6:00 hrs. marzo 25 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-301

 

EL ESTADO DEBE MANTENERSE COMO PRINCIPAL FUENTE DE RECURSOS PARA LAS UNIVERSIDADES

 

·        El CESU publicó el libro Diversidad y Convergencia. Estrategias de financiamiento, gestión y reforma de la educación superior

·        La educación superior en las últimas décadas no fue objeto de una revisión articulada y coherente

 

El Estado debe mantenerse como la principal fuente de recursos para la educación superior, coincidieron en afirmar los colaboradores del libro Diversidad y Convergencia. Estrategias de financiamiento, gestión y reforma de la educación superior que publicó el Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU) de la UNAM.

 

El volumen, editado dentro de la colección “Pensamiento universitario”, contiene ensayos elaborados por Ángel Díaz Barriga, Alma Maldonado, Romualdo López, Javier Mendoza Wietse de Vries y Hugo Casanova.

 

En el artículo Financiamiento y gestión en la educación superior en América Latina, Díaz Barriga y Alma Maldonado señalan que existen dos estrategias en la región para otorgar recursos a las universidades.


La primera atiende a su diversificación mediante el cobro de cuotas, mientras que la segunda pretende inducir el cambio institucional de acuerdo al cual los recursos se otorguen a través de procesos de evaluación del trabajo académico.

 

Esta última modalidad, sostienen los autores del ensayo, ha conducido en algunos países a crear nuevas burocracias gubernamentales o instituciones con mercados protegidos.

 

En el texto se señala que aún cuando la situación actual exige diversificar las fuentes para financiar la educación superior, el Estado debe conservar su papel como principal fuente de recursos para este rubro educativo en la región. El establecimiento de cuotas no debe afectar la equidad y la justicia social.

 

En el ensayo La evaluación en México: una década de avances y paradojas, escrito por Wietse de Vries, se establece que durante la década de los noventa se transitó de un modelo educativo que privilegió la evaluación de las instituciones, hacia otro distinto en el cual se puso énfasis en las metas cuantitativas de las instituciones académicas.

 

Estos procesos, indica este trabajo, se construyeron sobre la marcha y fueron fruto de negociaciones políticas realizadas sin un plan que arrojara claridad sobre los objetivos.

 

De Vries advierte que no existen opiniones autorizadas para proponer regulaciones a las opciones que surgieron gracias a la expansión, la descentralización y las fuerzas del mercado.

 

La experiencia mexicana en materia de evaluación de la educación superior, subraya el artículo, no permite concluir si constituye o no una ventaja para las instituciones.

 

Hugo Casanova, autor del texto Políticas del Estado en relación con los estudiantes, asegura que las instituciones de educación superior del país experimentaron cambios en casi todos sus ámbitos, producto del proceso de modernización en los lineamientos sectoriales.

 

Las políticas públicas sobre esta materia, indica, carecen de una articulación real, lo cual ha producido una serie de esfuerzos desiguales y no una reforma integral y coherente.

 

 

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