductivos”. En la Carta
Magna, recalcó, se establece que toda persona tiene derecho a decidir libremente
el número y espaciamiento de sus hijos. Sin embargo, todos los códigos penales
del país castigan el aborto y algunos dicen que si alguna mujer casada utiliza
un método anticonceptivo es causal de divorcio.
Al presentar la conferencia magistral Mujeres y participación política, en el Simposium La condición de las mujeres mexicanas en los
albores del siglo XXI, Olamendi destacó que fue hasta mediados del siglo
pasado cuando las mujeres “logramos ser reconocidas como personas, tener
capacidad jurídica y, después, ser ciudadanas”.
Hasta principios del siglo XX, explicó, “no nos daban el reconocimiento
como personas, ni podíamos contratar y poseer bienes –lo cual en muchos códigos
civiles de la República Mexicana todavía se mantiene, pues para ello se necesita
la autorización del marido–, y fue hasta 1953 cuando pudimos votar y empezamos
a participar en la vida política”.
De esta forma, comentó, “hasta esa época las mujeres no tuvimos ninguna
ingerencia, ni en las decisiones de gobierno ni en la elaboración de leyes. Por
tanto, la mayor parte de la legislación que existe en nuestro país fue
construida por hombres, quienes bajo su criterio consideraban lo que era
válido”.
En el marco del XIII Aniversario
del Programa de Atención a la Violencia Sexual (PIAV) Iztacala, Olamendi
Torres aclaró que si hoy se desea pensar en el ejercicio de la democracia se
tiene que acabar con los “derechos limitados, con ausencia de reconocimiento de
éstos o el no-ejercicio de los mismos”.
Parece mentira, expresó, pero en pleno siglo XXI en México “no se llegó
al 30 por ciento de las candidaturas a las que tenemos derecho las mujeres en
las cámaras de Diputados y Senadores”. En el caso de las distintas entidades
federativas “hay más de 20 legislaturas en el país que sólo tienen una mujer
diputada de los alrededor de 40 lugares a los cuales podíamos acceder”, y en
los ayuntamientos del país sólo el tres por ciento tiene presencia femenina, ya
sea como presidente municipal, síndico o regidor.
Esto, aseguró, evidencia lo lejos que las mujeres “estamos de tener una
presencia en los ámbitos del poder”. En los gobiernos, aceptó, regularmente
ocupan asesorías o jefaturas de departamento. Muy pocas, logran ser
subsecretarias o secretarias de Estado. En este sentido, consideró, el gobierno
del Distrito Federal ha dado una muestra importante al poner en el 50 por
ciento de sus cargos a mujeres.
Comentó, además, que los partidos políticos son una buena escuela de
lucha y compromiso. “Si no incidimos desde ellos no tendremos una defensa de
nuestras plataformas” e influir en decisiones y programas gubernamentales. Es
difícil acceder al poder si no es a través de una organización, puntualizó.
Construir un nuevo país implica participar, y actualmente “estamos
frente a la posibilidad de cambiar, de construir un país en el que no se sigan
reproduciendo formas de discriminación, marginación y desigualdad”, concluyó
Olamendi Torres.
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Patricia Olamendi, consultora del Fondo de
Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, dictó la conferencia Mujeres y participación política en la
ENEP iztacala
Patricia Valladares, coordinadora del
Programa de Atención a la Violencia Sexual, y Patricia Olamendi, consultora del
Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer, en el Simposium La condición de las mujeres mexicanas en los
albores del siglo XXI organizado por la ENEP Iztacala