REZAGOS LEGISLATIVOS IMPIDEN PRESERVAR EL MEDIO AMBIENTE EN EL PAÍS
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Elena Ruth Guzmán,
académica de la UNAM, dijo que México no tiene planeación estratégica de los
recursos naturales
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Necesario
promover la conciencia ambiental a través de los medios de comunicación
Solventar el rezago
legislativo, promover la conciencia ambiental y aplicar decisiones más severas
son las únicas alternativas para preservar el medio ambiente y evitar su mayor
deterioro, afirmó la académica de la
Faculta de Derecho (FD) de la UNAM, Elena Ruth Guzmán Gómez.
En México, señaló la también
consejera de la Judicatura del Distrito Federal, no hay planeación estratégica
de los recursos naturales, lo cual es grave porque el gobierno no tiene
previstas las opciones que se deben aplicar en caso de que se acabe el
petróleo.
Recalcó que a pesar de las
leyes, falta educar y concientizar en materia ambiental a la población sobre
los beneficios de preservarlo, a través de los medios de comunicación.
Destacó que desde 1995, una
vez aprobado el nuevo plan de estudios de la licenciatura de la Facultad, se
incorporó la materia obligatoria de derecho ambiental, la cual es de carácter
multidisciplinario y significa gran avance.
Para entender el derecho
ambiental, explicó, se deben tomar en cuenta los tratados internacionales de
preservación de las especies naturales y protección de la capa de ozono.
Mencionó los convenios con
Estados Unidos, Belice o Guatemala, como el Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte, e informó
que el 30 de enero del año pasado en Cartagena se firmó otro documento relativo
a la modificación genética de especies animales o vegetales.
En el país, señaló la
catedrática, apenas en 1971 se lograron leyes federales, que sólo atienden lo
referente a contaminación, rubro reformado en 1996.
Dos años después, dijo, la
ciudad de México tuvo su primera legislación ambiental y hace un mes se aprobó
la Ley de la Procuraduría de Protección al Ambiente del Distrito Federal, lo
que pone de manifiesto el grave rezago legislativo en esta materia.
Elena Ruth Guzmán resaltó que
el tráfico de especies es el tercer negocio más grande del planeta -después del
narcotráfico y la trata de blancas- y la mayoría de las penas por este tipo de
delitos sólo son de tres a seis años, situación que refleja lo erróneo de las
leyes en ese sentido, aunque también afecta el aspecto económico.
La investigadora apuntó que la
mayoría de las poblaciones que cometen ilícitos ambientales son pobres, viven
en esos lugares y realizan esas actividades como su forma natural de vida.
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