6:00 hrs. Mayo 5 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-454

 

LA DEFICIENTE CALIDAD DE LAS INSTITUCIONES MEXICANAS AFECTA MÁS A LOS POBRES

 

·        José Ayala Espino, catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM, dijo que la prosperidad del país no se ha logrado porque carece de organismos que protejan los derechos individuales

·        En México las instituciones juegan un papel decisivo en el desarrollo económico

 

 

La deficiente calidad de las instituciones afecta más a los sectores desprotegidos, con el consiguiente costo social reflejado en el mantenimiento y ampliación de la pobreza y la desigualdad, producto del nulo o lento crecimiento de la economía, el cual está por debajo de  las necesidades de la población, aseguró José Ayala Espino.

 

El catedrático de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM manifestó que esa situación se evidencia porque los derechos de los pobres son los más vulnerables. Por ello, explicó, es necesaria una reforma institucional que los defienda y que permita  generar riqueza, paso para acceder a los servicios bancarios, seguros o contratos.

 

Opinó que las deficiencias de los organismos institucionales impiden promover la competencia, a lo que se suma la ineficiencia de los organismos financieros y  la corrupción, factores que alcanzaron niveles extraordinarios en la administración pública.

 

Indicó que las insuficiencias del sistema legal se reflejan en la creciente debilidad del Estado de derecho y en altos índices de incumplimiento de la ley.

 

Subrayó que la prosperidad deseada no se logra porque el país carece de los organismos que protejan y definan las garantías individuales como esfera del derecho privado, impenetrable por el Estado.

 

Ayala Espino explicó que a lo largo de la historia las instituciones políticas y económicas mexicanas propiciaron formas de gobierno paternalistas y autoritarias.

 

Los arreglos institucionales a los cuales se llegó en momentos cruciales de la historia, añadió, condujeron a la precariedad en la cual las minorías gozan de enormes privilegios en contra de los intereses de las mayorías.

 

La debilidad institucional explica el notable robo padecido a través de la corrupción gubernamental y del sector privado, el favorecimiento de rentas monopólicas, las devaluaciones abruptas, los déficit públicos inmanejables e insostenibles y el riesgo de confiscación o de expropiación estatal de activos en cualquiera de sus formas.

 

Este problema, abundó, en los últimos años tuvo especial relieve debido al fracaso de las políticas neoliberales que supusieron que la liberalización y apertura de mercados, la privatización y la desregulación serían capaces de crear mercados fuertes, riqueza y prosperidad.

 

Dijo que ante el panorama económico nacional para alcanzar el desarrollo, además de novedosas políticas promotoras del mercado, se requieren nuevas instituciones democráticas que favorezcan la coordinación de decisiones entre individuos y grupos, para que emprendan acciones colectivas “incluyentes de la diversidad de intereses inevitablemente contradictorios y conflictivos”, finalizó.

 

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