Boletín UNAM-DGCS-429
REQUIERE EL PLAN PUEBLA-PANAMÁ VIABILIDAD POLÍTICA Y ECONÓMICA
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José Gasca, del IIEc, consideró que
una cualidad del plan es que voltea la mirada hacia el sureste de México, luego
de décadas de rezago
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Para impulsar la inversión en la
zona, se requiere contar con adecuadas vías de comunicaciones
El éxito del proyecto del Plan Puebla-Panamá,
que impulsa el gobierno de Vicente Fox, dependerá del adecuado diagnóstico de
la situación que guarda la región sur sureste de México, así como de su
viabilidad económica y política, aseguró José Gasca Zamora, del Instituto de
Investigaciones Económicas.
El economista señaló que no sólo se trata de un
programa sectorial, ya que también considera prioritario el desarrollo
regional.
Explicó que la poca inversión al sureste de
México se debe a la inexistencia de políticas locales que busquen el desarrollo
de todo el territorio nacional.
A lo largo de la historia, continuó, la zona
sur sureste ha carecido de industria manufacturera, excepto los enclaves del
turismo, así del petróleo y la petroquímica.
Por ello, en el actual sexenio se promueven
políticas de desarrollo regional para esa área mediante dos proyectos
promovidos por el gobierno del presidente Vicente Fox: el Plan Puebla-Panamá y el programa Marcha hacia el sur, refirió.
El primero, detalló, incorpora a las entidades
del sur sureste y se extiende hacia el sur del continente, al considerar a los
países del istmo centroamericano y en el caso de México se pretende construir
infraestructura carretera.
Incluso, abundó, hay interés de diversos
grupos, tanto nacionales como extranjeros, de invertir en aquella región a
través de maquiladoras, mayores vías de comunicación, modernización de puertos
y aeropuertos, entre otros.
El Plan Puebla-Panamá, manifestó el economista,
cuenta con recursos económicos parciales ya que sólo dispone de fondos del
gobierno federal y de organismos financieros como el Banco Mundial y el Fondo
Monetario Internacional.
Respecto de la viabilidad política de ese
proyecto apuntó: si en la actualidad estamos gobernados por un régimen
democrático y alternativo, debemos hacer a un lado las viejas políticas
verticales, centralistas e impositivas donde el gobierno, por tradición,
ejercía el control y decidía lo que se debía hacer en la región.
No obstante, aclaró, en la actualidad se debe
consensar y negociar con las comunidades, a fin de conciliar intereses.
José Gasca comentó que hasta hace unos años
muchos de los programas tenían una visión de tipo asistencial, lo cual si bien
aminoraba los problemas, en el fondo no resolvía ninguno de carácter
estructural.
En tanto, prosiguió, el programa Marcha hacia el sur implica establecer
incentivos para aquellas empresas interesadas en reubicarse en esa zona y
atraer capitales.
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