EN LA ENEP IZTACALA ESTARÁ EL BANCO NACIONAL DE SEMILLAS DE LAS ZONAS ÁRIDAS DE MÉXICO
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Tendrá un costo de 2.5
millones de dólares
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En los próximos 10
años se pretenden almacenar alrededor de mil 500 especies de plantas con flor
Para
conservar la diversidad biológica que México posee, la Escuela Nacional de
Estudios Profesionales (ENEP) Iztacala contará con el Banco Nacional de
Germoplasma (semillas) de las zonas áridas de México, el cual tendrá un costo
aproximado de 2.5 millones de dólares.
El
Banco es resultado de varios años de esfuerzo y de la estrecha colaboración
entre la ENEP Iztacala, la Universidad Autónoma de Chapingo y el Royal Botanic
Gardens Kew, de Gran Bretaña, institución líder en la materia en el ámbito
internacional y que proporcionará parte del financiamiento para este proyecto.
Patricia
Dávila Aranda, coordinadora del Banco e investigadora de la ENEP Iztacala,
aseguró que este proyecto incide en una superficie descuidada del país y
coadyuvará a generar diversas iniciativas de preservación y manejo de recursos,
aunque no resuelve el grave problema de la protección de recursos vegetales,.
Dijo
que el tema de la conservación en México, país megadiverso y con amplio acervo
genético autóctono, es importante para la Secretaría del Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabio)
y para quienes trabajan en ese rubro.
Patricia
Dávila comentó que en los próximos 10 años se pretende almacenar en este Banco
semillas de alrededor de mil 500 especies de plantas de zonas áridas, de las
que se colectarán miles por cada variedad.
Se
calcula que en el país hay entre 22 mil y 30
mil especies de plantas con flor, lo cual significa que el Banco tendría
un porcentaje pequeño de ellas. Sin embargo, muchas variedades no se
distribuyen en zonas áridas sino en las partes húmedas y cálidas, cuyas
semillas no pueden ser almacenadas bajo el modelo metodológico que la ENEP-I
seguirá.
La académica
universitaria explicó que el Royal Botanic Gardens Kew colaborará con su
experiencia, fondos y proyectos de investigación encaminados a entender
aspectos fisiológicos de las semillas en almacenamiento. Cuando se tengan los
elementos necesarios, esa institución tendrá un duplicado de respaldo en su
colección.
Explicó que de las
semillas que se colectan en México, el 60 por ciento se queda en el país y los
ejemplares se reparten en las tres instituciones.
Dávila Aranda
reconoció que aunque este tipo de relaciones es criticada, resulta
indispensable que cualquier colección viva tenga respaldos.
Por ello, se trabaja
en la firma de un convenio entre los gobiernos de ambos país, con el fin de que
México tenga el control de lo que
Inglaterra haga con ese material.
También se trabaja en
el esquema jurídico de las naciones, bajo la premisa de que un banco de
semillas como el que se tendrá en la UNAM, debe dar todas las facilidades de
acceso a los investigadores.
Sin coartar ningún
tipo de investigación, cualquier tipo de uso de las semillas del Banco tanto en
México como en el extranjero deberá obtener el permiso de nuestro gobierno.
El convenio se apoyará
en la diversidad biológica, la cual establece que todo el material genético
pertenece a México, por lo que puede establecer las normas de uso y manejo de
esos recursos. Los beneficios por la utilización de ciertas semillas para fines
diferentes a la investigación, serán canalizados a la región de donde
provienen.
La
investigadora de la ENEP Iztacala dijo que el trabajo de recolección de cada
especie es arduo, implica de tres a cuatro tipos por día.
La selección es de dos
variedades: las endémicas o semi endémicas amenazadas, distribuidas en México y
el sur de Estados Unidos, y las útiles, patrimonio de los grupos étnicos, los
cuales las usan como combustible, alimento, medicina y construcción.
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