6:00 hrs. marzo 11 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-238

 

 

NUEVAS FORMAS DE DISCRIMINACIÓN POR CRISIS ECONÓMICAS Y DE LEGITIMIDAD

 

 

·        La comunidad lésbico-gay y grupos vulnerables víctimas de  xenofobia: Enrique Contreras, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades

·           Aseguró que estas ideologías se propagan con mayor fuerza en el mundo por el racismo de Estado

 

 

En el marco de la globalización, las crisis económicas y de legitimidad son factores determinantes en la aparición de nuevas formas de discriminación, afirmó Enrique Contreras, especialista en políticas sociales del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH).

 

Indicó que en la actualidad también se acentúa la xenofobia y el racismo no sólo hacia los grupos considerados vulnerables, sino a otros como la

comunidad lésbico-gay.

 

Estas formas discriminatorias ya no son de tipo racial, “las diferencias se inventan, porque quienes integran esos sectores no comparten la misma forma de vida de la demás gente”, dijo en entrevista.

 

Enrique Contreras habló sobre la existencia del racismo viejo y nuevo en el mundo.  El primero incorpora elementos como la apariencia, con lo cual degrada la posición de los grupos excluidos e impone una serie de relaciones sociales muy desiguales.

 

En cambio, detalló, el nuevo racismo presenta un alto grado de ocultamiento y eufemismo, es subjetivo e incluso llega a producir reacciones raciales, descréditos culturales y prejuicios.

 

Asimismo, refirió que en el debate sobre esta problemática hay avances importantes: reconocer a esos grupos como objeto de estudio; tratar de encontrar el tipo de racionalidad de las acciones étnicas con dosis racistas; identificar a los actores sociales y cuál es su sentir respecto de la discriminación.

 

Sin embargo, los logros cuentan con un enemigo: el racismo de Estado, porque cuando los  movimientos étnicos aparecen en el escenario político de una nación, la ideología racista se propaga con mayor fuerza, externó.

 

De esta manera, advirtió, el panorama se presenta negro porque pueden vislumbrarse guerras de identidad relacionadas con otro modelo de sociedad humana.

 

Asimismo, se producen actitudes de rechazo a las diferencias y miedo entre las culturas que consideran a sus contrapartes nocivas o enemigas, especificó Enrique Contreras, también profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

 

En este contexto, definió los tres tipos de políticas para frenar estas prácticas: la asimilacionista, que trata de incorporar con fuerza o violencia a la sociedad que por tener su propia cultura y derechos se resiste a perder su identidad; de exclusión, la cual niega la existencia del pluralismo étnico, y de pluralismo cultural, donde hay más libertad de grupos hegemónicos hacia los grupos minoritarios y otras culturas que viven dentro del mismo territorio.

 

En este último caso, aclaró, se establecen nuevas leyes que defienden la cultura, las tradiciones y los derechos de los pueblos. Es la más aconsejable para reducir los conflictos violentos, además de que abarca programas de desarrollo para disminuir la desigualdad, finalizó.

 

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