Boletín UNAM-DGCS-154
PREVALECE LA SEGREGACIÓN
FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL: COOPER
·
La brecha
salarial entre hombres y mujeres, indicador de discriminación: Jenny Cooper, de
la Facultad de Economía
·
Notoria
marginación del género femenino en el sector privado: Gina Zabludovsky, de la
Facultad de Ciencias Políticas
Aun cuando en México las
mujeres se posicionan cada vez más en el mercado laboral, todavía no se supera
el hostigamiento sexual, patriarcado, desigualdad salarial, discriminación y
falta de opciones jurídicas en el trabajo, coincidieron en señalar Jenny Cooper
y Gina Zabludovsky, catedráticas de las facultades de Economía (FE) y Ciencias
Políticas y Sociales (FCPyS), respectivamente.
En términos históricos,
aseguró Jenny Cooper, el género femenino llegó tarde al mercado de trabajo, y
mientras que en el pasado la exclusión fue la principal desventaja, en la
actualidad el patriarcado sólo permite “la inclusión con segregación”.
Al participar en el Coloquio Mujeres en cargos de dirección, realizado
en la FCPyS, explicó que la brecha salarial entre hombres y mujeres es
indicador de discriminación.
Cooper, quien también es
integrante del Programa Universitario de Estudios de Género, recordó que la teoría del capital humano
señala como causa de esa situación el supuesto de que “son menos calificadas,
salen del mercado de trabajo para tener hijos, cuentan con menos experiencia
laboral, y por lo tanto merecen recibir salarios menores”.
Luego de señalar que la figura
de “compañera de trabajo” es nueva para muchos hombres, refirió que si bien en
el ámbito académico no se tiene esa percepción, existen otros sectores, como la
industria automotriz, en donde la segregación de mujeres es notoria en algunas
actividades y departamentos.
En nuestro país hay empresas
que resuelven el problema de la diferencia sexual mediante la exclusión; en
cambio en otros países, como Canadá, se cuenta con áreas de trabajo en donde se
capacita al personal en este sentido.
En este contexto, subrayó la
necesidad de que instituciones y empresas del país cuenten con opciones porque
muchos casos de hostigamiento no requieren del juicio penal, pero sí otros
procedimientos claros, confidenciales e imparciales.
Por su parte, Gina
Zabludovsky, catedrática de la FCPyS, manifestó que la segregación del género
femenino en cargos ejecutivos o empresariales es más evidente en el sector
privado que en el público. Esto se refleja en el aumento de mujeres en puestos
de representación popular -gobernadoras, senadoras o diputadas-, lo que no se
nota en los de direcciones generales de industria.
En una investigación realizada
por la académica, se encontró que en 1994 entre las 500 empresas más grandes
del país no había ejecutivas que ocuparan el cargo de directora general.
En los siguientes cinco
puestos de importancia, entre ellos la dirección de recursos humanos, sólo
laboraba el cinco por ciento, cifra que se elevó a 10 puntos porcentuales en
1997. Su presencia en el área de producción en prácticamente inexistente.
Asimismo, se observó que las
mujeres tienden a buscar empleo en compañías pequeñas y con modelos de
organización más flexibles, informó Zabludovsky.
A pesar de que las mujeres
lograron avances, todavía existe desigualdad, debido a los estereotipos
sociales acerca de las aptitudes de ambos sexos, y por el hostigamiento sexual,
finalizó.
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