Boletín UNAM-DGCS-283
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Previamente habría que establecer un gran acuerdo nacional que fije
criterios claros en la materia, señaló
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Sólo así se superarán los problemas que aquejan a la enseñanza superior
en México
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Participa el rector de la UNAM en el foro internacional de rectores en
Sao Paulo, Brasil
El rector de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente,
subrayó la necesidad de establecer un gran acuerdo nacional para definir una
política de Estado en materia de financiamiento a la educación superior del
país, que otorgue seguridad a las comunidades académicas para la realización de
proyectos a largo plazo.
Sin esta política de
Estado, advirtió, será difícil superar muchos de los problemas que aquejan a
las instituciones mexicanas de enseñanza superior, y apuntó que se trata de una
demanda de las universidades públicas para contar con criterios claros,
equitativos y ampliamente conocidos para el otorgamiento de subsidios que
rompan con las inercias históricas.
Al
participar en el Foro Internacional de Rectores, celebrado en Sao Paulo,
Brasil, el rector de la UNAM aseguró que en el futuro se desplegará una intensa
actividad para acordar esos lineamientos y los procedimientos para racionalizar
y transparentar más el financiamiento a la educación superior del país.
Apuntó
que las universidades públicas han tenido que desarrollar programas para
allegarse recursos propios, tales como la prestación de servicios de asesoría,
de investigaciones contratadas, y desarrollos tecnológicos dirigidos al sector
productivo.
Dichos ingresos, sin
embargo, son insuficientes, ya que se representan menos del 10 por ciento del
conjunto del presupuesto. En este contexto, añadió, es necesario ubicar la
importante labor que realiza la Universidad Nacional al formar profesionales
capaces de insertarse competitivamente al mercado laboral.
De la Fuente subrayó
que a esto se agrega también la función social de la institución, ya que un porcentaje
elevado de sus estudiantes constituye la primera generación de su núcleo
familiar con acceso a estudios de nivel superior.
Afirmó que, en México,
la educación universitaria de alto valor social corresponde principalmente al
sector público, pero además, y de manera relevante, con una finalidad
meritocrática, esto es, coadyuvando a la prestación de una educación
universitaria para los más talentosos, no para los privilegiados en su
situación económica.
En su ponencia La UNAM en el contexto de la educación
superior en México. Situación y perspectivas, el rector De la Fuente
destacó también el papel que juegan los académicos universitarios dentro del
Sistema Nacional de Investigadores (SNI), del cual pertenecen a la Universidad
Nacional el 50 por ciento de quienes ostentan el nivel más alto del sistema.
La UNAM, manifestó,
tiene que enfrentar retos históricos y nuevos desafíos sin perder su carácter
social, de servicio público y de espacio abierto para la crítica fundada, la unidad
de lo diverso, el diálogo, la razón y la tolerancia.
En ello encontramos,
continuó, las aportaciones de la institución a la construcción de la
democracia, la formación de ciudadanos comprometidos y la valoración y el
acrecentamiento de la cultura nacional.
El rector indicó que
las formas de gobierno y administración, así como la estructura
académico–administrativa y la normatividad de la institución deben considerar
la diversidad de intereses académicos de todos los sectores que conforman la
comunidad y que pronto serán revisados en un Congreso Universitario.
El principio general
sobre los órganos de gobierno universitarios, que los divide en colegiados y
unipersonales, es en principio correcta, pero enfrentan varios problemas ya que
fueron pensados para una universidad de menor tamaño y complejidad, aseguró.
Tenemos, por tanto,
que avanzar hacia una reorganización de la estructura universitaria que
represente de manera adecuada a todos los sectores de la institución, en
particular a los académicos y a los estudiantiles, concluyó.
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