15:00 hrs. marzo 22 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-292

 

Ramiro Rodríguez

Rosa Irma Trejo

PROVOCA ESCASEZ DE AGUA EN EL PAÍS SU INADECUADA DISTRIBUCIÓN, PLANEACIÓN E INTEGRACIÓN

 

 

·        Ramiro Rodríguez, del Instituto de Geofísica de la UNAM, indicó que el 80 por ciento del consumo del líquido lo consume la agricultura

·        Las adecuadas políticas ambientales de la Semarnap permitirán corregir esta situación: Rosa Irma Trejo, del Instituto de Geografía

 

 

Del consumo total de agua en México -de 250 a 280 metros cúbicos por segundo- el 80 por ciento se destina a la agricultura debido a la inadecuada distribución, planeación e integración, lo que provoca escasez en diversos sectores, informaron investigadores de la UNAM.

 

Puntualizaron que a ello se suma el hecho de que entre el 30 y 40 por ciento del líquido se pierde por las graves fugas registradas en el sistema de distribución.

 

Tal es el caso del Distrito Federal cuyo consumo de agua es de 60 a 65 metros cúbicos por segundo y la fuga de 15 metros cúbicos por segundo, cantidad que se extrae del Cutzamala. De no presentarse esta situación no sería necesario traer el líquido de esa cuenca.

 

En la conferencia de prensa "Estiaje: la tierra sedienta", los investigadores de los institutos de Geofísica, Ramiro Rodríguez Castillo, y de Geografía, Rosa Irma Trejo Vázquez, así como del Centro de Ciencias de la Atmósfera, Víctor Orlando Magaña Rueda, hablaron sobre la situación del país en materia de abastecimiento del agua y de la deforestación de los bosques y selvas.

 

Ramiro  Rodríguez explicó que el país depende en 60 por ciento del recurso subterráneo, por lo que cualquier problema que incide en la disponibilidad superficial repercute en el manejo de los mantos acuíferos.

 

En la cuenca de México, abundó, se extraen de 45 a 50 metros cúbicos por segundo y la recarga por diferentes métodos se estima es de 25 a 30 metros por segundo, por lo que se afecta el almacenamiento.

 

El investigador subrayó que de esa manera se propician áreas críticas en el país como en Ciudad Juárez, donde pese a la falta del vital líquido se prevé establecer un importante desarrollo industrial; mientras que en Aguascalientes hay áreas con abatimientos cada vez mayores.

 

Además, agregó, se presentan alteraciones del líquido y ejemplificó:  el caso de la Comarca Lagunera, en Torreón, donde se registra presencia de arsénico. En la misma circunstancia se encuentran Zimapán, en Hidalgo, y Salamanca, en Guanajuato.

 

Rodríguez Castillo manifestó que otro de los problemas que impiden mejorar el abasto de agua es la falta de especialistas en el área, debido a que hay entre 100 ó 120 hidrogeólogos formados en el país, quienes coadyuvan a la atención de las demandas de 100 millones de habitantes, por lo que se requiere personal capacitado.

 

Ni la mitad de los hidrogeólogos están comprometidos con los organismos encargados de tomar decisiones, y quienes los representan no tienen la preparación adecuada en esta materia, lo que demuestra la falta de atención sustentable en el país, recalcó.

 

Se requiere, dijo, del desarrollo técnico, académico y científico para lograr el manejo sustentable del agua, toda vez que ante el abaratamiento general del agua, cualquier intento por elevar su costo es considerado como una medida inadecuada y, por ende, política.

 

En su intervención, Víctor Magaña aclaró que la mayor parte de la agricultura es temporal, por lo que el déficit en la precipitación pluvial impacta la economía del país, por lo menos en el agro.

 

Tan sólo en 1997, recordó el especialista, la sequía asociada con el fenómeno de "El Niño" le costó al país 14 mil millones. Sin embargo, añadió, los cambios climáticos podrían propiciar ciclos hidrológicos más intensos y se prevé que el fenómeno no se presente.

 

Al respecto, Rosa Irma Trejo destacó que la política ambiental empezó a tener importancia en el país desde la anterior administración de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), por lo cual en la medida en que estas estrategias se encaminen a la planificación, conservación y manejo adecuado de todos los recursos, se planeará mejor el manejo del agua.

 

Al hablar sobre la deforestación, la investigadora indicó que en alrededor del 50 por ciento del territorio nacional se experimentarán cambios en las condiciones climáticas actuales, donde el 70 por ciento de los bosques templados pueden ser afectados.

 

Para el caso de las selvas, cerca del 40 por ciento de las tropicales secas y 20 por ciento de las húmedas también resentirían las alteraciones del clima, señaló.

 

El problema más apremiante, consideró, es la deforestación de los bosques y selvas húmedas y secas. Se calcula que será del 0.7 por ciento la pérdida anual de los primeros y del 1.5 por ciento de las segundas, lo que arroja un total estimado de 600 mil hectáreas.

 

Para el año 2000, comentó, el 38 por ciento de los bosques distribuidos en las montañas del país y 42 por ciento de las selvas muestran evidencias de deterioro. Esto significa que en la actualidad sólo el 20 por ciento está cubierto por bosques y selvas, con un adicional de 24 por ciento de la superficie cubierta por matorrales ubicados en las zonas áridas y semiáridas.

 

 

 

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