9:00 hrs. marzo 4 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-207

 

EDUCACIÓN FORMAL OBLIGATORIA HASTA LOS 18 AÑOS DE EDAD, PROPONE RAFAEL PÉREZ PASCUAL

 

·        La mejor preparación, dijo, permitirá a México alcanzar el nivel de competitividad internacional adecuado

·        Presentaron el libro "Las políticas sociales de México al fin del milenio", coordinado por Rafael Cordera y Alicia Ziccardi

 

 

La población mexicana requiere educación obligatoria de por lo menos 14 años, para que al adquirir la ciudadanía a los 18 años de edad tenga una formación completa, situación que permitirá al país alcanzar el adecuado nivel de competitividad internacional e ingresar a la modernidad y globalización, afirmó Rafael Pérez Pascual, investigador del Instituto de Física (IF) de la UNAM.

 

En la presentación del libro "Las políticas sociales de México al fin del milenio", coordinado por los académicos Rafael Cordera y Alicia Ziccardi, el también profesor de la Facultad de Ciencias destacó que la enseñanza juega un papel central en el desarrollo del país.

 

La pobreza implica carencia de aspectos materiales e ignorancia, para lo cual la educación es una herramienta de lucha y elemento esencial para conquistar la civilidad de la sociedad y combatir la discriminación, la violencia y el vicio.

Por ello, abundó, urge transformar el sistema educativo y reformar la Constitución. En el caso de la enseñanza obligatoria debe comprender un mínimo de 14 años, incluidos dos de preescolar.

 

Luego de señalar que falta analizar con profundidad los niveles educativos de secundaria y bachillerato, ya que se encuentran desatendidos por los especialistas, expresó que los problemas de la primaria van más allá de la disparidad financiera entre las entidades de la República.

 

La dificultad esencial del nivel primaria es su pertinencia y calidad, porque sólo se cumple el requisito de la asistencia de los niños, con las consiguientes repercusiones sociales en términos de generación de pobreza.

 

Puntualizó que la primaria no contribuye siquiera a que los sectores marginados de la sociedad puedan adquirir el nivel adecuado en el manejo del lenguaje o capacidad de lectura y comprensión de textos, hecho que se refleja al llegar a la enseñanza superior y que muestra "la gran tragedia de la educación en México”.

 

Pérez Pascual refirió que el libro "Las políticas sociales de México al fin del milenio", presentado en el aula magna Jesús Silva Herzog de la FE, incluye datos relacionados con la educación: un graduado de universidad pública equivale al trabajo de un año de 13.5 mexicanos.

 

En su intervención, la economista Clara Jusidman dijo que la agudización de la desigualdad, persistencia de la pobreza y creciente exclusión determinan las discusiones en torno a la necesidad de políticas sociales.

 

Los esquemas de superación de la pobreza, aseguró, precisan las intervenciones gubernamentales en los últimos 12 años, sin embargo, se evidencia la necesidad de introducir en el diseño de programas públicos, en la legislación y organización institucional, las demandas e intereses específicos de grandes grupos sociales: mujeres, ancianos, niños e indígenas, entre otros.

 

Las estrategias públicas dirigidas a esos sectores, advirtió, son todavía marginales y “dependen de la voluntad política del gobernante en turno. No acaban de encontrar su adecuada ubicación institucional, con frecuencia son manejadas con fines clientelares y en el mejor de los casos se incorporan como programas de asistencia social”, acotó.

 

En el fondo es asunto de igualdad de derechos, reconocimiento de la ciudadanía plena y justicia, manifestó luego de señalar que muchas de las políticas sociales se fundamentan en una visión homogénea de las relaciones y jerarquías de las personas dentro de las estructuras familiares, de los roles de género y el papel de instituciones sociales básicas como la familia y la comunidad.

 

A su vez, Enrique Cabreros académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) consideró que el libro es oportuno sobre todo en el contexto contemporáneo, en los cuales los procesos de globalización alteran el papel del Estado y se da la redefinición de su rol en materia de políticas sociales.

 

Al respecto puntualizó: tenemos que olvidar la visión de un Estado hacedor de programas y aceptar que se trata de políticas particulares específicas.

 

En tanto, Alicia Ziccardi, coordinadora del libro, informó que el texto es resultado de 46 autores y fue editado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, la Facultad de Economía y Miguel Ángel Porrúa.

 

 

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