Boletín UNAM-DGCS-301
EL ESTADO DEBE MANTENERSE COMO PRINCIPAL FUENTE DE RECURSOS PARA LAS
UNIVERSIDADES
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El CESU publicó el libro Diversidad y
Convergencia. Estrategias de financiamiento, gestión y reforma de la educación
superior
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La educación superior en las últimas décadas
no fue objeto de una revisión articulada y coherente
El Estado debe mantenerse como la principal fuente de recursos para la
educación superior, coincidieron en afirmar los colaboradores del libro Diversidad y Convergencia. Estrategias de
financiamiento, gestión y reforma de la educación superior que publicó el
Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU) de la UNAM.
El volumen, editado dentro de la colección “Pensamiento universitario”,
contiene ensayos elaborados por Ángel Díaz Barriga, Alma Maldonado, Romualdo
López, Javier Mendoza Wietse de Vries y Hugo Casanova.
En el artículo Financiamiento y
gestión en la educación superior en América Latina, Díaz Barriga y Alma
Maldonado señalan que existen dos estrategias en la región para otorgar
recursos a las universidades.
La primera atiende a su diversificación mediante el cobro de cuotas,
mientras que la segunda pretende inducir el cambio institucional de acuerdo al
cual los recursos se otorguen a través de procesos de evaluación del trabajo
académico.
Esta última modalidad, sostienen los autores del ensayo, ha conducido
en algunos países a crear nuevas burocracias gubernamentales o instituciones
con mercados protegidos.
En el texto se señala que aún cuando la situación actual exige
diversificar las fuentes para financiar la educación superior, el Estado debe
conservar su papel como principal fuente de recursos para este rubro educativo
en la región. El establecimiento de cuotas no debe afectar la equidad y la
justicia social.
En el ensayo La evaluación en
México: una década de avances y paradojas, escrito por Wietse de Vries, se
establece que durante la década de los noventa se transitó de un modelo
educativo que privilegió la evaluación de las instituciones, hacia otro
distinto en el cual se puso énfasis en las metas cuantitativas de las
instituciones académicas.
Estos procesos, indica este trabajo, se construyeron sobre la marcha y
fueron fruto de negociaciones políticas realizadas sin un plan que arrojara
claridad sobre los objetivos.
De Vries advierte que no existen opiniones autorizadas para proponer
regulaciones a las opciones que surgieron gracias a la expansión, la
descentralización y las fuerzas del mercado.
La experiencia mexicana en materia de evaluación de la educación
superior, subraya el artículo, no permite concluir si constituye o no una
ventaja para las instituciones.
Hugo Casanova, autor del texto Políticas
del Estado en relación con los estudiantes, asegura que las instituciones
de educación superior del país experimentaron cambios en casi todos sus
ámbitos, producto del proceso de modernización en los lineamientos sectoriales.
Las políticas públicas sobre esta materia, indica, carecen de una
articulación real, lo cual ha producido una serie de esfuerzos desiguales y no
una reforma integral y coherente.