LA SITUACION DE LA BANCA MEXICANA IMPIDE INVERSIONES EN PROYECTOS SOCIALES
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Tercer
día de trabajos en el XI Seminario de Economía Urbana y regional
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No
hay criterios para evaluar la nueva sede del aeropuerto alterno: Humberto Parra
Ramos
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El
Plan Puebla Panamá será sometido a consulta entre sectores especializados:
Francisco Abarca
Las condiciones actuales del sistema bancario mexicano impiden la
viabilidad de cualquier proyecto de inversión de los sectores público y privado
apuntó Arturo Huerta, investigador de la Facultad de Economía (FE), durante su
participación en el XI Seminario de Economía Urbana y Regional 2001.
En el mismo evento, se dieron cita Humberto
Parra Ramos, de la firma COPLA Consultores quien habló de la situación de la
nueva terminal aérea de la Ciudad de México, y Francisco Abarca, de la
Coordinación Plan Puebla Panamá, quien expuso las características del proyecto
gubernamental.
Arturo Huerta señaló tácitamente que el
sistema bancario mexicano se encuentra en malas condiciones ante la carencia de
liquidez y de solvencia que no se configuran con las políticas monetarias, de
ahí, dijo, que estamos en un círculo
vicioso donde se atenta sobre la condiciones financieras o de crecimiento.
Advirtió que un país que no tenga resuelta su problemática bancaria, que no tenga
condiciones de estabilidad y de disponibilidad crediticia no tiene
posibilidades de crecimiento.
Mientras se siga en la dinámica donde la tasa de interés crece más que el ingreso
de las empresas e individuos, cualquier proyecto de inversión de los sectores
público y privado será inviable, acotó.
“Estamos en un proceso donde no hay política
monetaria, política crediticia, fiscal, ni ninguna que permita el proceso de desarrollo
regional o económico”, destacó.
Por otra parte, Humberto Parra Ramos habló
acerca de la problemática que enfrenta el Aeropuerto Internacional de la Ciudad
de México que podría representar un millón de dólares diarios en pérdidas a las
aerolíneas por los retrasos de los vuelos.
Agregó que las condiciones meteorológicas
también representan un serio inconveniente, debido a que en época de invierno
es común cerrar algunas zonas de la terminal en la madrugada, por la niebla
generada por el lago de Texcoco y por los vientos que se dirigen a esa zona.
Señaló fundamental decidir cuál es el lugar
idóneo, toda vez que la saturación
total del aeropuerto podría darse en dos o tres años y la primera
aeronave en aterrizar en la nueva estructura sería no antes de cuatro años.
Parra Ramos agregó que lo más importante a
resolver es la tasa de crecimiento de alrededor de cinco por ciento de
pasajeros; el transporte de carga crece a razón de 24 ó 25 por ciento anual.
Acotó que no se sabe cuáles son los criterios
de ASA y de la SCT para evaluar -como fueron los casos de las terminales aéreas
de Agualeguas, de Lagos de Moreno, el de Tlaxcala y otros más como el de
Toluca- lo cual es de suma importancia, toda vez que el nuevo aeropuerto
marcará profundamente el tipo de ciudad que se quiere.
Sería un grave error equivocarnos, dijo, y
eso podría suceder porque no hay criterios de evaluación, lo único que se sabe
es que la disyuntiva está entre Texcoco y Tizayuca.
En su intervención, Francisco Abarca detalló
la manera en que se encuentra estructurado dicho proyecto y advirtió que sólo
se trata de una propuesta que en la próxima semana se someterá a una consulta
con grupos e instituciones especializados, con el propósito de enriquecerlo o
modificarlo.
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