6:00 hrs. abril 25 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-416

 

EL DOLOR NO JUSTIFICA LA EUTANASIA PORQUE ES CONTROLABLE

 

·        Manuel Alarcón, director ejecutivo de la Academia Mexicana de Bioética de la Universidad La Salle, se pronunció en contra del “suicidio asistido”

·        Se llevó a cabo la Mesa Aspectos religiosos de la eutanasia, organizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas

 

El dolor de los pacientes y sobre el cual se quiere fundamentar una especie de justificación o casi obligatoriedad de la eutanasia y del suicidio asistido, es curable con los medios adecuados de la analgesia y los cuidados paliativos, afirmó Manuel Alarcón, director ejecutivo de la Academia Mexicana de Bioética de la Universidad La Salle.

 

Más que acabar absolutamente con el suplicio de las personas enfermas, se puede tener un amplio control, aseveró el especialista en la Mesa Aspectos religiosos de la eutanasia, organizada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas.

 

Agregó que si los pacientes terminales se les presta asistencia humana y espiritual adecuadas pueden recibir alivio y consuelo. Es obvio que quien se siente abandonado y rechazado pida morir a como dé lugar, puntualizó.

 

De esta forma, aseguró, las posibles peticiones de muerte por parte de quienes sufren gravemente casi siempre constituyen la manifestación extrema de una apremiante solicitud del paciente que quiere recibir más atención y cercanía humana; sin embargo, ambos elementos no existen en los hospitales.

 

La Iglesia católica, prosiguió, sigue con atención el desarrollo de la eutanasia y reconoce en ella una de las expresiones del debilitamiento espiritual y moral con respecto a la dignidad de la persona moribunda, así como un criterio de desinterés frente a las verdaderas necesidades del paciente.

 

No sólo condena, sino que propone soluciones a la luz de la ciencia y la tecnología como es que la línea del comportamiento relacionada con el enfermo deberá inspirarse en el respeto a la vida y a la dignidad de las personas, además de darle terapias sin utilizar ninguna forma de ensañamiento terapéutico.

 

A su vez, Mario Lara Martínez, de la Iglesia Ortodoxa de Antioquía en México, se pronunció en contra de la eutanasia como medio para provocar de manera intencional el deceso del ser humano.

 

Explicó que sólo Dios puede disponer de la vida. El sufrimiento, agregó, es una ley de la que nadie escapa y lo que la Iglesia pretende es enseñar a hacer del amor una forma de vivir bajo cualquier circunstancia.

 

Abel Clemente Vázquez, catedrático del Seminario Teológico Presbiteriano de México, A. C., comentó que de manera oficial no existen en el medio evangélico en general decisiones eclesiales con respecto a la eutanasia. Los presbiterianos, subrayó, se pronuncian por respetar la vida y luchar al máximo por el paciente.

 

Por último, el rabino Abraham Palti, miembro de la comunidad Sefaradí, consideró que, de acuerdo con las leyes del pueblo de Israel, siempre el camino a escoger es el de la vida, por encima de cualquier obstáculo.

 

---oOo---