Boletín UNAM-DGCS-292
PROVOCA
ESCASEZ DE AGUA EN EL PAÍS SU INADECUADA DISTRIBUCIÓN, PLANEACIÓN E INTEGRACIÓN
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Ramiro Rodríguez, del Instituto de
Geofísica de la UNAM, indicó que el 80 por ciento del consumo del líquido lo
consume la agricultura
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Las adecuadas políticas ambientales
de la Semarnap permitirán corregir esta situación: Rosa Irma Trejo, del
Instituto de Geografía
Del consumo total de agua en México -de 250 a
280 metros cúbicos por segundo- el 80 por ciento se destina a la agricultura
debido a la inadecuada distribución, planeación e integración, lo que provoca
escasez en diversos sectores, informaron investigadores de la UNAM.
Puntualizaron que a ello se suma el hecho de
que entre el 30 y 40 por ciento del líquido se pierde por las graves fugas
registradas en el sistema de distribución.
Tal es el caso del Distrito Federal cuyo
consumo de agua es de 60 a 65 metros cúbicos por segundo y la fuga de 15 metros
cúbicos por segundo, cantidad que se extrae del Cutzamala. De no presentarse
esta situación no sería necesario traer el líquido de esa cuenca.
En la conferencia de prensa "Estiaje: la
tierra sedienta", los investigadores de los institutos de Geofísica,
Ramiro Rodríguez Castillo, y de Geografía, Rosa Irma Trejo Vázquez, así como
del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Víctor Orlando Magaña Rueda, hablaron
sobre la situación del país en materia de abastecimiento del agua y de la
deforestación de los bosques y selvas.
Ramiro
Rodríguez explicó que el país depende en 60 por ciento del recurso
subterráneo, por lo que cualquier problema que incide en la disponibilidad
superficial repercute en el manejo de los mantos acuíferos.
En la cuenca de México, abundó, se extraen de
45 a 50 metros cúbicos por segundo y la recarga por diferentes métodos se
estima es de 25 a 30 metros por segundo, por lo que se afecta el
almacenamiento.
El investigador subrayó que de esa manera se
propician áreas críticas en el país como en Ciudad Juárez, donde pese a la
falta del vital líquido se prevé establecer un importante desarrollo
industrial; mientras que en Aguascalientes hay áreas con abatimientos cada vez
mayores.
Además, agregó, se presentan alteraciones del
líquido y ejemplificó: el caso de la
Comarca Lagunera, en Torreón, donde se registra presencia de arsénico. En la
misma circunstancia se encuentran Zimapán, en Hidalgo, y Salamanca, en
Guanajuato.
Rodríguez Castillo manifestó que otro de los
problemas que impiden mejorar el abasto de agua es la falta de especialistas en
el área, debido a que hay entre 100 ó 120 hidrogeólogos formados en el país,
quienes coadyuvan a la atención de las demandas de 100 millones de habitantes,
por lo que se requiere personal capacitado.
Ni la mitad de los hidrogeólogos están
comprometidos con los organismos encargados de tomar decisiones, y quienes los
representan no tienen la preparación adecuada en esta materia, lo que demuestra
la falta de atención sustentable en el país, recalcó.
Se requiere, dijo, del desarrollo técnico,
académico y científico para lograr el manejo sustentable del agua, toda vez que
ante el abaratamiento general del agua, cualquier intento por elevar su costo
es considerado como una medida inadecuada y, por ende, política.
En su intervención, Víctor Magaña aclaró que la
mayor parte de la agricultura es temporal, por lo que el déficit en la
precipitación pluvial impacta la economía del país, por lo menos en el agro.
Tan sólo en 1997, recordó el especialista, la
sequía asociada con el fenómeno de "El Niño" le costó al país 14 mil
millones. Sin embargo, añadió, los cambios climáticos podrían propiciar ciclos
hidrológicos más intensos y se prevé que el fenómeno no se presente.
Al respecto, Rosa Irma Trejo destacó que la
política ambiental empezó a tener importancia en el país desde la anterior
administración de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca
(Semarnap), por lo cual en la medida en que estas estrategias se encaminen a la
planificación, conservación y manejo adecuado de todos los recursos, se planeará
mejor el manejo del agua.
Al hablar sobre la deforestación, la
investigadora indicó que en alrededor del 50 por ciento del territorio nacional
se experimentarán cambios en las condiciones climáticas actuales, donde el 70
por ciento de los bosques templados pueden ser afectados.
Para el caso de las selvas, cerca del 40 por
ciento de las tropicales secas y 20 por ciento de las húmedas también
resentirían las alteraciones del clima, señaló.
El problema más apremiante, consideró, es la
deforestación de los bosques y selvas húmedas y secas. Se calcula que será del
0.7 por ciento la pérdida anual de los primeros y del 1.5 por ciento de las
segundas, lo que arroja un total estimado de 600 mil hectáreas.
Para el año 2000, comentó, el 38 por ciento de
los bosques distribuidos en las montañas del país y 42 por ciento de las selvas
muestran evidencias de deterioro. Esto significa que en la actualidad sólo el
20 por ciento está cubierto por bosques y selvas, con un adicional de 24 por
ciento de la superficie cubierta por matorrales ubicados en las zonas áridas y
semiáridas.
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