Boletín UNAM-DGCS-277
Cuernavaca, Morelos
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Sus campus le dan una enorme fortaleza y un
vigor extraordinario, agregó
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Quienes centran sus críticas en el tamaño de
la UNAM muestran la estrechez de su visión sobre nuestra institución
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Xavier Soberón Mainero, director del
Instituto de Biotecnología, rindió su último informe de actividades
La Universidad Nacional
seguirá adelante con su proceso de descentralización de sus institutos y
centros de investigación en el interior del país para fortalecerlos, lo cual no
significa independizarlos sino impulsarlos por el vigor que le dan a la
institución, afirmó el rector Juan Ramón de la Fuente.
Descentralizar a la Universidad Nacional no significa cercenarla ni
independizar sus campus, ya que ellos le dan una enorme fortaleza y un vigor
extraordinario, aseguró el rector Juan Ramón de la Fuente.
En el cuarto y último informe de actividades de Xavier Soberón Mainero,
director del Instituto de Biotecnología (IB), correspondiente al periodo
1997-2000, el rector señaló que queda claro que el esfuerzo de fortalecer el
campus Morelos, como parte de las tareas de descentralización de esta casa de
estudios, “de ninguna manera contempla ni siquiera la más mínima posibilidad de
que deje de pertenecer a la UNAM”.
En el auditorio del IB aseguró que mientras dirija los destinos de la
Universidad, ninguna dependencia dejará de ser parte de ella, ni el
bachillerato ni las escuelas periféricas en la zona metropolitana ni las de
otras entidades federativas.
De la Fuente expresó que quienes han centrado sus críticas en el tamaño
de la UNAM, “lo único que muestran es la estrechez de su visión sobre nuestra
institución. Nuestro problema no está en nuestras dimensiones, ni en su tamaño,
sino en que, en ocasiones, no hemos sido capaces de organizarnos de una manera
más eficiente y efectiva, de modo que el aparato administrativo no sea un
obstáculo y barrera para el desarrollo de los programas académicos”.
En presencia del coordinador de la Investigación Científica, René
Drucker, dijo que el aparato administrativo no crece de manera espontánea; por
ello, hay que asumir la responsabilidad de corregir esa situación y tomar
algunas medidas que permitan que el aparato administrativo no crezca de manera
desbordada y lograr así una mejor organización.
En tal sentido calificó de preocupante el crecimiento en los últimos 10
o 15 años de las plazas administrativas y el hecho de que buena parte de los
incrementos presupuestales recibidos en los últimos años se han gastado en ese
rubro, a veces a costa del crecimiento de las plazas académicas. Por ello,
insistió, hay que tomar las medidas para revertir esa tendencia.
En relación con la creación del campus Morelos, comentó que ya se
estudia la formación del Consejo
Académico respectivo, el cual permitirá que este cuerpo colegiado empiece a
funcionar pronto, ejercicio interesante para la descentralización universitaria
administrativa y académica que viene.
El campus Morelos puede ser modelo por su pluralidad, por la
participación de académicos y estudiantes, así como por avanzar en nuevas
formas de organización, parte esencial de la reforma de la Universidad.
Por su parte, Soberón Mainero destacó el nivel competitivo de la
dependencia a su cargo, en sus cinco departamentos de investigación, cada uno
de los cuales cuenta con líderes académicos de excelencia.
Entre los resultados más recientes del Instituto mencionó la producción
científica de alta competitividad, lo cual se refleja en el número de
publicaciones internacionales, mil 443 en los últimos 10 años, con una tasa de
producción de una publicación internacional arbitrada por investigador por año.
Mencionó que en las últimas etapas donde el presupuesto universitario
ha sido estable, el IB ha tenido un financiamiento externo internacional
crucial. Esos recursos mejorarán el presente año.
Soberón dijo que el IB, la dependencia más joven del subsistema de la
Investigación Científica, transita de una etapa de profesionalización de la
investigación a una de mayor trascendencia e impacto en áreas como la de
publicaciones, la vinculación con el sector productivo y la formación de
recursos humanos, las cuales fortalezcan la biotecnología a escala nacional.
El 60 por ciento de las empresas con las que colabora el IB son
mexicanas y el 40 por ciento restante son extranjeras, todas interesadas en el
tipo de tecnología de punta que ahí se desarrolla. La transferencia de
tecnología, de productos terminados, por ejemplo, se incrementó de 15 a 21 por
ciento y se obtuvieron más patentes, incluso en sistemas internacionales.
En relación con la formación de recursos humanos, expresó que en promedio,
se gradúan 15 nuevos doctores por año. La población actual de estudiantes
asciende a 192, 103 de ese nivel educativo, 64 de maestría y el resto de
licenciatura.
En
el 2000, los investigadores del Instituto recibieron dos premios Universidad
Nacional, dos Distinciones Universidad
Nacional para Jóvenes Académicos, el Premio Nacional de Química y el Premio
UNESCO L’Oreal, hecho que además de la calidad, reconoce el desarrollo
equitativo de los departamentos.
En relación con
las perspectivas de la dependencia destacó el plan para la integración de las
entidades universitarias de Morelos en un campus. Asimismo, abundó en la
necesidad de ampliar el aparato científico, ya que la cantidad de
investigadores no es suficiente en el país, la cual, por lo menos, debe
quintuplicarse, concluyó.
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