9:00 hrs. Febrero 19 del 2001


Boletín UNAM-DGCS-154

 

PREVALECE LA SEGREGACIÓN FEMENINA EN EL MERCADO LABORAL: COOPER

 

 

·        La brecha salarial entre hombres y mujeres, indicador de discriminación: Jenny Cooper, de la Facultad de Economía

·        Notoria marginación del género femenino en el sector privado: Gina Zabludovsky, de la Facultad de Ciencias Políticas

 

 

Aun cuando en México las mujeres se posicionan cada vez más en el mercado laboral, todavía no se supera el hostigamiento sexual, patriarcado, desigualdad salarial, discriminación y falta de opciones jurídicas en el trabajo, coincidieron en señalar Jenny Cooper y Gina Zabludovsky, catedráticas de las facultades de Economía (FE) y Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), respectivamente.

 

En términos históricos, aseguró Jenny Cooper, el género femenino llegó tarde al mercado de trabajo, y mientras que en el pasado la exclusión fue la principal desventaja, en la actualidad el patriarcado sólo permite “la inclusión con segregación”.

 

Al participar en el Coloquio Mujeres en cargos de dirección, realizado en la FCPyS, explicó que la brecha salarial entre hombres y mujeres es indicador de discriminación.

 

Cooper, quien también es integrante del Programa Universitario de Estudios de Género,  recordó que la teoría del capital humano señala como causa de esa situación el supuesto de que “son menos calificadas, salen del mercado de trabajo para tener hijos, cuentan con menos experiencia laboral, y por lo tanto merecen recibir salarios menores”.

 

Luego de señalar que la figura de “compañera de trabajo” es nueva para muchos hombres, refirió que si bien en el ámbito académico no se tiene esa percepción, existen otros sectores, como la industria automotriz, en donde la segregación de mujeres es notoria en algunas actividades y departamentos.

 

En nuestro país hay empresas que resuelven el problema de la diferencia sexual mediante la exclusión; en cambio en otros países, como Canadá, se cuenta con áreas de trabajo en donde se capacita al personal en este sentido.

 

En este contexto, subrayó la necesidad de que instituciones y empresas del país cuenten con opciones porque muchos casos de hostigamiento no requieren del juicio penal, pero sí otros procedimientos claros, confidenciales e imparciales.

 

Por su parte, Gina Zabludovsky, catedrática de la FCPyS, manifestó que la segregación del género femenino en cargos ejecutivos o empresariales es más evidente en el sector privado que en el público. Esto se refleja en el aumento de mujeres en puestos de representación popular -gobernadoras, senadoras o diputadas-, lo que no se nota en los de direcciones generales de industria.

 

En una investigación realizada por la académica, se encontró que en 1994 entre las 500 empresas más grandes del país no había ejecutivas que ocuparan el cargo de directora general.

 

En los siguientes cinco puestos de importancia, entre ellos la dirección de recursos humanos, sólo laboraba el cinco por ciento, cifra que se elevó a 10 puntos porcentuales en 1997. Su presencia en el área de producción en prácticamente inexistente.

 

Asimismo, se observó que las mujeres tienden a buscar empleo en compañías pequeñas y con modelos de organización más flexibles, informó Zabludovsky.

 

A         su vez, la profesora de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales (ENEP) Acatlán, Flérida Guzmán, señaló que la segregación ocupacional es otra forma de iniquidad, la cual se presenta en puestos directivos considerados prioritariamente para la población masculina.

 

A pesar de que las mujeres lograron avances, todavía existe desigualdad, debido a los estereotipos sociales acerca de las aptitudes de ambos sexos, y por el hostigamiento sexual, finalizó.

 

 

 

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