Boletín UNAM-DGCS-279
PREPARADO MÉXICO CON FUERTES MEDIDAS PARA
PREVENIR LA FIEBRE AFTOSA
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Desde hace 47
años el país está libre de esta enfermedad, aseguraron académicos de la
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia
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Nuestro país
forma parte de un selecto grupo de naciones que comercializan con mayor
libertad en el mundo
Debido a que desde hace 47
años México está libre de fiebre aftosa, exporta de manera permanente entre 600
mil y 750 mil bovinos, lo que lo ubica como una de las naciones con mayor venta
al exterior, afirmó Everardo González Padilla, coordinador del Programa de
Maestría y Doctorado en Ciencias de la Producción y de la Salud de la Facultad
de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM.
Sin embargo, aclaró, para
mantenerse dentro del selecto grupo de naciones que comercializan con mayor
libertad en el mundo, desarrolla fuertes medidas de vigilancia y prevención
para evitar que la enfermedad entre a territorio nacional, porque afectaría seriamente a la economía y
tendría un impacto “brutal” para los pequeños propietarios como son los
campesinos.
Manifestó que aun cuando no
afecta al ser humano, este padecimiento es altamente contagioso entre los
animales y puede transportarse en los cascos de caballo, zapatos, vehículos y
por el viento, entre otros medios.
En conferencia de prensa, en la que
también participaron José Armando Mateos Poumian y Juan Antonio Montaño Hirose,
académicos de la FMVZ, González Padilla reiteró: para México sería devastador
el hecho de que se registrara la enfermedad, por el enorme esfuerzo económico
que significaría para el país.
González Padilla advirtió
sobre la necesidad de aumentar el control en la frontera sur, por ser el mayor
factor de riesgo que tiene la nación al
carecer de estricta vigilancia, ya que los productos provenientes de
Belice son peligrosos dado que ese país importa de Gran Bretaña, donde el
problema de fiebre aftosa es grave.
Argumentó que a diferencia de
la naciones donde la Población Económicamente Activa (PEA) relacionada con
actividades agropecuarias es pequeña, en México son más de tres millones 200
mil unidades de producción con animales, de los cuales el 75 por ciento
declaran que su función principal es el autoconsumo.
En cuanto a producción
nacional son 30 millones de bovinos, casi siete millones de ovino y poco más de
nueve millones de caprinos. Esta última especie es la segunda población del
continente.
El especialista subrayó que
sería más complicado el control de la fiebre aftosa en un país como México,
donde coexisten grandes consorcios con productores tradicionales de corte
campesino en pequeña escala, vías de comunicación inadecuadas y grave impacto
en economías tan endebles como éstas, donde por lo regular los animales son el patrimonio
familiar.
En la sala 2 de los Consejos
Académicos de Área (CAAS), Everardo González puntualizó que en México se
mantiene el sistema de vigilancia para identificar lo más rápido posible la
aparición de cualquier brote y definir si en realidad se trata de la
enfermedad.
De suspender las ventas al
exterior, alertó, se distorsionaría todo el mercado nacional de carne y
cerraría la salida tradicional a decenas de miles de productores, cuando se
encuentra en proceso de ampliación hacia las economías de la cuenca del
Pacífico y con países de Oriente como Japón.
Agregó que desde hace dos o
tres décadas se mantiene la posibilidad de exportar productos con alto valor
agregado de porcinos. A la fecha, del noroeste de México se exportan alrededor
de 30 mil toneladas de productos porcícolas que ayudan a nivelar la balanza de
pagos para este subsector. Es decir, aunque se importa más volumen, el valor
agregado y la calidad de lo que se exporta tienen mayor precio.
A su vez, José Armando Mateos
especificó que las zonas norte y central del continente americano están libres
de la fiebre aftosa, porque Canadá, Estados Unidos y México mantienen el bloque
preventivo. Nuestro país también está organizado en lo interno, a fin de
detectar a los animales que presenten vesículas o ulceras en boca, patas o
lengua y analizar su caso.
Indicó que los cerdos son los
principales amplificadores del virus, mientras que el clandestinaje juega un
papel fundamental que debe controlarse para evitar el arribo de la enfermedad
al país.