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María Angélica Luna Parra, del INAP, dijo que en la actualidad hay
actores distintos de los partidos y estructuras de gobierno
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Las minorías políticas pueden ser determinantes en las negociaciones
legislativas señaló José Manuel del Río Virgen
El
panorama político de México es cada vez más complejo por la nueva composición
de los distintos partidos políticos y de las estructuras del poder público afirmó
María Angélica Luna Parra, del Instituto Nacional de Administración Pública.
Invitada
por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM para hablar sobre
el papel de las comisiones parlamentarias, junto con los diputados federales
Elías Martínez Rufino y José Manuel del Río, la académica explicó que esta
situación no obstaculiza la marcha de las estrategias de gobierno, gracias al
aprendizaje por el cual atravesó la clase política mexicana.
Antes
del proceso electoral del 2 de julio del año pasado, indicó, muchos estados y
municipios eran gobernados por partidos de oposición, lo que obligó a los
políticos a ejercitar su capacidad de diálogo y negociación.
Esto
se acentúa, añadió, en el seno de las comisiones parlamentarias, en las cuales
se posibilita la alianza informal entre partidos y como consecuencia la
dinámica de las negociaciones facilita la transición, precisó.
El
proceso de aprendizaje, puntualizó, se extiende a los servidores públicos,
quienes constituyen importante reserva de capital humano al cual es necesario
consolidar mediante el servicio civil de carrera, que implica la reingeniería
permanente de las estructuras de la administración pública.
En
su intervención, el diputado por el Partido Convergencia por la Democracia, José
Manuel del Río Virgen, sostuvo que las minorías parlamentarias pueden ser
determinantes en la toma de decisiones de las políticas públicas. Su
participación en los distintos niveles de gobierno es útil para la apertura de
nuevos espacios de participación ciudadana.
El
legislador federal señaló que pese a ello en el sistema actual los institutos
políticos minoritarios carecen de los beneficios y prerrogativas que gozan los
grupos mayoritarios, situación que los pone en desventaja.
A
su vez, Elías Martínez Rufino, del Partido de la Revolución Democrática dijo
que 1997 fue un año decisivo para el cambio en la forma de tomar
determinaciones en la democracia mexicana.
A
partir de entonces la oposición asumió un papel relevante en el trabajo de las
comisiones, aunque no todas las medidas aprobadas en la LVII legislatura de la
Cámara de Diputados fueron positivas, ya que no se logró construir el total de
los consensos necesarios.
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