6:00 hrs. marzo 5 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-210

 

RETO DE LA GENÓMICA: DESCIFRAR LA DIFERENCIA MÍNIMA DEL ADN HUMANO Y DEL CHIMPANCÉ

 

 

 

Uno de los retos actuales de la genómica es entender el uno por ciento de diferencia que existe entre el ADN del ser humano y el del chimpancé, indicó Víctor Valdés, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias de la UNAM.

 

Ambas especies, precisó, son casi idénticas a nivel molecular, pues comparten el 99 por ciento de identidad genética. Sin embargo, es evidente que en cuanto a morfología presentan marcadas diferencias, “las cuales todavía estamos muy lejos de comprender”.

 

Comentó que otro desafío en la materia es averiguar la historia evolutiva del humano a través de la comparación con otros genomas y no centrarse exclusivamente en el análisis de las clases de proteínas que codifican los genes y en qué tipo de enfermedades están involucrados.

 

El genoma del ser humano, explicó, lo conforman tres mil millones de pares de bases, de los cuales sólo el uno por ciento codifican las proteínas. Puntualizó que más del 90 por ciento del genoma –al que Víctor Valdés denomina “el lado oscuro”- no codifica nada.

 

En este contexto, añadió, la pregunta es: si nos quedáramos con las porciones del genoma que estrictamente tienen capacidad codificante, ¿sigo teniendo un ser humano o no? ¿Tendríamos aún las mismas capacidades?

 

 “Creo que no, porque finalmente cualquier célula es un evento más histórico que físico”, porque el ser humano es el resultado de más de tres mil 500 millones de años de evolución, y en nuestros genomas tenemos la historia de las contingencias por las que hemos atravesado, acotó.

 

Durante la presentación de la conferencia Ciencia Genómica, en el marco de la XXII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, precisó: cuando se entienda el “lado oscuro” del genoma, al cual apenas se le presta atención, sabremos los cambios ocurridos en el genoma, que van de la mano con las modificaciones geológicas presentados a lo largo del tiempo.

 

Estimó que para comprender de manera integral la evolución y los sistemas biológicos, hay que hacerle caso al “lado oscuro” del genoma.

 

El hecho de que el genoma humano tenga menos genes de los que se pensaba -entre 30 mil y  60 mil-, “nos muestra que debemos entender su complejidad en otro ámbito y más allá de su número, por ejemplo, a través de las interacciones de las proteínas que lo conforman, concluyó el especialista.

 

-oOo-