19:00 hrs. abril 25 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-419

 

PERMITIRÍA REFORMA FISCAL DESARROLLO SUSTENTABLE DEL MEDIO AMBIENTE

 

 

·        Legisladores y académicos convocan en foro realizado en la UNAM a aprovechar la nueva hacienda pública

·        Viable la implementación de impuestos ecológicos para las empresas

 

La reforma fiscal representa la oportunidad para sentar las bases del desarrollo sustentable en materia ambiental coincidieron en señalar legisladores y académicos durante el foro taller “Medio ambiente y reforma fiscal”.

 

Al inaugurar el evento, el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diego Valadés, señaló que el problema ambiental es crucial en México y en el ámbito mundial, por lo que es necesario proteger el medio ambiente.

 

La senadora Verónica Velasco Rodríguez, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca de la Cámara Alta, manifestó que la variable en la materia no puede soslayarse de la nueva hacienda pública, además de que debe aprovecharse la mayor participación ciudadana en rubros estratégicos.

 

El sistema fiscal mexicano, agregó, debe tener la capacidad de hacer frente a los retos de la sociedad moderna, como es el deterioro ambiental. “Sería imperdonable dejar pasar la oportunidad de renombrar ese tema, porque es la oportunidad idónea para promover el crecimiento justo y respetuoso de los recursos naturales”, acotó.

 

Puntualizó que si bien son ciertas las limitaciones, se tiene que trabajar en la coordinación de las cámaras con los sindicatos, agrupaciones y sociedad en general.

 

A su vez, el legislador Diego Cobo Terrazas, presiente de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales de la Cámara de Diputados, expresó que cualquier reforma fiscal no será capaz de revertir los estragos del deterioro ecológico, pero es posible canalizar políticas para minimizar los impactos en el futuro, por lo que es menester analizar las opciones hacendarias.

 

Durante su participación, el analista Gabriel Quadri de la Torre se pronunció por la viabilidad de impuestos ecológicos, cuyo objetivo sería “internalizar” los costos sociales y no cargarlos a la ciudadanía, sin embargo, no se han implementado porque son transparentes y no hay manera de encubrir desviaciones.

 

Otra ventaja de este tipo de gravamen, continuó, es que pueden sustituir a otros impuestos sociales con mayores problemas como el ISR y el IVA. No afectan la competitividad global de la economía y en ciertas circunstancias puede lograrse la aceptación política, toda vez que cualquier ciudadano prefiere pagar impuestos por algo que puede economizar como es el uso del agua.

 

Argumentó que el panorama más injusto es el que lleva a la impunidad en el deterioro ambiental sin asumir los costos, de ahí la importancia de considerar el aspecto fiscal en este rubro.

 

Los impuestos ecológicos, detalló, tienen la pretensión de modificar el código de precios, generar ingresos fiscales para crear y ofrecer bienes públicos.

 

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