06:00 hrs. abril 11 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-363

 

MUJERES, EL 96 POR CIENTO DE LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA

 

 

·        La mayoría son pobres, con bajo nivel escolar, dependientes económicas, casadas y jóvenes: Patricia Valladares, de la ENEP Iztacala

·        El 80 por ciento de los casos de abuso sexual es contra menores de edad

 

 

Las mujeres son las principales víctimas de la violencia familiar, ya que representan el 96 por ciento de los casos, mientras que el cuatro por ciento restante de los afectados son hombres, aseguró Patricia Valladares.

 

La coordinadora del Programa de Atención a la Violencia Sexual (PIAV) de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Iztacala, resaltó que las mujeres que padecen violencia doméstica son, sobre todo, pobres, sin preparación, dependientes económicas, casadas y jóvenes. Es decir, están en una posición de indefensión o vulnerabilidad social.


La académica universitaria dijo que mientras más educadas y capacitadas estén, así como que obtengan mejores ingresos, podrán contar con las habilidades necesarias para poner límites a la violencia. Informó que el 38 por ciento de esas víctimas tiene entre 18 y 29 años, en tanto el 26 por ciento entre 30 y 39 años. Esto significa que son jóvenes en etapa de formar una familia. Pero, además, el 28 por ciento de las separadas o divorciadas todavía es objeto de violencia.

 

La psicóloga clínica comentó que según cifras de las unidades de Atención a la Violencia Intrafamiliar (UAVI) del Distrito Federal, el 37 por ciento de las mujeres víctimas de violencia doméstica es dependiente económica del esposo, carece de preparación y tiene varios hijos, por lo que le es difícil romper su vínculo familiar. Sin embargo, el 19 por ciento es independiente y también son agredidas.

 

La violencia contra la mujer se da en los ámbitos físico, sexual y psicológico. El más cotidiano de ellos es el psicofísico sexual, al registrar 57 por ciento de los casos; el físico -empellones, bofetadas y otro tipo de golpes- 28 por ciento. Pero el maltrato más común es el psicológico, el que no se ve ni se denuncia, el cual tiene una incidencia en nueve de cada diez ocasiones.

 

Asimismo, 62 por ciento de la agresión contra las mujeres es de índole sexual. De esta cifra, 43 por ciento se da por celotipia -celos patológicos-, o sea, hombres que persiguen, revisan y acusan de infidelidad a las mujeres de una manera enfermiza. En tanto que el restante 57 por ciento son violadas en el matrimonio.

 

En ese sentido, Patricia Valladares destacó la importancia de las reformas legales hoy se considera que hay violación aunque ocurra dentro del matrimonio.

 

Entre la población femenina indígena, añadió, más de la mitad no tiene estudios, 11 por ciento cuenta con instrucción superior y la mayoría sólo cursa primaria y secundaria.


Comentó que a pesar de que la mitad de la matrícula universitaria la conforman mujeres, se dedican de manera prioritaria a las humanidades y, en menor porcentaje, a las ciencias duras.

 

De acuerdo con Amnistía Internacional, el 20 por ciento de las mujeres en el mundo sufren tortura cotidiana, ya sea por el Estado, grupos armados o familiares; otro porcentaje similar son víctimas de violencia sexual o por la parentela, y 2.2 millones son mutiladas sexualmente.

 

En el mundo, apuntó, las mujeres representan la mitad de la población; nueve de cada diez son víctimas de violencia, y el 13 por ciento analfabetas.

 

 Respecto a México, indicó que el maltrato a las mujeres incluye agresiones verbales y hostigamiento sexual. Desde 1991 se reformó la legislación y se tipificaron estas acciones como delitos, de manera que hoy es penalizado con 40 días de prisión. Si lo comete un funcionario público o un superior puede perder el empleo.

 

Sin embargo, el problema principal es que el nivel de denuncia es bajo, ya que al año sólo se levantan querellas por el uno por ciento del total de delitos. Incluso la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS) tiene centros dedicados a estudiar el fenómeno del hostigamiento sexual.

 

En cuanto al abuso sexual infantil, dijo, del total de denuncias que se presentan en las procuradurías del Distrito Federal y estatales, así como de los casos que se atienden en los centros, el 80 por ciento es contra menores de edad. En este fenómeno están implícitas la arbitrariedad, violencia e intimidación.

 

En cuanto a la violación, estimó que durante el 2000 en la capital del país ocurrieron tres por día, es decir, dos mil 474 al año. Sin embargo, hay un porcentaje elevado de víctimas que acuden a terapia o a servicio médico y psicológico, pero no denuncian.

 

De acuerdo con las estimaciones, ocurren 87 mil violaciones al año, de las cuales sólo el cinco por ciento de las víctimas inicia una averiguación previa. Además, el 70 por ciento de los agresores son conocidos de ellas e, incluso, familiares: padre, padrastro, esposo, primo, hermano y gente cercana. Mientras, la agresión callejera sólo se da el 30 por ciento restante.

 

 

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