Boletín UNAM-DGCS-199
EMINENTEMENTE POLÍTICA LA SOLUCIÓN AL CONFLICTO DE CHIAPAS
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Plantear por primera vez el respeto de los derechos humanos para los
pueblos indígenas, oportunidad histórica, afirma Lorenzo Córdova Vianello
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Se deben establecer medidas de prevención del patrimonio cultural de
este sector
El conflicto que se
vive en Chiapas es eminentemente político y por ello su solución debe ser
resultado de la interacción entre los distintos actores involucrados en forma
directa, aseguró Lorenzo Córdova Vianello, profesor de la Facultad de Derecho
(FD) de la UNAM.
Al participar en el
diplomado "Reflexiones constitucionales: derecho y cultura indígena",
indicó: nos encontramos ante la oportunidad histórica para plantear, por
primera vez, el respeto efectivo a los derechos humanos de ese sector, que
conforma el 10 por ciento de la población.
Aprovechar el momento,
precisó, significa su consagración constitucional y protección real, es decir,
la instrumentación de los mecanismos de defensa y tutela que permitirían hacer
vigentes y eficaces sus derechos.
En el auditorio Themis de la FD, Lorenzo Córdova
puntualizó que también se deben establecer medidas de prevención del patrimonio
cultural de los pueblos indígenas, para evitar ubicarlos en un papel de
"vasallos", como en el pasado, aunque ahora no lo harán caciques o
hacendados, sino por el reino de la tradición del inmovilismo.
Las demandas de este
sector y de una parte de la población que no pertenece a los indígenas, pero
que simpatizan con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), son el
reconocimiento y protección de la cultura, así como la autonomía de su régimen
comunitario, aseveró.
La postura zapatista
sobre la reivindicación de los derechos colectivos para los pueblos indígenas
va ligada con el respeto a las garantías fundamentales, apuntó.
Al exigir autonomía y
autogobierno, subrayó, los integrantes del EZLN nunca negaron los derechos
humanos, por el contrario, rompieron con la tradición indígena de excluir a la
mujer en la toma de decisiones, porque dentro de las comunidades que les son
afines ese sector juega un papel paritario al de los hombres.
Córdova Vianello
comentó que el zapatismo nunca propuso la supresión o disminución de las
garantías fundamentales sino que los hizo suyos; no obstante, propuso que para
las comunidades indígenas se establezcan, además, ciertos derechos culturales.
Aunque nunca se aclara
cómo resolver el problema, acotó, con el tiempo se planteará que los derechos
culturales adscritos a los colectivos implican una limitación a los referentes
a la autonomía o libertad individual.
Se dice que en Chiapas
la revolución nunca llegó, expresó Lorenzo Córdova, porque la clase
revolucionaria pactó con la vieja oligarquía y las diferencias ancestrales
perduraron. Lo mismo ocurre con todos los pueblos indígenas del país, los
cuales son grupos que desconocen sus garantías básicas.
Al referirse a los
derechos de las minorías, Rodolfo Vázquez, profesor del Instituto Tecnológico
Autónomo de México (ITAM), señaló que en una sociedad multicultural su
existencia, respeto y promoción sólo son posibles sobre la base de la
implementación incondicional de los derivados del principio de autonomía
personal.
Si asumimos que el
respeto a las garantías fundamentales es la mejor opción para juzgar la
legitimidad de los derechos culturales y asegurar la imparcialidad, debemos
aceptar que el ámbito de la tolerancia queda acotado por el respeto a las
mismas.
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