19:00 hrs. marzo 29 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-323

 

LA SITUACION DE LA BANCA MEXICANA IMPIDE INVERSIONES EN PROYECTOS SOCIALES

 

·        Tercer día de trabajos en el XI Seminario de Economía Urbana y regional

·        No hay criterios para evaluar la nueva sede del aeropuerto alterno: Humberto Parra Ramos

·        El Plan Puebla Panamá será sometido a consulta entre sectores especializados: Francisco Abarca

 

 

Las condiciones actuales del  sistema bancario mexicano impiden la viabilidad de cualquier proyecto de inversión de los sectores público y privado apuntó Arturo Huerta, investigador de la Facultad de Economía (FE), durante su participación en el XI Seminario de Economía Urbana y Regional 2001.

 

En el mismo evento, se dieron cita Humberto Parra Ramos, de la firma COPLA Consultores quien habló de la situación de la nueva terminal aérea de la Ciudad de México, y Francisco Abarca, de la Coordinación Plan Puebla Panamá, quien expuso las características del proyecto gubernamental.

 

Arturo Huerta señaló tácitamente que el sistema bancario mexicano se encuentra en malas condiciones ante la carencia de liquidez y de solvencia que no se configuran con las políticas monetarias, de ahí, dijo,  que estamos en un círculo vicioso donde se atenta sobre la condiciones financieras o de crecimiento.

 

Advirtió que un  país que no tenga resuelta su problemática bancaria, que no tenga condiciones de estabilidad y de disponibilidad crediticia no tiene posibilidades de crecimiento.

 

Mientras se siga  en la dinámica donde la tasa de interés crece más que el ingreso de las empresas e individuos, cualquier proyecto de inversión de los sectores público y privado será inviable, acotó.

 

“Estamos en un proceso donde no hay política monetaria, política crediticia, fiscal, ni ninguna que permita el proceso de desarrollo regional o económico”, destacó.

 

Por otra parte, Humberto Parra Ramos habló acerca de la problemática que enfrenta el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que podría representar un millón de dólares diarios en pérdidas a las aerolíneas por los retrasos de los vuelos.

 

Agregó que las condiciones meteorológicas también representan un serio inconveniente, debido a que en época de invierno es común cerrar algunas zonas de la terminal en la madrugada, por la niebla generada por el lago de Texcoco y por los vientos que se dirigen a esa zona.

 

Señaló fundamental decidir cuál es el lugar idóneo, toda vez que la saturación  total del aeropuerto podría darse en dos o tres años y la primera aeronave en aterrizar en la nueva estructura sería no antes de cuatro años.

 

Parra Ramos agregó que lo más importante a resolver es la tasa de crecimiento de alrededor de cinco por ciento de pasajeros; el transporte de carga crece a razón de 24 ó 25 por ciento anual.

 

Acotó que no se sabe cuáles son los criterios de ASA y de la SCT para evaluar -como fueron los casos de las terminales aéreas de Agualeguas, de Lagos de Moreno, el de Tlaxcala y otros más como el de Toluca- lo cual es de suma importancia, toda vez que el nuevo aeropuerto marcará profundamente el tipo de ciudad que se quiere.

 

Sería un grave error equivocarnos, dijo, y eso podría suceder porque no hay criterios de evaluación, lo único que se sabe es que la disyuntiva está entre Texcoco y Tizayuca.

 

En su intervención, Francisco Abarca detalló la manera en que se encuentra estructurado dicho proyecto y advirtió que sólo se trata de una propuesta que en la próxima semana se someterá a una consulta con grupos e instituciones especializados, con el propósito de enriquecerlo o modificarlo.

 

 

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