14:00 hrs. abril 23 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-410

 

Fernando Ojesto

Fernando Serrano

INFORMACION CLARA, BASE PARA ACTUAR EN LA TRANSICIÓN: FERNANDO SERRANO

 

·        La libertad de expresión que vive México es uno de los ejes de la transición, afirmó Fernando Ojesto Martínez, presidente del Trife

·        El debate en México sobre el derecho a la información es poco riguroso y ha generado confusión: Sergio López Ayllón

·        Se inauguró el ciclo de conferencias Nuestro derecho a saber y el acceso a la información gubernamental

 

La mejor forma de actuar de manera viva, vigente y trascendente en la etapa de transición que vive nuestro país es contar con la información clara de lo que sucede en nuestra sociedad aseguró Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho de la UNAM.

 

En la inauguración del ciclo de conferencias Nuestro derecho a saber de las cosas públicas y el acceso a la información gubernamental, que se realiza en la FD, reconoció que la sustitución de los gobernantes por medio de la voluntad del voto, aunque esencial no es el único elemento de la democracia.

 

La Constitución Mexicana, agregó,  lo dice en el artículo tercero: la democracia no es sólo un sistema político sino una forma de vida. Por ello, apuntó, "la democracia no se agota al ejercer el derecho que tenemos de votar y de poder ser electos, sino que ésta va más allá, es la posibilidad de analizar, juzgar, participar y opinar en los grandes y graves asuntos del Estado".

 

En ese sentido, el director de la FD sostuvo que la mejor forma de participar en los asuntos del Estado es la de conocer qué es lo que pasa, cómo está sucediendo y cómo podemos modificar ese devenir de los hechos públicos".

 

Al respecto, Fernando Ojesto Martínez, magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, opinó que la libertad de expresión que vive México, a diferencia del pasado, se ha constituido en uno de los ejes de la transición democrática.

 

Por ello, añadió, en un ámbito democrático toda decisión de gobierno debe ser conocida en sus fundamentos y en sus consecuencias.

 

Dijo que la posición crítica expresada en los medios de comunicación pueden incidir decisivamente en la credibilidad de una institución pública, por el simple reflejo de posiciones partidistas o de grupos de interés, así como por la activa participación plural cada día más demandante y exigente en cuanto a la veracidad, oportunidad y objetividad de la información.

 

Aseveró que el desconocimiento y la falta de confianza de la ciudadanía en el esquema institucional diseñado por el constituyente permanente y por sus órganos electorales es uno de los principales problemas que vive nuestro estado de derecho

 

De la misma manera es fácil entender la desconfianza de la sociedad en nuestro sistema general de administración de justicia y en la actuación de los demás órganos de gobierno, indicó.

 

Ojesto Martínez dijo que la crítica es un elemento propio de un régimen democrático. "En una democracia es esencial el debate, para lo cual la crítica es esencial, con lo que ambas, crítica y democracia, se convierten en binomio inseparable de la libertad de expresión".

 

Cuando la crítica es objetiva, bien intencionada, en un afán constructivo y propositivo, que contribuya a dar confianza a la ciudadanía en los órganos de gobierno, debe ser aplaudida.

 

Comentó que los regímenes autoritarios siempre han tenido particular preocupación por el control de la información y han intentado neutralizarla por todos lo medios a su alcance.

 

Empero, los derechos de una sociedad deben ser garantizados de forma celosa por su orden jurídico, frente a las intromisiones de cualquiera de los poderes públicos y del llamado cuarto poder.

 

A su vez, Sergio López Ayllón, coordinador general de la Comisión Reguladora de la Secretaría de Economía, apuntó que el debate sobre el derecho a la información en México ha sido, desde el punto de vista jurídico, poco riguroso, lo cual ha generado gran confusión en los contenidos normativos en la materia.

 

Agregó que nuestro país cuenta con una amplia regulación en materia de información, dispersa en diversos ordenamientos. El problema es que estas no tienen unidad y en muchos casos sus contenidos están sobrepasados por la realidad económica, tecnológica y social.

 

Dicha regulación podría tomar dos vertientes, por un lado respecto al Estado, a través del establecimiento de un régimen general que permita el acceso directo y personal de los ciudadanos a los documentos administrativos, establecer la obligación de los órganos estatales de crear archivos públicos y garantizar su acceso personal y directo; así como determinar las obligaciones del Estado como fuente de información, entre otros.

 

En cuanto a los medios de comunicación Lopez Ayllón propuso crear reglas para transparentar, en el estatuto jurídico, a las empresas dedicadas a la comunicación; modificar los procedimientos para la asignación de concesiones y permisos de operación de estos medios y evitar las prácticas monopólicas.

 

Además, regular los derechos de respuesta y rectificación, y establecer mecanismos de carácter procesal que permitan a los particulares corregir excesos de los medios, lo cual se podría lograr, dijo, con la creación de un ombudsman de la prensa.

 

 

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