Boletín UNAM-DGCS-381
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Además de esposas, madres de familia
y hacer el quehacer, en muchos casos deben trabajar para contribuir al gasto,
afirmó Julia Chávez, de la Escuela Nacional de Trabajo Social
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Dijo que emplean 13 horas diarias en
promedio para las actividades cotidianas en su domicilio
Por el quehacer doméstico que realizan las amas
de casa del sector popular deberían ganar entre 4 mil 200 y 6 mil 300 pesos al
mes, toda vez que emplean alrededor de 13 horas diarias de trabajo en promedio,
y además se desempeñan como esposas y madres de familia.
Julia Chávez Carapia, coordinadora del Centro
de Estudios de la Mujer, de la Escuela Nacional de Trabajo Social, señaló que a
la semana el género femenino destina cerca de 91.7 horas para cumplir con sus
actividades hogareñas cotidianas.
Esa situación, precisó la socióloga, comparada
con la jornada de 8 horas en cualquier trabajo, indica que se trata de un
periodo más largo, en el cual se llevan a cabo tareas como planchar, cuidar a
los hijos, preparar alimentos, limpiar la casa, etcétera.
En entrevista dijo que si una persona tuviera
que desayunar, comer y cenar fuera de su domicilio gastaría en promedio entre
40 y 70 pesos diarios, lo cual equivale a mil 200 ó dos mil 100 pesos mensuales.
De esta manera, para que una familia de cuatro
integrantes se alimente fuera de casa se requerirían de 4 mil 800 a 8 mil 400
pesos al mes, puntualizó la especialista en estudios de género.
Respecto a los quehaceres de servicio y
limpieza, así como de planchado y lavado de ropa, agregó, las mujeres que
trabajan en los sectores populares cobran de
50 a 70 pesos, en tanto que en la clase media los costos se ubican entre
100 y 120 pesos, es decir, de mil 500 a dos mil 100 pesos mensuales.
En resumen, si una familia de cuatro
integrantes debe pagar por las tres comidas fuera de casa, limpieza del hogar y
de la ropa, necesita de seis a diez salarios mínimos, en tanto que a una mujer
que realiza el trabajo domestico en su domicilio se le debería pagar mínimo 4
mil 200 pesos.
En este contexto, Chávez Carapia subrayó: la
mujer debe ganar espacios públicos y apropiarse de ellos para crecer e incidir
en el hombre, a fin de que tome conciencia de la importancia del trabajo
doméstico. Sin embargo, insistió, esta actividad sólo es remunerada para
quienes laboran como empleadas domésticas.
Manifestó que por la difícil situación
económica, la mujer se incorpora al mercado laboral para contribuir en el gasto
familiar, pero no puede dejar de lado su papel tradicional como madre y esposa,
además de cumplir con el trabajo doméstico.
Estas personas, aseveró, por
lo general tienen limitada la autoestima y la esencia de su vida es el marido y
los hijos, además de que no rechazan esa situación, porque es el papel social e
histórico que asumen desde hace siglos y lo aceptan, de aquí que el quehacer doméstico siempre se ve como
actividad cotidiana y sin importancia.
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