06:00 hrs. abril 7 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-350

 

EN LA ENEP IZTACALA ESTARÁ EL BANCO NACIONAL DE SEMILLAS DE LAS ZONAS ÁRIDAS DE MÉXICO

 

·        Tendrá un costo de 2.5 millones de dólares

·        En los próximos 10 años se pretenden almacenar alrededor de mil 500 especies de plantas con flor

 

 

Para conservar la diversidad biológica que México posee, la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Iztacala contará con el Banco Nacional de Germoplasma (semillas) de las zonas áridas de México, el cual tendrá un costo aproximado de 2.5 millones de dólares.

 

El Banco es resultado de varios años de esfuerzo y de la estrecha colaboración entre la ENEP Iztacala, la Universidad Autónoma de Chapingo y el Royal Botanic Gardens Kew, de Gran Bretaña, institución líder en la materia en el ámbito internacional y que proporcionará parte del financiamiento para este proyecto.

 

Patricia Dávila Aranda, coordinadora del Banco e investigadora de la ENEP Iztacala, aseguró que este proyecto incide en una superficie descuidada del país y coadyuvará a generar diversas iniciativas de preservación y manejo de recursos, aunque no resuelve el grave problema de la protección de recursos vegetales,.


 

Dijo que el tema de la conservación en México, país megadiverso y con amplio acervo genético autóctono, es importante para la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabio) y para quienes trabajan en ese rubro.

 

Patricia Dávila comentó que en los próximos 10 años se pretende almacenar en este Banco semillas de alrededor de mil 500 especies de plantas de zonas áridas, de las que se colectarán miles por cada variedad.

 

Se calcula que en el país hay entre 22 mil y 30  mil especies de plantas con flor, lo cual significa que el Banco tendría un porcentaje pequeño de ellas. Sin embargo, muchas variedades no se distribuyen en zonas áridas sino en las partes húmedas y cálidas, cuyas semillas no pueden ser almacenadas bajo el modelo metodológico que la ENEP-I seguirá.

 

La académica universitaria explicó que el Royal Botanic Gardens Kew colaborará con su experiencia, fondos y proyectos de investigación encaminados a entender aspectos fisiológicos de las semillas en almacenamiento. Cuando se tengan los elementos necesarios, esa institución tendrá un duplicado de respaldo en su colección.

 

Explicó que de las semillas que se colectan en México, el 60 por ciento se queda en el país y los ejemplares se reparten en las tres instituciones.

 

Dávila Aranda reconoció que aunque este tipo de relaciones es criticada, resulta indispensable que cualquier colección viva tenga respaldos.

 

Por ello, se trabaja en la firma de un convenio entre los gobiernos de ambos país, con el fin de que México tenga el control de lo que  Inglaterra haga con ese material.


 

También se trabaja en el esquema jurídico de las naciones, bajo la premisa de que un banco de semillas como el que se tendrá en la UNAM, debe dar todas las facilidades de acceso a los investigadores.

 

Sin coartar ningún tipo de investigación, cualquier tipo de uso de las semillas del Banco tanto en México como en el extranjero deberá obtener el permiso de nuestro gobierno.

 

El convenio se apoyará en la diversidad biológica, la cual establece que todo el material genético pertenece a México, por lo que puede establecer las normas de uso y manejo de esos recursos. Los beneficios por la utilización de ciertas semillas para fines diferentes a la investigación, serán canalizados a la región de donde provienen. 

 

La investigadora de la ENEP Iztacala dijo que el trabajo de recolección de cada especie es arduo, implica de tres a cuatro tipos por día.

 

La selección es de dos variedades: las endémicas o semi endémicas amenazadas, distribuidas en México y el sur de Estados Unidos, y las útiles, patrimonio de los grupos étnicos, los cuales las usan como combustible, alimento, medicina y construcción.

 

 

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