6:00 hrs. Mayo 6 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-457

 

INDISPENSABLE REPOBLAR EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO: DE ANDA ALANÍS

 

·        Explicó que cualquier centro de una ciudad abandonado por sus usuarios sobrevive poco tiempo y termina por ser arrasado

·        En el DF se continúa despoblando, porque no se ha logrado controlar el problema de la violencia

 

El problema del Centro Histórico de la Ciudad de México sigue siendo muy serio porque no han logrado repoblarse y muchos de sus edificios están abandonados o semiabandonados, aseguró Enrique de Anda Alanís, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM.

 

El arquitecto e historiador del arte explicó que cualquier centro de una ciudad que es abandonado por sus usuarios dura poco tiempo y termina por ser arrasado, porque son los habitantes, y no los edificios, los que construyen el enjambre que le da vida.

 

En ese sentido, dijo que "a nadie le interesa tener una ciudad museo que se cierra a las ocho de la noche y a la mañana siguiente vuelve a abrirse. Esto es costosísimo, inviable e ilógico".

 

De Anda Alanís comentó que el Centro Histórico de la Ciudad de México en particular, a pesar de que hace 20 años se iniciaron acciones para su preservación, se continúa despoblando, porque no se ha logrado controlar el problema de la violencia. “Mientras los habitantes no se sientan seguros en un sitio no regresarán”, aseguró.

 

Sin embargo, recalcó, este es un lugar que tiene todos los servicios y el equipamiento necesarios para su total desarrollo. Están todas las posibilidades de servicios de uso, hay muchos metros cuadrados disponibles para múltiples actividades y tareas, el problema es que se sigue desertificando en las noches.

 

Por ello, dijo que la vitalidad que se requiere para reactivar esta zona no se logrará con la instalación de pequeños restaurantes, sino con las condiciones de seguridad suficientes para que la gente regrese a vivir a ella.

 

Consideró que la rehabilitación del Centro Histórico es absolutamente viable porque cuenta con la infraestructura necesaria: bancos, restaurantes y tiendas; además tiene redes del drenaje, suministro de agua y energía eléctrica, por lo que no sería necesario invertirle muchos recursos.

 

AMBULANTAJE, DROGAS, PROSTITUCION...

 

El investigador del IIE mencionó que el ambulantaje, la prostitución y el tráfico de drogas son tres de los principales problemas que enfrenta la Ciudad de México.

 

Ante ello, comentó, es indispensable que un grupo de especialistas, entre ellos sociólogos, antropólogos, psicólogos y gobernantes, vean de qué manera se enfrenta ese problema.

 

Se tienen que resolver, de manera simultánea, los problemas sociales, de la habitabilidad y de toma de conciencia para revitalizar áreas de la ciudad. "No se trata –agregó– de remozar fachadas para que los domingos la gente acuda a ver cómo quedaron de bonitas. Sino de restaurar por adentro y encausar la manera de vivir de la gente, infundirle conciencia, ya que la mayoría tiene cariño e interés por sus lugares".

 

Aseguró que hay un porcentaje alto de los edificios del Centro Histórico deshabitados, muchos de los cuales están abandonados, semiabandonados o subutilizados.

 

Recordó que luego de los daños provocados por los sismos se restauraron algunos edificios y se habilitaron, pero las acciones realizadas nunca pretendieron sacar a la gente del Centro, sino solidificar sus viviendas y dejarlos que siguieran viviendo ahí.

 

Respecto al interés del gobierno en regenerar el Centro, señaló que desde hace 20 años han existido planes gubernamentales, sobre todo del gobierno de la Ciudad, para desarrollar tareas.

 

Se han realizado labores de restauración y de rescate de edificios, varias sociedades culturales y científicas tienen sus sedes ahí, la propia Universidad Nacional tiene presencia en el Centro con edificios bajo su custodia y algunas sociedades de ex alumnos o de otra índole han establecido sus sedes en él.

 

Incluso en algún momento también se incentivó a la inversión privada para que adquirieran edificios, los arreglaran y vendieran los departamentos.

 

Lo que falta, estableció, es reflexionar y evaluar resultados, que el gobierno tenga una posición clara de lo que quiere hacer con el Centro, que organice reuniones con los habitantes, con historiadores, arquitectos y posibles inversionistas y ver de qué manera pueden conjuntar esfuerzos. Mientras no se involucre a los habitantes las acciones que se realicen serán efímeras, se hará una inversión pero si no hay quien ocupe el Centro y le dé vida, se irá deteriorando.

 

Concluyó: se debe eliminar esa falsa imagen de que el Centro Histórico es un museo. Tenemos que volver a sentirlo como nuestro, como parte de nuestra personalidad e identidad, sabiendo que se usa y tiene actividades. Necesita una limpieza exhaustiva y que se vuelva a ocupar”.

 

 

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