NECESARIO, REDOBLAR ESFUERZOS PARA EVITAR QUE LA FIEBRE AFTOSA
ENTRE A MÉXICO: GUILLERMO RAMÍREZ
·
El director de la Facultad de Economía de la UNAM dijo que se podrían
registrar graves daños económicos, médicos y epidemiológicos
·
Los académicos participantes señalaron que debe haber alerta permanente
para evitar riesgos
El país podría sufrir graves
consecuencias económicas, médicas y epidemiológicas si llega la fiebre aftosa,
por lo que es conveniente redoblar esfuerzos en las zonas más vulnerables como
la frontera sur, aseguró el director de la Facultad de Economía (FE) de la
UNAM, Guillermo Ramírez Hernández, al participar como moderador de la
videoconferencia "La fiebre aftosa: impacto económico y factores
epidemiológicos"
En el evento,
realizado en la sala de videoconferencias "Ricardo Torres Gaitán" de
la FE, en la que también participaron académicos de la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Cuautitlán, el economista Roberto Escalante Semerena
argumentó:
“tan sólo en 1998 las
exportaciones mexicanas fueron de 326 millones de dólares, sobre todo de ganado
en pie, mientras las importaciones de productos pecuarios representaron 928
millones de dólares. Con la enfermedad en México, estas últimas crecerían en
perjuicio de la economía nacional”.
En lo interno, abundó,
nuestra nación registraría pérdidas de por lo menos 500 millones de dólares
tanto por la producción de carne en canal como de ganado en pie, sin contar los
derivados como la leche y el queso.
En su intervención,
Carlos Javier Cabrera Adame, académico de la FE, planteó que las actividades
pecuarias nacionales tuvieron auge desde principios de los años 70´s, lo que
provocó la modificación de la estructura agrícola y la mayor presencia de los
productos destinados al consumo animal como la alfalfa verde, sorgo y soya.
En el año 2000,
abundó, el 20 por ciento de la superficie agrícola se destinó a estos cultivos,
lo cual representó la siembra de 3.3 millones de hectáreas.
El hato ganadero del
país, desglosó, es de 61 millones de animales, de ellos 30 millones son
bovinos, 15 millones porcinos, casi seis millones ovinos y nueve millones
caprinos. Esto muestra el impacto negativo que podría tener la actividad
pecuaria con la eventual presencia de la fiebre aftosa.
En términos
monetarios, complementó Cabrera Adame, el producto de este sector representa
alrededor del uno por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a 70
mil millones de pesos.
En promedio, 4.5
millones de personas dependen directa o indirectamente de las actividades
vinculadas con las prácticas pecuarias y agrícolas.
Agregó que hay una
preocupación creciente entre las asociaciones ganaderas del país sobre esta
situación y reclaman a las autoridades sanitarias la aplicación de medidas
estrictas para evitar la entrada de la fiebre aftosa a territorio nacional.
A su vez, el académico
de la Facultad de Economía, Ciro Murayama Rendón, subrayó que con la
proliferación de la epidemia Gran Bretaña sufrió pérdidas por nueve mil
millones de libras, es decir, más del uno por ciento de su PIB.
Aun cuando sólo Gran
Bretaña y Francia reportaron graves brotes de la enfermedad, Estados Unidos
cerró sus fronteras a la importación de los productos cárnicos provenientes de
la Unión Europea (UE) y de Argentina.
Esta situación,
estableció Murayama Rendón, provocó en Europa pérdidas del 94 por ciento de sus
exportaciones vacunas y 75 por ciento de porcinas.
-oOo-