6:00 hrs. marzo 25 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-302

 

IMPIDE SOBREPOBLACIÓN CARCELARIA ATENCIÓN ADECUADA A REOS CON SIDA

 

 

 

Las reformas a la legislación penal en la década de los noventa condujeron a la sobrepoblación en las cárceles del país, lo cual dificulta la atención adecuada a los internos infectados con VIH causante del SIDA, afirmó la catedrática de la Facultad de Derecho (FD) Emma Mendoza Bremauntz.

 

Luego de señalar que en las instituciones penitenciarias que rebasan su capacidad se carece de espacios para el servicio médico en óptimas condiciones y la prevención del contagio, señaló que estas circunstancias imposibilitan la readaptación social.

 

Se trata, indicó, de un doble problema ya que, por un lado, no se puede obligar a los presos a someterse a los análisis clínicos para detectar la presencia del VIH y, por el otro, existen múltiples riesgos de infección por la proliferación de drogas intravenosas y el intercambio sexual, muchas veces violento entre los reos.

 

Al participar en la mesa redonda Las personas detenidas con VIH y enfermas con SIDA¸ realizada en la FD, Mendoza Bremauntz consideró que las personas que ingresan a un centro de reclusión con esa enfermedad la mayoría de las ocasiones están expuestas a la reacción agresiva de los otros reclusos.

 

Acompañada por los funcionarios de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) Bertha Imaz Lira y Francisco Olguín, así como Heriberto Zaragoza García, de la Secretaría de Salud del D. F., la académica universitaria manifestó: sería positivo revertir la tendencia excesivamente represiva de la legislación penal reciente, a fin de facilitar la aplicación de sanciones alternativas, como lo sugiere la Organización de las Naciones Unidas.

 

Esto permitiría, precisó, reducir la población carcelaria y contar con espacios para el tratamiento de personas infectadas con el VIH o enfermas de SIDA, sin exponer al resto de los internos.

 

En su participación, Heriberto Zaragoza García, del Hospital Central para Reclusorios del Distrito Federal, aseguró que el SIDA es la principal causa de muerte en las prisiones de la ciudad de México.

 

El número de fallecimientos por esa enfermedad supera en la actualidad al de los causados por hechos violentos sucedidos al interior de los reclusorios capitalinos, precisó el especialista.

 

Zaragoza García comentó que es difícil implementar políticas de atención y prevención, ya que no se pueden elaborar registros confiables sobre la incidencia del SIDA dentro de las prisiones.

 

Esto se debe en gran medida, añadió, a las recomendaciones de la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal y otros organismos, quienes han protestado por la realización de exámenes para detectar la presencia de VIH en los reos.

 

Señaló que resulta complicado detener la proliferación del padecimiento entre los reclusos, porque, por ejemplo, no se controla de manera eficiente su actividad sexual.

 

Por otra parte, agregó, los reincidentes son los más expuestos al contagio pues no abandonan las actividades y entornos en los que hay muchas probabilidades de contraer SIDA.

 

La visitadora de la CNDH Bertha Imaz Lira sostuvo, por su parte, que la población femenil en las cárceles del interior de la República está expuesta a muchos riesgos, ya que no están del todo separadas de los varones.

 

En muchas instituciones, aseveró, las instalaciones penitenciarias para ambos sexos están en el mismo terreno, divididas solamente por una malla ciclónica, lo que facilita el intercambio sexual con los hombres.

 

A esto se añade, subrayó, que muchos centros de reclusión para mujeres carecen  de servicios médicos, por lo cual las internas se ven obligadas a usar los servicios destinados a los varones, lo que también afecta la atención a las embarazadas.

 

 

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