NECESARIA LA REFORMA FISCAL Y EL AUMENTO DE LOS INGRESOS PÚBLICOS:
SÁNCHEZ ALMANZA
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El académico del Instituto de
Investigaciones Económicas de la UNAM, dijo que el coeficiente tributario se
estima en 11 por ciento del PIB
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Señaló que son onerosos los pagos destinados
a sanear la banca y reducen la disponibilidad para el desarrollo
Es necesaria la reforma fiscal e incrementar la captación de fondos
públicos en México, ya que el coeficiente de tributación es de alrededor del 11
por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) lo que reduce la capacidad de
acción del gobierno, afirmó Adolfo Sánchez Almanza, coordinador del Seminario
de Economía Urbana y Regional del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc)
de la UNAM.
Además destacó el investigador universitario que son onerosos los pagos
destinados a sanear la banca y reducen la disponibilidad para el desarrollo. El
gasto público, dijo, es instrumento crucial para avanzar, ya que contribuye a
lograr el crecimiento económico con equidad y sustentabilidad; reduce el riesgo
de crisis sistemáticas y aporta recursos para disminuir las desigualdades.
En
desarrollo regional, opinó el especialista, es indispensable que el gobierno
diseñe escenarios y políticas capaces de definir las características y límites
de los ingresos y gasto disponible (reforma fiscal), a fin de que la ejecución
de los programas y la asignación de los recursos sean viables para avanzar
hacia una imagen objetiva en el mediano y largo plazos.
Pese a que el país se encuentra bajo la lógica y predominio del mercado
internacional, el Estado debe asumir sus responsabilidades ante los
desequilibrios generados por el neoliberalismo en un contexto mundial dominado
por la globalización, apertura e integración comercial, indicó.
Sánchez Almanza agregó que la mayor parte de los recursos de los países
son internos y su movilización depende de políticas nacionales correctas en
materia fiscal, monetaria y comercial, además en desarrollo urbano y regional,
con la integración de políticas sectoriales y territoriales para elevar su
competitividad.
En la fase actual del capitalismo, donde se articulan los espacios
globales y locales, lo territorial adquiere importancia estratégica, sobre todo
si se pretende ser competitivo, promover el desarrollo económico y mejorar las
condiciones de vida de los ciudadanos, afirmó el economista universitario.
Respecto
al desarrollo urbano regional, señaló el sociólogo urbano, el presupuesto debe
considerar la inversión en nuevos proyectos y revalorar la banca de desarrollo,
a través de nuevas formas de financiamiento que consideren organizaciones con
potencial productivo fuera de los mercados crediticios. A su vez, los gobiernos
locales necesitan avanzar en su fortalecimiento, con proyectos viables.
En
el ámbito social, indicó que resulta indispensable conocer e impulsar
mecanismos de inversión y financiamiento alternativos que ofrezcan
oportunidades de desarrollo a las comunidades de base, permitan explorar
mecanismos de inclusión de grupos rezagados y diferentes formas de
participación social.
El
también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales comentó que
las necesidades urbano metropolitanas y regionales contemplan la participación
del financiamiento privado para atender demandas en materia de vivienda,
transporte, agua, comunicaciones, conservación y rescate ecológicos.
Es importante sanear el sistema crediticio y aumentar la oferta de
capital, pero además se deben generar proyectos de calidad, para hacer viables
los nuevos planes de desarrollo urbano y regional, explicó Sánchez Almanza,
quien por segunda ocasión coordinó el Seminario, convocado por el IIEc, el
Programa Universitario de Estudios sobre la Ciudad y el Centro Regional de
Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM.
Resaltó que el hecho de que el gobierno federal considere la política
de desarrollo explícitamente territorial en diferentes programas (Plan Puebla
Panamá, 250 Microregiones, Marcha hacia el sur) es positivo, aunque se tienen
que superar visiones voluntaristas, con la aplicación de enfoques de planeación
de abajo hacia arriba, potenciales de desarrollo regionales y sin olvidar los
intereses y culturas de las sociedades locales.
El desarrollo urbano regional, adquiere importancia estratégica y representa la vía para reducir las desigualdades y lograr formas de inclusión socioespacial, pero para ello requiere de la acción conjunta de los diferentes sectores: público, social y privado, los cuales aportarán ideas, proyectos, recursos humanos, financieros, materiales y unidad de esfuerzos para tal fin, concluyó.
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