14:00 hrs. marzo 19 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-279

 

Antonio Montaño

Armando Mateos

Everardo González

PREPARADO MÉXICO CON FUERTES MEDIDAS PARA PREVENIR LA FIEBRE AFTOSA

 

 

·        Desde hace 47 años el país está libre de esta enfermedad, aseguraron académicos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia

·        Nuestro país forma parte de un selecto grupo de naciones que comercializan con mayor libertad en el mundo

 

 

Debido a que desde hace 47 años México está libre de fiebre aftosa, exporta de manera permanente entre 600 mil y 750 mil bovinos, lo que lo ubica como una de las naciones con mayor venta al exterior, afirmó Everardo González Padilla, coordinador del Programa de Maestría y Doctorado en Ciencias de la Producción y de la Salud de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.

 

Sin embargo, aclaró, para mantenerse dentro del selecto grupo de naciones que comercializan con mayor libertad en el mundo, desarrolla fuertes medidas de vigilancia y prevención para evitar que la enfermedad entre a territorio nacional,  porque afectaría seriamente a la economía y tendría un impacto “brutal” para los pequeños propietarios como son los campesinos.

 

Manifestó que aun cuando no afecta al ser humano, este padecimiento es altamente contagioso entre los animales y puede transportarse en los cascos de caballo, zapatos, vehículos y por el viento, entre otros medios.

 

En conferencia de prensa, en la que también participaron José Armando Mateos Poumian y Juan Antonio Montaño Hirose, académicos de la FMVZ, González Padilla reiteró: para México sería devastador el hecho de que se registrara la enfermedad, por el enorme esfuerzo económico que significaría para el país.

 

González Padilla advirtió sobre la necesidad de aumentar el control en la frontera sur, por ser el mayor factor de riesgo que tiene la nación al  carecer de estricta vigilancia, ya que los productos provenientes de Belice son peligrosos dado que ese país importa de Gran Bretaña, donde el problema de fiebre aftosa es grave.

 

Argumentó que a diferencia de la naciones donde la Población Económicamente Activa (PEA) relacionada con actividades agropecuarias es pequeña, en México son más de tres millones 200 mil unidades de producción con animales, de los cuales el 75 por ciento declaran que su función principal es el autoconsumo.

 

En cuanto a producción nacional son 30 millones de bovinos, casi siete millones de ovino y poco más de nueve millones de caprinos. Esta última especie es la segunda población del continente.

 

El especialista subrayó que sería más complicado el control de la fiebre aftosa en un país como México, donde coexisten grandes consorcios con productores tradicionales de corte campesino en pequeña escala, vías de comunicación inadecuadas y grave impacto en economías tan endebles como éstas, donde por lo regular los animales son el patrimonio familiar.

 

En la sala 2 de los Consejos Académicos de Área (CAAS), Everardo González puntualizó que en México se mantiene el sistema de vigilancia para identificar lo más rápido posible la aparición de cualquier brote y definir si en realidad se trata de la enfermedad.

 

De suspender las ventas al exterior, alertó, se distorsionaría todo el mercado nacional de carne y cerraría la salida tradicional a decenas de miles de productores, cuando se encuentra en proceso de ampliación hacia las economías de la cuenca del Pacífico y con países de Oriente como Japón.

 

Agregó que desde hace dos o tres décadas se mantiene la posibilidad de exportar productos con alto valor agregado de porcinos. A la fecha, del noroeste de México se exportan alrededor de 30 mil toneladas de productos porcícolas que ayudan a nivelar la balanza de pagos para este subsector. Es decir, aunque se importa más volumen, el valor agregado y la calidad de lo que se exporta tienen mayor precio.

 

A su vez, José Armando Mateos especificó que las zonas norte y central del continente americano están libres de la fiebre aftosa, porque Canadá, Estados Unidos y México mantienen el bloque preventivo. Nuestro país también está organizado en lo interno, a fin de detectar a los animales que presenten vesículas o ulceras en boca, patas o lengua y analizar su caso.

 

Indicó que los cerdos son los principales amplificadores del virus, mientras que el clandestinaje juega un papel fundamental que debe controlarse para evitar el arribo de la enfermedad al país.

 

 

 

 

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