Boletín UNAM-DGCS-457
INDISPENSABLE REPOBLAR EL CENTRO HISTÓRICO DE LA CIUDAD DE MÉXICO:
DE ANDA ALANÍS
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Explicó que cualquier centro de una
ciudad abandonado por sus usuarios sobrevive poco tiempo y termina por ser
arrasado
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En el DF se continúa despoblando,
porque no se ha logrado controlar el problema de la violencia
El problema del Centro Histórico de la Ciudad
de México sigue siendo muy serio porque no han logrado repoblarse y muchos de
sus edificios están abandonados o semiabandonados, aseguró Enrique de Anda
Alanís, del Instituto de Investigaciones Estéticas (IIE) de la UNAM.
El arquitecto e historiador del arte explicó
que cualquier centro de una ciudad que es abandonado por sus usuarios dura poco
tiempo y termina por ser arrasado, porque son los habitantes, y no los
edificios, los que construyen el enjambre que le da vida.
En ese sentido, dijo que "a nadie le interesa
tener una ciudad museo que se cierra a las ocho de la noche y a la mañana
siguiente vuelve a abrirse. Esto es costosísimo, inviable e ilógico".
De Anda Alanís comentó que el Centro Histórico
de la Ciudad de México en particular, a pesar de que hace 20 años se iniciaron
acciones para su preservación, se continúa despoblando, porque no se ha logrado
controlar el problema de la violencia. “Mientras los habitantes no se sientan
seguros en un sitio no regresarán”, aseguró.
Sin embargo, recalcó, este es un lugar que
tiene todos los servicios y el equipamiento necesarios para su total
desarrollo. Están todas las posibilidades de servicios de uso, hay muchos
metros cuadrados disponibles para múltiples actividades y tareas, el problema
es que se sigue desertificando en las noches.
Por ello, dijo que la vitalidad que se requiere
para reactivar esta zona no se logrará con la instalación de pequeños
restaurantes, sino con las condiciones de seguridad suficientes para que la
gente regrese a vivir a ella.
Consideró que la rehabilitación del Centro
Histórico es absolutamente viable porque cuenta con la infraestructura
necesaria: bancos, restaurantes y tiendas; además tiene redes del drenaje,
suministro de agua y energía eléctrica, por lo que no sería necesario invertirle
muchos recursos.
AMBULANTAJE, DROGAS, PROSTITUCION...
El investigador del IIE mencionó que el
ambulantaje, la prostitución y el tráfico de drogas son tres de los principales
problemas que enfrenta la Ciudad de México.
Ante ello, comentó, es indispensable que un
grupo de especialistas, entre ellos sociólogos, antropólogos, psicólogos y
gobernantes, vean de qué manera se enfrenta ese problema.
Se tienen que resolver, de manera simultánea,
los problemas sociales, de la habitabilidad y de toma de conciencia para
revitalizar áreas de la ciudad. "No se trata –agregó– de remozar fachadas
para que los domingos la gente acuda a ver cómo quedaron de bonitas. Sino de
restaurar por adentro y encausar la manera de vivir de la gente, infundirle
conciencia, ya que la mayoría tiene cariño e interés por sus lugares".
Aseguró que hay un porcentaje alto de los
edificios del Centro Histórico deshabitados, muchos de los cuales están
abandonados, semiabandonados o subutilizados.
Recordó que luego de los daños provocados por
los sismos se restauraron algunos edificios y se habilitaron, pero las acciones
realizadas nunca pretendieron sacar a la gente del Centro, sino solidificar sus
viviendas y dejarlos que siguieran viviendo ahí.
Respecto al interés del gobierno en regenerar
el Centro, señaló que desde hace 20 años han existido planes gubernamentales,
sobre todo del gobierno de la Ciudad, para desarrollar tareas.
Se han realizado labores de restauración y de
rescate de edificios, varias sociedades culturales y científicas tienen sus
sedes ahí, la propia Universidad Nacional tiene presencia en el Centro con
edificios bajo su custodia y algunas sociedades de ex alumnos o de otra índole
han establecido sus sedes en él.
Incluso en algún momento también se incentivó a
la inversión privada para que adquirieran edificios, los arreglaran y vendieran
los departamentos.
Lo que falta, estableció, es reflexionar y
evaluar resultados, que el gobierno tenga una posición clara de lo que quiere
hacer con el Centro, que organice reuniones con los habitantes, con
historiadores, arquitectos y posibles inversionistas y ver de qué manera pueden
conjuntar esfuerzos. Mientras no se involucre a los habitantes las acciones que
se realicen serán efímeras, se hará una inversión pero si no hay quien ocupe el
Centro y le dé vida, se irá deteriorando.
Concluyó: se debe eliminar esa falsa imagen de
que el Centro Histórico es un museo. Tenemos que volver a sentirlo como
nuestro, como parte de nuestra personalidad e identidad, sabiendo que se usa y
tiene actividades. Necesita una limpieza exhaustiva y que se vuelva a ocupar”.
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