Boletín UNAM-DGCS-374
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INDISPENSABLE CREAR CONTROLES CIUDADANOS PARA SUPERVISAR AL GOBIERNO: RAÚL
ROJAS SORIANO
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Podríamos estar ante una explosión
social como única vía para que las autoridades escuchen al pueblo, señala el
sociólogo
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Los medios de información están
sometidos a la lógica del capital
Es necesario crear controles para vigilar y
exigir el buen desempeño del gobierno, a fin de evitar brotes sociales
derivados de la desigualdad económica e inconformidad de la población mexicana
subrayó el académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS),
Raúl Rojas Soriano.
Comentó que la situación actual de la sociedad
es imprevisible, si se parte de que hay 60 millones de pobres y el sector de la
clase media está deteriorado por las crisis vividas.
Hay una serie de aparatos ideológicos del
Estado, precisó, que mediatizan cualquier tipo de expresión de inconformidad.
Un ejemplo son las telenovelas que
contribuyen a que “los padres
apaciguen a los hijos” en las casas.
Agregó que los medios informativos están
sometidos a los grupos en el poder, además muchos de ellos no tienen
posibilidad de abrirse a expresiones culturales. Son controlados por la lógica
del capital y los que no generan ganancias están marginados, apuntó.
Rojas Soriano subrayó que la libertad de
expresión está planteada en la Carta Magna, pero sólo la ejercen ciertos sectores,
debido al manejo clasista. Agregó que no todos los grupos sociales tienen la
posibilidad de inconformarse y de que se les haga caso, lo cual demuestra que
en el país la aplicación de las normas jurídicas está lejos de cumplirse.
Al hablar del posible desencanto de la
sociedad, luego de las elecciones del 2 de julio de 2000, el sociólogo señaló
que existen problemas estructurales que no se modificarán con el cambio de
gobierno, como es la corrupción.
Por ello, abundó, a través de la organización se
deben tener controles para la actuación del gobierno y hacer uso correcto de
los medios de comunicación, a fin de dar a conocer los errores y reconocer los
aciertos.
Enfatizó que el papel de los profesores,
sindicatos, padres e Iglesia es fundamental para que la gente comience a
organizarse.
Observó que como institución, la Iglesia puede
hacer muchas cosas para que la gente reaccione, aunque reconoció que se trata
de "un arma de dos filos", porque así como puede liberar a la
población, también se podría aprovechar para mantenerla sumisa y sin conciencia
plena de todos los problemas que se viven.
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