.

6:00 hrs. Febrero 23 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-179

 

El 95 POR CIENTO DE LA POBLACIÓN OBESA TIENE PROBLEMAS AL DORMIR

 

·        La cifra representa el 25 por ciento del total de la población mexicana

·        Ronquido y somnolencia excesiva son los principales síntomas indican investigaciones del Laboratorio y Clínica de Trastornos en el Dormir de la Facultad de Psicología

 

La prevalencia del síndrome de “apnea” o alteraciones respiratorias obstructivas durante el sueño afecta al 95 por ciento de la población obesa de nuestro país, la cual constituye a su vez el 24 por ciento del total.

 

De acuerdo con el estudio reciente de investigadores del Laboratorio y Clínica de Trastornos en el Dormir de la Facultad de Psicología, los síntomas más importantes son el ronquido y la somnolencia excesiva durante el día y afecta al 98 por ciento de los pacientes con obesidad mórbida.

 

La doctora Matilde Valencia-Flores, quien encabeza al grupo de investigadores en esta área del conocimiento, señaló que este síndrome puede asociarse con alteraciones del ánimo (irritación, depresión), disfunciones neurocognoscitivas (fallas de atención y concentración) y enfermedades cardiovasculares (hipertensión arterial sistémica y arritmias cardíacas).

 

La obesidad es un factor de riesgo para padecer ese trastorno, pero “no todos los que tienen este síndrome son obesos; otras causas son la obstrucción de la vía aérea superior, desviación del tabique o exceso del tejido blando en la faringe”, aclaró.

 

Los hombres –explicó- presentan mayor gravedad del síndrome en comparación con las mujeres. Ello se debe, al parecer, a factores anatómicos como la relación cuello-cabeza -ya que en ambos los parámetros son diferentes-, o bien, a un factor hormonal.

 

Valencia-Flores definió los dos tratamientos básicos para el padecimiento: inducción mecánica de aire a presión, aunque su costo es elevado, y el otorrinolaringológico el cual elimina mediante cirugía la obstrucción y por consiguiente el problema respiratorio.

 

La especialista recomendó bajar de peso, hacer ejercicio, una dieta adecuada, no consumir alcohol por lo menos tres horas antes de dormir, ni fumar, porque puede influir en la inflamación de las vías aéreas o irritar las mucosas.

 

Precisó que también hay alteraciones asociadas a la posición durante el sueño: si observamos que al dormir boca arriba el paciente ronca más es conveniente mantener una posición lateral y sujetar, por ejemplo, una pelota de tenis a la ropa de cama en la espalda.

 

En la investigación, en la cual participa el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, mediante su Clínica de Obesidad, así como los departamentos de Cardiología, y Neurología y Psiquiatría, también se precisa que las personas con más de 65 pausas respiratorias por hora de sueño presentan mayor severidad del padecimiento, asociado con arritmias cardíacas y somnolencia patológica.

La investigadora universitaria subrayó que cuando estos pacientes van a ser operados se deben tomar precauciones, ya que son vulnerables a pausas respiratorias y la anestesia podría tener otros efectos.

 

Valencia-Flores destacó que con esta investigación -que hasta el momento abarca una muestra de 150 personas- se obtuvieron los primeros datos de la prevalencia del síndrome de apnea del sueño en pacientes con obesidad en nuestro país.

 

“México tiene tradición en estudios del sueño, pero han sido básicos en animales; apena inicia la investigación a nivel clínico y somos los primeros en publicar información acerca de nuestra población”, concluyó.

 

 

 

--o0o--