PLAGUICIDAS CAUSA DE INTOXICACIONES Y DETERIORO AMBIENTAL: GARCÍA CAMACHO
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Se necesitan controles para regular la calidad y
garantizar su manipulación, señaló la especialista en Ciencias Químicas
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Algunos
plaguicidas son nocivos al quedar en el ambiente y tóxicos incluso en
concentraciones pequeñas
El descuido e
ignorancia de la correcta aplicación de los plaguicidas puede ocasionar
intoxicaciones graves y deterioro ambiental. De ahí la necesidad de establecer
controles para regular la calidad y garantizar su correcta manipulación, a fin
de mejorar la producción agrícola y, simultáneamente, reducir los efectos
perjudiciales, declaró Martha García Camacho de Llasera.
La presidenta del
Subcomité Académico de la Orientación en Química Ambiental del Posgrado en
Ciencias Químicas de la UNAM, precisó que los plaguicidas, sin embargo, algunos
de ellos son nocivos porque “quedan en el ambiente y son tóxicos, incluso en
concentraciones pequeñas”.
La especialista en
detección y cuantificación de vestigios de contaminantes orgánicos explicó que
entre los contaminantes más comunes del agua se encuentran los plaguicidas, que
propiciian efectos tóxicos, mutagénicos, teratogénicos y de esterilidad.
Reconoció que las
sociedades actuales enfrentan grandes problemas de contaminación ambiental,
entre las que destaca la de los acuíferos por compuestos orgánicos, problema
que se ha dado a través del tiempo por el uso de plaguicidas en la agricultura
y en las campañas de salud pública.
Los plaguicidas,
agregó García Camacho, son utilizados en grandes cantidades gracias a los
beneficios que proporciona su uso en la producción agrícola y en el control de
enfermedades. Desafortunadamente también pueden ocasionar daños a en la salud
de la población expuesta a ellos, ya sea directa o indirectamente.
Se necesitan métodos
de análisis muy sensibles y fiables para detectar y cuantificar las trazas de
estos plaguicidas en el agua, toda vez que en concentraciones muy bajas -del
orden de microgramo por litro e incluso de nanogramo por litro- pueden causar
efectos tóxico, mutagénicos, teratogénicos y cancerígenos entre otros.
De ahí, añadió la
especialista en vestigios de contaminantes orgánicos, la necesidad de crear
estrictas normas de control para el cuidado de los medios acuosos naturales y
del agua para consumo humano, lo que implica tener que desarrollar métodos
analíticos como herramientas para la
aplicación de las normas.
García Camacho, quien
trabaja en las metodologías de separación, aplicados a preparación de muestra y
análisis para buscar contaminantes en medios acuosos naturales, comentó que los
países desarrollados cuentan con métodos oficiales bien determinados para el
análisis de plaguicidas organofosforados y organoclorados en muestras acuosas a
nivel de traza, porque aún cuando casi ha dejado de utilizarse persisten en el
ambiente.
En México, indicó la
catedrática universitaria. se empieza a tomar conciencia en el uso de
plaguicidas, por lo que solo existen algunas normas para unos cuantos
organoclorados y ninguna para organofosforados.
La creciente
demanda mundial de agua potable y alimentos trae como consecuencias, por un
lado, el empleo de plaguicidas que, a pesar de su alta actividad tóxica,
benefician a la humanidad, al asegurar la
productividad del campo y la inversión económica pero, por otro lado,
pueden contaminar a través de la lluvia y el suelo las fuentes de agua
superficiales y subterráneas para el suministro de la población, insistió.
Por ello, concluyó
García Camacho, aunque por un lado se estimula el mejoramiento de las técnicas
agrícolas mediante la creación de nuevas clases de semillas, de fertilizantes y
de plaguicidas con el objetivo de proteger la siembra de grandes extensiones de
monocultivos, por el otro, estas mismas técnicas contribuyen a la contaminación
de las fuentes tradicionales de agua de suministro para la población.
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